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El PP no consigue la mayoría absoluta que buscaba en Extremadura y sigue necesitando a Vox.
La debacle sin paliativos del PSOE en Extremadura, con el menor número de votos en esta región desde que se celebran elecciones autonómicas, representa un revés histórico para el partido que lidera Pedro Sánchez. Por cómo se ha producido, perdiendo 10 escaños respecto a los comicios de 2023 y 16 respecto a 2019, y por dónde ha tenido lugar, en el mayor bastión del PSOE, donde los socialistas habían sido siempre la formación más votada excepto en el año 2011. Los socialistas han perdido en sólo dos años y medio casi tantos votos (108.210) como los que han conseguido esta vez en las urnas (136.017).
Un castigo atribuible no sólo al hecho insólito de haber presentado un candidato imputado por tráfico de influencias y prevaricación por la contratación a dedo del hermano de Pedro Sánchez, sino también a la cascada insoportable de casos de presunta corrupción y abusos a mujeres en los que están implicados varios ex altos cargos del Gobierno y asesores de la Moncloa. Además de haber sostenido a Miguel Ángel Gallardo al frente de la candidatura socialista, el presidente se ha implicado personalmente en esta campaña, reforzando así su relevancia a nivel nacional.
Los populares aspiraban a capitalizar ese malestar con el Ejecutivo de PSOE y Sumar para lograr una mayoría absoluta que les liberase de tener que buscar el apoyo de Vox, más aún después de que este partido vetara los Presupuestos de 2026 elaborados por la Junta presidida por María Guardiola. Si bien el PP se alzó como la candidatura más votada en Extremadura, desbancando a los socialistas con los que habían empatado en escaños hace dos años y medio, la importante abstención registrada (un 37,27%) en los primeros comicios celebrados en la comunidad al margen del resto de autonomías del régimen electoral común provocó que la victoria de los populares sea menor a la que logró el también popular José Antonio Monago en el año 2011. Guardiola necesitará el respaldo de Vox, o por lo menos su abstención, para revalidar el cargo de presidenta regional.
Y es que la formación liderada por Santiago Abascal, quien ha protagonizado la campaña de su partido en estas elecciones como antagonista a PP y PSOE, capitaliza gran parte del golpe en las urnas a Sánchez, tras doblar su presencia en el Parlamento autonómico, hasta 11 diputados. Extremadura ya es la comunidad en la que tienen mayor cuota de representación. También sale reforzado Podemos al ganar 3 escaños y escalar a 7, cuya campaña ha consistido, precisamente, en atacar a PSOE y Sumar, con especial saña con la vicepresidenta Yolanda Díaz.
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