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Las placas no han sido anunciadas oficialmente y se desconoce si permanecerán de forma permanente. Reuters Trump añade placas a los retratos de Biden y Obama en la Casa Blanca que los ridiculizanEl presidente de Estados Unidos creó en el Ala Oeste el pasado septiembre una galería de fotografías de los anteriores mandatarios que denominó el 'Paseo de la Fama Presidencial'
José Domínguez
Miércoles, 17 de diciembre 2025, 23:54
... en la primera visita que los periodistas hacían a la galería de retratos de los 47 anteriores gobernantes que inauguró en septiembre en la columnata de la Ala Oeste de la Casa Blanca y que él mismo denominó como el 'Paseo de la Fama Presidencial'. Bajo las fotografías se han incluido unas placas con inscripciones grabadas que, especialmente en el caso de Biden y Obama, los critican y ridiculizan.La placa de Obama (2009-2017) hace referencia a su nombre completo, «Barack Hussein Obama», y lo describe como «una de las figuras políticas más divisivas de la historia de Estados Unidos». Además, remarca su segundo nombre, Hussein, en clara alusión a las insinuaciones que el propio Trump promovió durante años sobre su origen.
En cuanto a Bill Clinton (1993-2001), la placa reconoce su «excelente» gestión económica «a pesar de sus escándalos» y recuerda que su esposa, Hillary Clinton, perdió las elecciones contra Trump en 2016.
Halagos a Reagan
Sobre el republicano Ronald Reagan (1981-1989), admirado por el líder republicano, la inscripción asegura que «ganó la guerra fría» y que «era un fan de Donald J. Trump mucho antes de la histórica campaña del presidente Trump a la Casa Blanca».
La galería también incluye una placa dedicada al propio Trump con afirmaciones no verificadas o, al menos, consideradas inexactas. Por ejemplo, se le atribuye haber puesto fin a «ocho conflictos en ocho meses», cifra que no se corresponde con reportes del Departamento de Estado ni de organismos internacionales. También se destaca su presunto impulso a «billonarias inversiones en Estados Unidos», sin detallar fuentes, sectores ni cuantías. Según medios estadounidenses, estas descripciones no están avaladas por datos oficiales, pero forman parte del relato que el presidente ha construido en su segundo mandato.
Esta galería es uno de los muchos cambios que Trump ha ordenado en la Casa Blanca para dejar su huella, siendo el más significativo la construcción en marcha de un gran salón de baile, que implicó la demolición de la histórica Ala Este de la mansión presidencial. Aunque los presidentes pueden modificar elementos decorativos en el complejo, nunca antes se habían utilizado espacios oficiales para difamar a expresidentes o alterar su legado histórico con fines partidistas.
Analistas ven esta acción como parte de una estrategia de comunicación que busca reforzar el culto a la personalidad de Trump y debilitar la figura de sus adversarios políticos incluso en los espacios simbólicos del poder. Los cambios no han sido acompañados por una comunicación formal de la administración, y se desconoce si las placas permanecerán de forma permanente o serán retiradas tras críticas.
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