- DAVID CASALS Barcelona
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Se licita por 107 millones de euros la construcción y explotación de unas instalaciones que producirán energía renovable a partir de residuos orgánicos que se generan en el Vallès Occidental.
Con más de 960.000 habitantes, el Vallès Occidental es la segunda comarca más poblada de Catalunya y sus municipios apuestan por la biometanización. Se trata de un proceso que permite producir energía de origen renovable a partir de la materia orgánica que se deposita en los contenedores de color marrón.
Estos residuos generan unas emisiones que, tras un proceso de tratamiento y limpieza, pueden reconvertirse en biometano, que luego se inyecta a la red de distribución de gas natural. Este recurso, junto al hidrógeno verde, está llamado a desempeñar un papel central en la descarbonización de la economía.
El Consorci per a la Gestió de Residus del Vallès Occidental está formado por 19 de los 23 municipios de la comarca, y en breve se incorporarán dos más. Esta entidad cuenta con un complejo en Terrassa, Can Barba, que en la actualidad procesa 25.000 toneladas anuales de desechos orgánicos. Es una cantidad por debajo de la que se genera en la comarca, por lo que en la actualidad una parte de los desperdicios se derivan a otras instalaciones.
Ahora, el recinto egarense se ampliará y su concesión está en proceso de licitación por 106 millones de euros (IVA incluido). Hay cuatro candidatos: Valoriza Servicios Ambientales y tres alianzas empresariales formadas por Prezero y Constructora de Calaf; Veolia y su participada Aquambiente; y Urbaser y FCC Medio Ambiente.
Además de construirla, el adjudicatario se ocupará también de su explotación durante diez años. El consorcio expone en los pliegos de contratación que, a partir de 2028, el concesionario podrá ingresar entre 2,2 millones y 2,9 millones de euros anuales procedentes de la venta de biometano a la red gasística. Son casi 26 millones acumulados en diez años.
Can Barba abrió en 2003, coincidiendo con la puesta en marcha de la recogida selectiva de materia orgánica. Las instalaciones se reformaron en 2006 y 2020 y ahora, con los fondos europeos Next Generation, las instalaciones acometerán un salto de dimensión y procesar hasta 60.000 toneladas anuales.
De esta forma, la entidad pública busca dar cumplimiento a los objetivos de la UE, que fija en el 55% el porcentaje de residuos que deben reciclarse este año; el 60%, en 2030, y el 65%, en 2035. Según la Generalitat, el dato en 2024 se situó en el 44,35% en esta comarca, por debajo de la media catalana (47,1%), que también está lejos del indicador comunitario.
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