Hubo un tiempo en el que usar una VPN sonaba a cosa de hackers. Pero seamos serios, en 2025, navegar por internet "a pelo" es casi un deporte de riesgo, especialmente si eres de los que viaja y se conecta a la primera red WiFi abierta que encuentra en el aeropuerto o en la cafetería de moda.
Tener una VPN ya no es una excentricidad, es una herramienta fundamental si te preocupa mínimamente tu privacidad y la seguridad de tus datos. Es el equivalente digital a cerrar la puerta de casa con llave: no lo haces porque tengas algo que esconder, sino porque no quieres que cualquiera entre y husmee en tus cosas.
Y si hablamos de blindar tu conexión, hay un nombre que destaca por encima del resto: ExpressVPN. Es cierto que el mercado está saturado de opciones, algunas incluso gratuitas, de las que deberías huir como de la peste, porque si el producto es gratis, el producto eres tú.
Es la herramienta que recomiendas a tu amigo que no tiene ni idea de informática porque, sencillamente, funciona. Sin complicaciones, sin menús eternos y, sobre todo, sin sacrificar la velocidad, que suele ser el talón de Aquiles de estos servicios.
Una de las grandes novedades que ha hecho que ExpressVPN sea aún más atractiva recientemente es la ampliación de su límite de dispositivos. Ahora permite hasta 10 conexiones simultáneas con una sola suscripción –en su plan Básico actual, aunque hay planes superiores que permiten incluso más–.
Esto cambia las reglas del juego por completo. Ya no tienes que elegir entre proteger tu móvil o tu portátil; puedes tener una VPN activa para ti, para tu pareja, para los niños y hasta compartirla con algún amigo de confianza. Con diez huecos, cubres prácticamente todas las pantallas de una casa moderna sin despeinarte.
Pero, ¿qué la hace tan rápida? El secreto está en Lightway, su protocolo propio. Mientras otros servicios siguen dependiendo de tecnologías antiguas y pesadas, ExpressVPN ha construido su autopista desde cero.
El resultado es que apenas notas que la tienes activada. Las páginas cargan al instante, los vídeos no se quedan "pensando" –el temido 'buffering'– y las descargas vuelan. Es la VPN ideal para quienes quieren seguridad pero no tienen paciencia.
Además de la velocidad, la seguridad es de grado militar. Utilizan encriptación AES-256, la misma que usan los bancos y los gobiernos para proteger secretos de estado.
Pero lo más interesante es su tecnología TrustedServer. Básicamente, sus servidores funcionan solo con memoria RAM, no con discos duros. Esto significa que cada vez que se reinician, toda la información se borra físicamente. No guardan registros de actividad, ni de conexión, ni de nada. Si alguien les pidiera tus datos, literalmente no tendrían nada que entregar.
Y no nos engañemos, mucha gente se da de alta en una VPN por el ocio. ExpressVPN es una bestia desbloqueando contenido. Con servidores en más de 105 países, puedes "teletransportarte" virtualmente a cualquier lugar para acceder al catálogo de Netflix de Estados Unidos o jugar en servidores de otras regiones.
Tener una VPN ya no es una excentricidad, es una herramienta fundamental si te preocupa mínimamente tu privacidad y la seguridad de tus datos. Es el equivalente digital a cerrar la puerta de casa con llave: no lo haces porque tengas algo que esconder, sino porque no quieres que cualquiera entre y husmee en tus cosas.
Y si hablamos de blindar tu conexión, hay un nombre que destaca por encima del resto: ExpressVPN. Es cierto que el mercado está saturado de opciones, algunas incluso gratuitas, de las que deberías huir como de la peste, porque si el producto es gratis, el producto eres tú.
Es la herramienta que recomiendas a tu amigo que no tiene ni idea de informática porque, sencillamente, funciona. Sin complicaciones, sin menús eternos y, sobre todo, sin sacrificar la velocidad, que suele ser el talón de Aquiles de estos servicios.
Una de las grandes novedades que ha hecho que ExpressVPN sea aún más atractiva recientemente es la ampliación de su límite de dispositivos. Ahora permite hasta 10 conexiones simultáneas con una sola suscripción –en su plan Básico actual, aunque hay planes superiores que permiten incluso más–.
Esto cambia las reglas del juego por completo. Ya no tienes que elegir entre proteger tu móvil o tu portátil; puedes tener una VPN activa para ti, para tu pareja, para los niños y hasta compartirla con algún amigo de confianza. Con diez huecos, cubres prácticamente todas las pantallas de una casa moderna sin despeinarte.
Pero, ¿qué la hace tan rápida? El secreto está en Lightway, su protocolo propio. Mientras otros servicios siguen dependiendo de tecnologías antiguas y pesadas, ExpressVPN ha construido su autopista desde cero.
El resultado es que apenas notas que la tienes activada. Las páginas cargan al instante, los vídeos no se quedan "pensando" –el temido 'buffering'– y las descargas vuelan. Es la VPN ideal para quienes quieren seguridad pero no tienen paciencia.
Además de la velocidad, la seguridad es de grado militar. Utilizan encriptación AES-256, la misma que usan los bancos y los gobiernos para proteger secretos de estado.
Pero lo más interesante es su tecnología TrustedServer. Básicamente, sus servidores funcionan solo con memoria RAM, no con discos duros. Esto significa que cada vez que se reinician, toda la información se borra físicamente. No guardan registros de actividad, ni de conexión, ni de nada. Si alguien les pidiera tus datos, literalmente no tendrían nada que entregar.
Y no nos engañemos, mucha gente se da de alta en una VPN por el ocio. ExpressVPN es una bestia desbloqueando contenido. Con servidores en más de 105 países, puedes "teletransportarte" virtualmente a cualquier lugar para acceder al catálogo de Netflix de Estados Unidos o jugar en servidores de otras regiones.