La gala 11 de Operación Triunfo dejó durante la noche del lunes un duelo que tenía a la audiencia y seguidores acérrimos al programa divididos. Crespo y Guillo Rist llegaban nominados tras una semana de ensayos al límite y muchos nervios acumulados. Dos grandes participantes, solo una plaza para seguir soñando en la academia y poner rumbo a la final.

Guillo defendió su continuidad interpretando Wonder, de Shawn Mendes, con un rollo íntimo y muy medido. Crespo apostó por la potencia urbana de Columbia, de Quevedo, tirando de energía y presencia escénica. El pulso se reflejó en las cifras: 55% frente a 45% de los votos.

Cuando Chenoa abrió el sobre, el plató contuvo la respiración: "El concursante que sigue en la academia es… ¡Guillo Rist!". La reacción fue pura verdad: abrazo instantáneo entre los dos nominados. Detrás, gritos, aplausos y un alivio que traspasaba la pantalla.

Los compañeros ovacionaron a Crespo al grito de "¡Crespo, Crespo!", una despedida cargada de cariño. Chenoa le dedicó un mensaje que no dejó a nadie indiferente: "Eres un tío genial, disciplinado, con una voz estupenda". Y remató: "lo vas a petar fuera seguro, sobre todo por tu actitud".

Crespo cruzó la puerta como ha sido durante todo el concurso: con sonrisa y emoción. Antes de salir, lanzó al público un mensaje claro, porque tras ganar La Voz y quedarse a las puertas de la final, su carrera solo empezaba: "¡Muchísimas gracias, nos vemos fuera!". Un abrazo grupal puso el broche a una gala que ya es historia de OT.