Desde compras impulsivas, rupturas amorosas y malas elecciones de moda, la Generación Z atribuye su comportamiento a que su cerebro no está completamente desarrollado. En concreto, el lóbulo frontal ha vuelto a ser tendencia en las redes sociales en la última época.
En TikTok, la etiqueta #FrontalLobe acumula decenas de millones de visitas y la última tendencia es ver a personas usar la falta de desarrollo del lóbulo frontal como la razón por la cual sus relaciones adolescentes estaban condenadas desde el principio.
La teoría es que la corteza prefrontal, o lóbulo frontal, que es responsable del razonamiento y el pensamiento racional, no está completamente desarrollado hasta los 25 años, por lo que cualquier decisión apresurada tomada antes de esa edad puede explicarse fácilmente.
Pero la ciencia discrepa. La doctora Lucy Vanes, neurocientífica y experta en psicología del Kings College de Londres, explica al Daily Mail: "Ninguna región del cerebro trabaja de forma aislada ni es responsable de una sola cosa. El lóbulo frontal, como cualquier otra región, funciona en conjunto con redes de otras regiones distribuidas por el cerebro".
"De este modo, el lóbulo frontal participa en una serie de funciones cognitivas de orden superior, como la toma de decisiones, la resolución de problemas, la planificación y organización del comportamiento, la inhibición de impulsos, pero también la regulación de las emociones y el inicio de acciones motoras", prosigue Vanes.
Sin embargo, como ocurre con muchas tendencias en las redes sociales, hay algo de base en ella. La profesora Sophie Scott, neurocientífica cognitiva del University College de Londres, dice también al Mail: "Durante la adolescencia y los 20 años, uno de los grandes cambios que se producen en el cerebro es su configuración".
Este proceso es la mielinización, cuando se forma una lámina protectora alrededor de las terminaciones nerviosas, lo que mejora la conectividad entre las diferentes regiones del cerebro. Esta fase comienza en el útero pero continúa hasta los primeros años de la edad adulta.
"Este proceso no ocurre de manera uniforme y la parte frontal del lóbulo frontal es la última región en mielinizarse por completo, y esto sucede alrededor de los 20 años, razón por la cual la gente ha asociado la toma de decisiones racionales con este período", dice la profesora Scott.
"Sin embargo, esto no significa que después de los 24 años todas las decisiones que tomamos sean completamente racionales, siempre mantenemos un elemento emocional en la toma de decisiones", añade.
La doctora Vanes añade: "Hay cierta verdad en la sugerencia de que las diferencias entre el comportamiento de los adolescentes y los adultos se relacionan en parte con la maduración continua del lóbulo frontal".
"Por ejemplo, los adolescentes muestran una mayor toma de riesgos en comparación con los adultos, y algunos aspectos del desarrollo prefrontal están relacionados con una disminución de esta conducta de toma de riesgos con la edad", prosigue.
"Sin embargo, muchos otros factores también juegan un papel en los cambios de comportamiento: diferentes exposiciones y experiencias, estrés o factores sociales que son diferentes en la edad adulta, todos ellos moldean el comportamiento", dice Vanes.
Así pues, el desarrollo del lóbulo frontal es solo una pieza del rompecabezas. Quizás también valga la pena señalar que los comportamientos adolescentes pueden ser perfectamente apropiados en la adolescencia: un elemento de asunción de riesgos puede, de hecho, ser más adaptativo en la adolescencia que en la edad adulta.
Los expertos discuten que exista un límite estricto después de los 25 años para el desarrollo del cerebro, y que éste sea igual para todos. "Los distintos lóbulos frontales maduran en momentos distintos; y todo el proceso es gradual, no algo que termine abruptamente. De igual manera, incluso un cerebro maduro continúa desarrollándose y cambiando a lo largo de la vida", concluye la doctora Vanes.
En TikTok, la etiqueta #FrontalLobe acumula decenas de millones de visitas y la última tendencia es ver a personas usar la falta de desarrollo del lóbulo frontal como la razón por la cual sus relaciones adolescentes estaban condenadas desde el principio.
La teoría es que la corteza prefrontal, o lóbulo frontal, que es responsable del razonamiento y el pensamiento racional, no está completamente desarrollado hasta los 25 años, por lo que cualquier decisión apresurada tomada antes de esa edad puede explicarse fácilmente.
Pero la ciencia discrepa. La doctora Lucy Vanes, neurocientífica y experta en psicología del Kings College de Londres, explica al Daily Mail: "Ninguna región del cerebro trabaja de forma aislada ni es responsable de una sola cosa. El lóbulo frontal, como cualquier otra región, funciona en conjunto con redes de otras regiones distribuidas por el cerebro".
"De este modo, el lóbulo frontal participa en una serie de funciones cognitivas de orden superior, como la toma de decisiones, la resolución de problemas, la planificación y organización del comportamiento, la inhibición de impulsos, pero también la regulación de las emociones y el inicio de acciones motoras", prosigue Vanes.
Sin embargo, como ocurre con muchas tendencias en las redes sociales, hay algo de base en ella. La profesora Sophie Scott, neurocientífica cognitiva del University College de Londres, dice también al Mail: "Durante la adolescencia y los 20 años, uno de los grandes cambios que se producen en el cerebro es su configuración".
Este proceso es la mielinización, cuando se forma una lámina protectora alrededor de las terminaciones nerviosas, lo que mejora la conectividad entre las diferentes regiones del cerebro. Esta fase comienza en el útero pero continúa hasta los primeros años de la edad adulta.
"Este proceso no ocurre de manera uniforme y la parte frontal del lóbulo frontal es la última región en mielinizarse por completo, y esto sucede alrededor de los 20 años, razón por la cual la gente ha asociado la toma de decisiones racionales con este período", dice la profesora Scott.
"Sin embargo, esto no significa que después de los 24 años todas las decisiones que tomamos sean completamente racionales, siempre mantenemos un elemento emocional en la toma de decisiones", añade.
La doctora Vanes añade: "Hay cierta verdad en la sugerencia de que las diferencias entre el comportamiento de los adolescentes y los adultos se relacionan en parte con la maduración continua del lóbulo frontal".
"Por ejemplo, los adolescentes muestran una mayor toma de riesgos en comparación con los adultos, y algunos aspectos del desarrollo prefrontal están relacionados con una disminución de esta conducta de toma de riesgos con la edad", prosigue.
"Sin embargo, muchos otros factores también juegan un papel en los cambios de comportamiento: diferentes exposiciones y experiencias, estrés o factores sociales que son diferentes en la edad adulta, todos ellos moldean el comportamiento", dice Vanes.
Así pues, el desarrollo del lóbulo frontal es solo una pieza del rompecabezas. Quizás también valga la pena señalar que los comportamientos adolescentes pueden ser perfectamente apropiados en la adolescencia: un elemento de asunción de riesgos puede, de hecho, ser más adaptativo en la adolescencia que en la edad adulta.
Los expertos discuten que exista un límite estricto después de los 25 años para el desarrollo del cerebro, y que éste sea igual para todos. "Los distintos lóbulos frontales maduran en momentos distintos; y todo el proceso es gradual, no algo que termine abruptamente. De igual manera, incluso un cerebro maduro continúa desarrollándose y cambiando a lo largo de la vida", concluye la doctora Vanes.