Sunday, 14 de December de 2025
Internacional

Ocho claves del futuro de Ucrania

Ocho claves del futuro de Ucrania
Artículo Completo 1,801 palabras
Esperanza. El plan de paz copa portadas, pero la guerra continúa y el país afronta numerosos retos de cara al quinto año de invasión rusa

Ampliar

Los ataques contra la población civil se suceden prácticamentecada día, como este en Sumi. AFP Ocho claves del futuro de Ucrania

Esperanza. El plan de paz copa portadas, pero la guerra continúa y el país afronta numerosos retos de cara al quinto año de invasión rusa

ZIGOR ALDAMA

Domingo, 14 de diciembre 2025, 00:07

El frente

A paso de caracol

Las batallas más intensas se producen en Donetsk, una de las dos provincias que componen el Donbás. Allí, Rusia ha capturado prácticamente la totalidad de Pokrovsk, uno de los bastiones del 'cinturón fortaleza' de Ucrania. Su caída definitiva puede allanar el camino de las tropas rusas hacia otras ciudades aún más relevantes, como Kramatorsk. Pero, aunque el Kremlin celebre cada pequeña victoria como si fuese decisiva, lo cierto es que sus soldados avanzan a paso de caracol.

Concretamente, el Instituto para el Estudio de la Guerra calcula que Rusia ha logrado ocupar 4.669 kilómetros cuadrados de territorio desde el pasado 1 de enero. Es menos del 1% de la superficie de Ucrania, y le está saliendo muy caro a Moscú: 83 muertos por cada kilómetro cuadrado. A esta velocidad, los invasores podrían tardar hasta tres años en capturar la zona de Donetsk en la que aún ondea la enseña azul y amarilla.

En gran medida, ese lento avance se debe a que los drones han provocado que el campo de batalla sea transparente. No se mueve nada sin ser visto. En esta coyuntura, la capacidad ofensiva se limita a los días en los que el tiempo es adverso para el vuelo, como ha sucedido en Pokrovsk, donde la ofensiva rusa se ha visto favorecida por varios días consecutivos de niebla densa. Quizá por eso, los generales rusos podrían tratar de modificar su estrategia para avanzar en otros frentes, como el de Zaporiyia en el sur o el de Járkov –donde Moscú asegura haber 'liberado' el pueblo de Limán y Kiev señala estar ya en control de la totalidad de Kupiansk– en el norte.

Reclutamiento

Carne para la picadora

En cualquier caso, también hay quienes critican a los ucranianos por destinar demasiados recursos, sobre todo humanos, a la defensa de ciudades que acabarán cayendo. Porque Putin puede permitirse el lujo de enviar un gran número de hombres a la picadora de carne, pero Zelenski no. Cada mes, Kiev suma entre 5.000 y 10.000 nuevos efectivos, mientras que Moscú se ha propuesto alistar a 343.000 en todo 2025. En agosto anunció que ya había alcanzado el 60% de esa cifra.

Así se entiende que en lugares como Pokrovsk haya ocho militares rusos combatiendo por cada soldado ruso, una ratio que en algunas zonas se eleva a doce contra uno.

Además, resulta mucho más sencillo engordar las filas del ejército en un país autoritario que en uno democrático. No en vano, uno de los principales puntos de fricción social en Ucrania está en el reclutamiento forzoso de los hombres en edad de luchar, a los que muchas veces se 'captura' con malas artes e incluso saltándose las leyes.

Como consecuencia, muchos jóvenes han huido del país, sobre todo desde que a finales de verano el gobierno relajó las normas que regulan el cruce de fronteras. Solo dos meses después, Polonia informó de que cien mil varones de entre 18 y 22 años –el límite de edad con el que ellos pueden salir de Ucrania– habían entrado en su territorio.

Armamento

Contando cada bala

A la escasez de personal se suma la de armamento. Y, sobre todo, la tensa incertidumbre sobre su flujo. Porque Ucrania se está convirtiendo en una potencia en fabricación de drones e incluso ha desarrollado sus propios misiles de largo alcance 'Flamingo', pero aún depende del apoyo extranjero para elementos que siguen siendo clave: desde los cazas F-16, hasta los sistemas antiaéreos Patriot, pasando por tanques, blindados, piezas de artillería y otros misiles, como el 'Storm Shadow' británico.

El suministro procedente de Europa parece asegurado, pero no tanto el estadounidense, que depende de los vaivenes del presidente Donald Trump. De momento, está especialmente satisfecho con las ventas a la UE, que después envía el armamento a Ucrania, pero el republicano utiliza tanto el material bélico como la información de sus servicios de Inteligencia como elementos de presión para obligar a Zelenski a firmar su propuesta de paz. Sin ellos sería difícil resistir.

Energía

Con frío y sin gasolina

Rusia y Ucrania también atacan con ahínco la infraestructura energética del enemigo. Los invasores se han propuesto lograr que la población ucraniana pase el máximo frío posible bombardeando centrales térmicas y estaciones de distribución eléctrica. De esta forma, los apagones a los que ya se han acostumbrado los residentes se han multiplicado. Lo mismo que las ventas de generadores diésel, acumuladores de calor y grandes baterías.

Por su parte, los invadidos no se han quedado de brazos cruzados y han puesto en marcha una campaña de ataques con drones y misiles contra refinerías y plantas petroquímicas de Rusia, lo cual ha provocado una creciente escasez de combustible en uno de los principales productores de hidrocarburos del mundo. Por si fuese poco, también ha utilizado drones navales llenos de explosivos para arremeter contra petroleros de su 'flota en la sombra', que le permite continuar comerciando con sus combustibles. El objetivo, señala Zelenski, es «golpear la máquina que financia la guerra».

Corrupción

Un terremoto interno

Curiosamente, el problema que más ha dañado la figura del presidente ucraniano este año ha tenido poco que ver con la guerra y mucho con una lacra de sobra conocida: la corrupción. Algunos de los principales colaboradores de Zelenski, incluidos dos de sus ministros y el hombre con el que fundó su productora audiovisual, han sido acusados de pertenecer a una trama de mordidas que se habría embolsado más de cien millones de dólares llevándose comisiones de entre el 10% y el 15% en los contratos de la empresa pública de energía atómica Energoatom. Los departamentos anticorrupción continúan tirando de la madeja y no descartan más arrestos.

De hecho, Andriy Yermak, hasta hace poco mano derecha del presidente, dimitió hace unas semanas cuando se abrió una investigación contra él. «La situación es extremadamente difícil para todos los habitantes de Ucrania, que sufren apagones constantes, ataques de Rusia y grandes pérdidas. Es totalmente inaceptable que, además de esto, perduren aún casos de corrupción en el sector energético», afirmó Zelenski, consciente de que su legitimidad está en peligro. No obstante, estos casos han provocado las mayores manifestaciones contra el gobierno desde el inicio de la invasión, en 2022.

Elecciones

El poder al pueblo

Uno de los principales contenciosos entre Zelenski y Trump en los últimos días ha sido la celebración de elecciones en Ucrania, una cita que estaba prevista para 2024 pero que la legislación del país eslavo impide mientras esté vigente la ley marcial. Los detractores del mandatario, tanto internos como externos –incluido el propio Trump–, critican que esté usando la invasión para perpetuarse en el poder. Zelenski lo niega y afirma estar dispuesto a organizar los comicios dos o tres meses después de que se firme un acuerdo de paz, y para que se permita ha solicitado ya propuestas para una reforma legal.

El líder del partido Servidor del Pueblo venció en las urnas en 2019 con el 73% de los votos en segunda ronda, y ha mantenido un notable apoyo popular a pesar de la guerra. De hecho, justo antes de la invasión, su tasa de aprobación había caído al 37%, y cuando los tanques rusos cruzaron la frontera se disparó a un récord del 90%. Ahora, el hastío de la población es evidente y, según el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, ese porcentaje ha caído al 60%. Por su parte, un sondeo de Info Sapiens reduce a poco más del 20% el porcentaje de ucranianos que votarían al presidente. A pesar de la desafección política, Zelenski sigue siendo el candidato mejor valorado. Y, en cualquier caso, solo el 12% considera que se debería votar en tiempos de guerra.

Economía

Polémica financiación

La guerra ha vaciado las arcas de Ucrania y ha dejado su economía en ruinas. No en vano, su PIB ha caído en torno al 25% desde 2022, y el robusto crecimiento que se registró en 2023 se ha ralentizado. Ante la necesidad de continuar pagando las nóminas del ejército y de adquirir armamento para defenderse, la Unión Europea ha propuesto financiar dos tercios del presupuesto nacional para los dos próximos años –90.000 millones de euros– a través de préstamos basados en los activos rusos congelados. Es una decisión que no gusta a Bélgica, que advierte de la posibilidad de que provoque una crisis en el euro, pero que esta semana ha recibido luz verde. Moscú ya ha advertido de que puede considerar este paso como un 'casus belli'.

Refugiados

Un retorno en duda

El miedo a una ocupación total del país produjo en 2022 el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Los países de la UE acogieron a millones de refugiados ucranianos y, aunque los combates ahora se centran en zonas concretas, el miedo a los ataques con drones y misiles que se producen a diario, sumado a las escasas oportunidades laborales, han hecho que muchos decidan no regresar. En total, unos diez millones de ucranianos, en torno a un tercio de la población, están desplazados. Siete millones viven en el extranjero –250.000 en España–. La mayoría son mujeres y niños, y Kiev teme que muchos no regresen nunca, sobre todo aquellos que han rehecho sus vidas o han creado lazos sentimentales. Eso, sin duda, sería una gran perdida para Ucrania a largo plazo.

Límite de sesiones alcanzadas

El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.

Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Sesión cerrada

Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.

Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.

Iniciar sesión Más información

¿Tienes una suscripción? Inicia sesión

Fuente original: Leer en Diario Sur - Ultima hora
Compartir