- N. SERRANO
El 31 de diciembre de 2021 Nicolás Montenegro dio la campanada. El sevillano vistió esa Nochevieja a Nieves Álvarez en las Campanadas de Televisión Española. Así culminaba un año en el que había presentado su primera colección como un homenaje familiar.
"Montar mi marca de moda fue un acto profundamente personal y emocional que surgió a raíz de una petición de mi padre el día antes de fallecer: me hizo prometerle que le dedicaría una colección y ese juramento se convirtió en el motor de todo", explica Montenegro.
Una decisión emocional que ha derivado en un negocio racional y rentable, pues Montenegro viste a varios personajes de la jet set. Pero su último diseño no se ciñe a una silueta femenina: el modisto es el artífice de la funda de cuchillos que acompaña la edición limitada Señorío de Montanera × Montenegro, el pack navideño de la marca extremeña de ibéricos.
¿En qué se parecen la moda y la gastronomía? "En más de lo que parece, sobre todo, en algo fundamental: la calidad del producto. También en que el material es clave. En mi caso, los tejidos; en el suyo, la materia prima". Montenegro ha usado para confeccionar la pieza un lino de algodón 100% que aporta "textura, elegancia y calidad. No quería que fuese un objeto básico".
La colaboración con Señorío de Montanera cierra un año intenso para el modisto, que durante años trabajó en Dolce & Gabbana junto a las top del momento. ¿Saltaron los cuchillos alguna vez? "Un diseñador y una modelo no compiten, se necesitan. El primero es consciente de que sin la modelo la creación no cobra vida y ella sabe que sin el diseño no existe la pieza que va a defender".
La multinacional y su formación en el Instituto Marangoni en Milán le enseñaron que "el trabajo creativo es una cadena, donde cada persona es un eslabón y no hay piezas secundarias".
A él le tocó ser el engranaje entero cuando decidió fundar su marca. "La burocracia y el sistema empresarial en España hacen que emprender sea un camino complejo y, en muchos casos, frustrante".
A cambio, Montenegro puede decir que ha probado las mieles de la paternidad. "Tu propia empresa es como un bebé: algo que nace de ti, que cuidas, proteges y haces crecer día a día. Es un proyecto de vida en el que pones alma, esfuerzo y valores, y ver cómo evoluciona, cómo se fortalece y cómo conecta con la gente es una recompensa enorme".
La experiencia no está exenta de retos; el mayor que afronta el diseño de autor es, en palabras del sevillano, "frenar el impacto de la moda rápida y lograr consolidar un verdadero espacio de autor donde la marca encuentre a su clienta ideal: personas que valoran la exclusividad, el tiempo, el proceso y que quieran vestir piezas únicas, con identidad propia".
Aun así, el diseñador es optimista: "Se percibe un claro regreso a la buena costura y a la vida artesanal. La industrialización extrema del sector textil ha terminado por cansar y saturar al consumidor que empieza a buscar calidad, historia y autenticidad. Un reflejo muy claro de esto es el grupo Inditex, con Zara a la cabeza, que cada vez apuesta más por la artesanía y por piezas con un carácter más único. Esto confirma que el camino de la moda de autor tiene sentido y futuro", dice.
Vocación
Si retrocedemos al pasado, Montenegro siempre tuvo clara su vocación. "Recuerdo con mucho cariño a mi profesora Chari, que me apoyó y decía que estaba destinado a ser diseñador; no se equivocó. Hoy, mirando atrás, puedo decir con orgullo que soy uno de los diseñadores que pone en valor la moda española".
Y como tal, vaticina las tendencias que nos traerá 2026: "Las siluetas se vuelven más fluidas y relajadas, con volúmenes que mezclan lo elegante y lo cómodo, mientras que los tejidos y los detalles artesanales vuelven a tomar protagonismo: bordados, texturas cuidadas, crochet reinventado...
Todo con ese toque de alta costura que conecta con lo humano y lo cercano". Además, el sevillano atisba "colores que se suavizan, con paletas neutras o cálidas, y estampados que mezclan lo clásico con lo contemporáneo, mientras que los accesorios cobran presencia, grandes y con carácter. En definitiva, será un año donde la moda se sentirá más emocional".
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