El Gobierno atraviesa uno de los peores momentos desde que Pedro Sánchez accedió a La Moncloa. Los casos de corrupción y los escándalos de acoso sexual de cargos socialistas han golpeado duramente al Ejecutivo y al PSOE, que se encuentra en una estado de "abatimiento".
El presidente del Gobierno asume que con "contexto no es fácil", pero no contempla el adelanto electoral como exige la oposición y como ya empiezan a ver algunos socios de gobernabilidad, que ante el goteo de casos tienen dudas de que la situación sea sostenible hasta 2027. Sánchez insiste en que han mostrado "contundencia" y retoma un argumento que ya empleó en abril de 2024 cuando se tomó unos días de reflexión. Cree que él y su Gobierno tienen que "aguantar campañas de acoso y mentiras". Lo resume de nuevo en "fango".
Pese a que hasta partidos como el PNV o incluso ERC que tuercen ya el gesto ante el escenario y las circunstancias del Ejecutivo, Sánchez mantiene su hoja de ruta. Los repulicanos han pedido una reunión a Sánche en La Moncloa porque "no se puede pedir a la izquierda del PSOE que haga de paracaídas y trague con todo". Podemos es otro partido, que desde el principio, ha censurado a los socialistas por los escándalos de machismo y corrupción, hablando de "caso PSOE".
"Nos sentimos cargados de determinación, convicción y energía", ha dicho en la rueda de prensa de balance de fin de años. "Vamos a dar lo mejor de nosotros mismo en esta segunda parte de la legislatura".