El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ha publicado un estudio en el que concluye que la inteligencia artificial puede reemplazar al 11,7% de empleados del mercado laboral estadounidense, pertenecientes a los sectores de atención médica, finanzas y servicios profesionales.

Dicho informe se llevó a cabo gracias a un herramienta de simulación laboral llamada Iceberg Index, ofreciendo una visión prospectiva de cómo la IA puede transformar el mercado laboral. Además, funciona como un gemelo digital para reproducir el comportamiento de más de 151 millones de trabajadores, con el objetivo de identificar qué empleos pueden ejecutarse mediante sistemas de automatización.

Según el estudio, las funciones rutinarias dedicadas a los recursos humanos, finanzas, logística y administración son las más probables a ser reemplazadas por los pronósticos de automatización. No obstante, más allá de los posibles puestos de trabajo que pueden ser sustitutos por la inteligencia artificial, el informe tiene el objetivo de ofrecer una visión general sobre los sistemas de IA actuales, que pueden brindar una forma estructurada de explorar escenarios hipotéticos.

Sin embargo, si bien es cierto que el MIT afirma que los sectores de energía nuclear, salud, manufactura y transporte aún dependen en gran medida del trabajo físico, el estudio ofrece cierto aislamiento de la automatización puramente digital porque aún se desconoce cómo se podría utilizar la robótica y los asistentes de IA para fortalecer estas industrias en lugar de debilitarlas.

Otros empleos que serán sustituidos por la IA

No es ninguna novedad que la IA terminará reemplazando a los humanos en determinados puestos de trabajo. Algunos empresarios tecnológicos, como Bill Gates, aseguran que los ingenieros en blockchain, correctores, secretarios, geógrafos, historiadores, contadores, analistas y escritores podrían ser sustituidos por dicha tecnología. Además, según el fundador de Microsoft, el desarrollo de la inteligencia artificial y la generalización de soluciones proporcionarán recursos de alta calidad, por lo que ya no será necesaria la intervención humana en el diagnóstico de enfermedades o en la educación.

Por otro lado, hay algún magnate tecnológico, como Sam Altman, que asegura que las personas dedicadas al servicio de atención al cliente corren cierto peligro porque una IA hará mejor dicho trabajo. No obstante, la afirmación del CEO de OpenAI no debe malinterpretarse como una clara amenaza, puesto a que considera que se trata de una transición hacia nuevas funciones.

Como conclusión, queda claro que la IA se encargaría de las tareas rutinarias o repetitivas, que tienden a ocupar la gran parte de la jornada laboral de los trabajadores actualmente. Por lo tanto, esto permitiría que el tiempo que se dedica al trabajo se redujese y que los empleados tuvieran más tiempo libre sin reducir la productividad.