La desaparición de Running Tide no es el final de una historia, sino el principio. Los inversionistas han seguido invirtiendo cientos de millones de dólares en tecnologías experimentales y potencialmente dañinas diseñadas para retener más carbono en el mar, una advertencia de lo que podría venir a medida que crece la demanda de eliminación de carbono.
el océano, el carbono de esas algas, si se hundían en los lugares adecuados, quedaría secuestrado durante más de 800 años en las profundidades marinas. O eso decía la teoría de la industria.La teoría había bastado a Running Tide para vender pequeños paquetes de créditos a Shopify en 2020 y a Stripe en 2021. Pero un pez más grande estaba en su punto de mira: Microsoft. Y para conseguir un gran contrato con la gigante tecnológica, necesitaba pruebas de que su tecnología funcionaría.
un artículo revisado por pares sobre este mismo tema; los flujos de carbono en el Atlántico Norte. Según las décadas de investigación de Ólafsson, era físicamente imposible que el océano absorbiera carbono durante más de seis meses en esos lugares. Cuando WIRED le comunicó esta información, Odlin contó que no conocía a los científicos ni el documento de 2021. "Esto es lo que hacen los académicos. Esto es lo que pasa cuando la gente está atrapada en instituciones y no tiene que vivir en el mundo real", respondió Odlin. "Me importa poco lo que piense ese tipo".Fuera de Islandia, los científicos también empezaron a plantear dudas sobre las técnicas de hundimiento de astillas de Running Tide, basándose en documentos que la empresa publicó en su página web. Recubrir las astillas de madera con polvo de horno de cal y hundirlas son "esencialmente dos procesos mutuamente excluyentes, en mi opinión, en términos de secuestro de carbono", explica James Kerry, investigador principal adjunto de la Universidad James Cook (Australia) y científico marino y climático de la organización conservacionista OceanCare.
reciente informe sobre el flujo de carbono elaborado por Convex Seascape Survey, una colaboración internacional de investigación, descubrió que, una vez alterado el lecho marino, los sedimentos podrían dejar de absorber carbono. Joye también señala que, sin una investigación adecuada, el aumento de la alcalinidad oceánica también podría causar picos en la acidez del océano si atrae mucho carbono al mar que luego no se distribuye en sus aguas profundas, justo lo contrario de lo que las astillas de madera tratadas pretendían lograr.WIRED. Adaptado por Andrea Baranenko.