Francisco J. Carrillo
Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
Lunes, 29 de diciembre 2025, 01:00
... inmortalidad es una aparente sinrazón salvo que medie la creencia en una supra conciencia eterna que sostiene los universos y que nutre el espíritu de cada persona desde el exterior de ella misma. La historia del pensamiento, desde los orígenes hasta el presente de la Inteligencia Artificial (IA), se ha desarrollado en el interior de una 'burbuja blindada', el Planeta Tierra, en la que tiene lugar la evolución de las especies, con un gran ventanal abierto a los universos; en ellos se inserta. El exterior de la 'burbuja' ha repercutido en la evolución del pensamiento que se fue alimentando de sucesivas 'cosmovisiones', al tiempo que la persona descubría la alteridad y la interacción a través del proceso de formación de las sociedades sucesivas, desde la de pequeña escala hasta las de gran escala tecno-estructurales. La 'burbuja blindada' se perpetuó, y sería sorprendente que, entre los 100 mil millones de planetas que se calculan solamente en nuestra galaxia (y se estima hay un billón de galaxias más), no existiera otros pensamientos y otros pensadores.¿Cómo se valora la sublime belleza de un lirio cuya semilla es reproductiva por sí misma y sin derecho de autor, en relación con la belleza magna, irreproducible, de La Pietà de Michelangelo Buonarroti o el Arlequín de Picasso, que son exquisitas re-creaciones? Se generaron grandes pensadores y artistas en prisión, sin la oportunidad de debatir y contrastar pareceres con otras inteligencias 'externas'. El ser humano luchó contra sí mismo. De ahí, que aquí echó raíces el bien y el mal, con guerras, hambre, desigualdades manifiestas, en la que las metas y dirección vienen impuestas por los más fuertes y mejor armados, consecuencia del acotamiento de parcelas.
En el encierro forzado, también hay refugios de paz, solidaridad y fraternidad en medio de 8 mil millones de habitantes en la etapa actual. La demografía histórica afirma no poder calcular la población en un 91 por ciento desde la formación de la Tierra. Sin embargo, con método complejo, se ha llegado a estimar la población mundial desde los orígenes en 110 mil millones que se han reproducido dentro de la 'burbuja cerrada' acompañados, en su gran mayoría por cosmovisiones que influían en su forma de vivir y de hacer. La Era Axial abrió las vías al pensamiento diverso.
La inmortalidad en un 'más allá' parece fue creencia mayoritaria en la historia de la humanidad y se manifestó en prácticas culturales constatadas en la civilización egipcia y en las de las religiones monoteístas, aunque no sólo en ellas. La arqueología ha corroborado tales creencias. Queda como anecdótica la afirmación del Cardenal Richelieu que, con motivo de la fundación de la Académie Française, afirmó: 'Los académicos son inmortales'. Lo sorprendente es que muchos de ellos y de aquellos, aquí, allá y acullá, se lo creyeron. Cabe interpretar que Richelieu se refería a la continuación de la existencia en la posteridad por la producción intelectual.
Los obsesionados por la posteridad pueden llegar a acariciar en vida su reflejo autocomplaciente y autorreferencial durante algún paréntesis de la intrahistoria. Sería patológico confundir posteridad con inmortalidad. El lenguaje es muy explícito: suele decirse: 'Pasó a la Posteridad', semiótica encerrada en la 'burbuja'. No es nada habitual la expresión: 'Pasó a la Inmortalidad', salvo si la palabra se retrotrae al encuentro (hipótesis de trabajo) con el fonema pre cósmico y con la palabra original que fecunda fuera de la Historia.
La inmortalidad es una aspiración post mortem. La posteridad tiene un alcance socialmente más limitado de carácter egocéntrico y más propio de niveles sociales que se consideran superiores. Es prácticamente inexistente en la calificada como clase media o en la clase trabajadora, que piensan, sienten e incluso aman de otra manera.
Como conclusión provisional: ¿Llegará la Inteligencia Artificial (IA) a navegar, y no con naves espaciales, con la inteligencia que se encuentra más allá de los límites de la 'burbuja cerrada', siendo la IA re-creación de esa misma 'burbuja' como lo es toda cultura? ¿Logrará la IA encontrar la palabra más allá del contexto de los universos? ¿Desvelará la IA el misterio de la inmortalidad y, por ende, la hipótesis de una supra conciencia permanentemente fecundadora? Es de lógica sostener que la IA será endogámica como lo es su inicio y será su desarrollo, al igual que es absolutamente endogámica la posteridad, deseada o concedida, puro subproducto de esta fábrica encerrada. Puede sostenerse que la Inteligencia Artificial (IA), aunque llegue a amenazar a la libertad, no subyugará a la conciencia, que es la brújula con mayor belleza del espíritu, de la imaginación, de la dignidad y de la condición humana. Para el bien o para el mal.
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