Nunca ha sido nominado a un premio Goya. Pero tiene un Emmy Internacional, lo que lo convierte en el primer actor de España en ganarlo. Su nombre es Oriol Pla y la serie que lo ha llevado hasta semejante mérito es Yo, adicto, autobiografía audiovisual de Javier Giner que puede verse en Disney+. Por su actuación en Yo, adicto, Pla también ganó un Feroz.
Sin embargo, quizá el galardón más reluciente que tenía en su vitrina el intérprete barcelonés era un Ondas, conseguido gracias a la serie El día de mañana. Dirigida por Mariano Barroso, El día de mañana adapta la celebrada novela de Ignacio Martínez de Pisón, uno de los autores más aclamados de la narrativa española contemporánea y cuya obra ya se había llevado al cine con Carreteras secundarias, protagonizada por Antonio Resines. El día de mañana, de seis episodios, puede verse en Movistar Plus+ y seguramente constituyó la presentación en sociedad del hoy actor de moda.
¿De qué trata 'El día de mañana'?
Llevar a la pantalla El día de mañana es un mérito añadido que hay que otorgarle a Mariano Barroso: el texto es un puzle de testimonios sobre personas que conocieron al protagonista de la novela. Algunas piezas encajan. Otras no. Barroso traslada el juego a la serie con entrevistas a las personas que se cruzaron en la vida de Justo Gil. En la gran mayoría de sus casos, que fueron atropelladas por él.
¿Quién fue Justo Gil? Esa pregunta flota sobre la primera página y plano de El día de mañana y nunca desaparece del todo. Por lo que sabemos, un hombre hecho a sí mismo, con encanto irresistible, que llegó a Barcelona con una madre enferma y, a la manera de un Don Draper ibérico, se labró su fortuna desde abajo. En la subida, no tuvo reparos en descalabrar a cuantos pudiese con tal de llenarse los bolsillos. Y no era una época en la que traición se pagase a precio de saldo: Justo Gil desembarca en Barcelona en pleno franquismo y en seguida advierte que la delación puede mantenerlo lejos de la cárcel.
Oriol Pla encarna a Justo Gil, mientras que el resto del reparto lo integran Aura Garrido, Jesús Carroza, Karra Elejalde, Pere Ponce, Nora Navas o Bruna Cusí. En otras palabras, un elenco ante el que no cabe sino rendirse, como han hecho recientemente, al otro lado del océano, con Oriol Pla.
Sin embargo, quizá el galardón más reluciente que tenía en su vitrina el intérprete barcelonés era un Ondas, conseguido gracias a la serie El día de mañana. Dirigida por Mariano Barroso, El día de mañana adapta la celebrada novela de Ignacio Martínez de Pisón, uno de los autores más aclamados de la narrativa española contemporánea y cuya obra ya se había llevado al cine con Carreteras secundarias, protagonizada por Antonio Resines. El día de mañana, de seis episodios, puede verse en Movistar Plus+ y seguramente constituyó la presentación en sociedad del hoy actor de moda.
¿De qué trata 'El día de mañana'?
Llevar a la pantalla El día de mañana es un mérito añadido que hay que otorgarle a Mariano Barroso: el texto es un puzle de testimonios sobre personas que conocieron al protagonista de la novela. Algunas piezas encajan. Otras no. Barroso traslada el juego a la serie con entrevistas a las personas que se cruzaron en la vida de Justo Gil. En la gran mayoría de sus casos, que fueron atropelladas por él.
¿Quién fue Justo Gil? Esa pregunta flota sobre la primera página y plano de El día de mañana y nunca desaparece del todo. Por lo que sabemos, un hombre hecho a sí mismo, con encanto irresistible, que llegó a Barcelona con una madre enferma y, a la manera de un Don Draper ibérico, se labró su fortuna desde abajo. En la subida, no tuvo reparos en descalabrar a cuantos pudiese con tal de llenarse los bolsillos. Y no era una época en la que traición se pagase a precio de saldo: Justo Gil desembarca en Barcelona en pleno franquismo y en seguida advierte que la delación puede mantenerlo lejos de la cárcel.
Oriol Pla encarna a Justo Gil, mientras que el resto del reparto lo integran Aura Garrido, Jesús Carroza, Karra Elejalde, Pere Ponce, Nora Navas o Bruna Cusí. En otras palabras, un elenco ante el que no cabe sino rendirse, como han hecho recientemente, al otro lado del océano, con Oriol Pla.