Alex Costa, un endocrino, ex culturista e influencer, está investigado por liderar una red criminal de tráfico de medicamentos ilegales y dopantes con la que presuntamente acumuló un "patrimonio oculto" de más de 1,5 millones de euros en el extranjero.
Ahora, los Mossos d'Esquadra han desarticulado la trama con un operativo especial, desplegado el pasado 26 de noviembre y que ha permitido detener a nueve personas -ocho hombres, entre ellos el protagonista, y una mujer- de entre 34 y 74 años. Los arrestados están acusados de importar y distribuir fármacos no autorizados amparados en una supuesta actividad médica reglada y ejercida por Costa.
El principal investigado, el médico endocrinólogo ex culturista, era el encargado de prescribir los medicamentos ilegales después de captar a posibles clientes a través de las redes sociales e incluso de consultas que realizaba on line. Entre los fármacos destaca el uso de hormona del crecimiento como producto estrella de la organización debido a su alto coste y beneficio económico. Este medicamento es empleado en el mundo del culturismo para favorecer el aumento de la fuerza y la calidad muscular, reducir la grasa y ampliar el efecto de los esteroides.
Los fármacos provenientes de los llamados laboratorios Under, nombre con el que se conoce en el mercado ilícito en las plataformas de distribución ilegales de medicamentos o sustancias dopantes ficticias bajo la apariencia de laboratorios reales, llegaban camuflados como productos cosméticos desde los países bálticos para su posterior condicionamiento.
En los registros, los agentes encontraron 250.000 euros en efectivo, 40.000 comprimidos, 2.500 viales de hormona de crecimiento y más de 500 pastillas para la mejora de la condición sexual.
"Tomar estas sustancias sin la supervisión médica adecuada cuando una persona tiene una producción testosterona normal, por ejemplo, puede producir riesgo de trombosis, ictus y posibles enfermedades cardiovasculares", ha explicado la la doctora Núria Vilarrasa, jefa de Endocrinología del Hospital de Bellvitge, sobre los efectos de la prescripción irregular de este tipo de fármacos.
La investigación comenzó en enero de 2025 tras encontrar indicios de que la organización tenía una infraestructura sólida de reparto de medicamentos falsos y otras sustancias a clientes que las compraban por redes sociales o webs especializadas.
La venta de estos medicamentos generó grandes beneficios para la red. Según fuentes de la investigación, Costa cobraba a sus clientes a través de transferencias a una cuenta suya en el extranjero o con dinero en efectivo y en mano. Aquí es donde entra la Unidad de Blanqueo de los Mossos, que cifra en más 1,5 millones de euros el patrimonio oculto. El investigado blanquebaba el capital con la compra de vehículos de alta gama e inmuebles, aquí y fuera del país, según fuentes policiales. Y entre estos bienes encontraron un curioso objeto para ello: cartas de rol por valor de más de 50.000 euros cada una que habría adquirido para revenderlas luego por el mismo importe o incluso superior.