Saturday, 06 de December de 2025
Economía

De la idea al mercado: qué debe saber para crear una 'start up'

De la idea al mercado: qué debe saber para crear una 'start up'
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Emprender nunca ha sido tan accesible, pero tampoco tan exigente. Aceleradoras, fondos de inversión y expertos señalan que las 'start up' que avanzan más rápido son las que validan antes, priorizan mejor y ejecutan con un foco claro. Leer
EmprendedoresDe la idea al mercado: qué debe saber para crear una 'start up' 1 DIC. 2025 - 16:36

Emprender nunca ha sido tan accesible, pero tampoco tan exigente. Aceleradoras, fondos de inversión y expertos señalan que las 'start up' que avanzan más rápido son las que validan antes, priorizan mejor y ejecutan con un foco claro.

Crear una start up exige mucho más que una idea brillante: requiere disciplina, claridad estratégica, un buen equipo y una ejecución rigurosa. La idea debe resolver un problema real o cubrir una necesidad clara en el mercado, con una propuesta de valor diferenciada y posibilidades de escalar.

Pero la idea no basta. Es esencial montar un equipo fundador sólido, con habilidades complementarias y capacidad de adaptarse al cambio; definir un producto mínimo viable -algo funcional que permita probar la propuesta cuanto antes con usuarios reales- y validar que existe demanda. Marcos Alves, socio de LUDA Partners, explica que "la flexibilidad y la agilidad son dos ventajas de una start up. Lanzar versiones mínimas viables permite recibir feedback real y ajustar sobre la marcha. Buscar la perfección antes de lanzar suele ser una trampa que retrasa o impide salir al mercado".

Y no se debe olvidar un plan de negocio realista: modelo de ingresos, proyecciones, mercado objetivo, estrategia de ventas y un entendimiento claro de para qué necesitará financiación.

"En SeedRocket buscamos start up TIC, del sector de Internet o dispositivos móviles, en fase inicial, que aporten innovación y con una propuesta de valor atractiva", explica Kasia Adamowicz, global manager de SeedRocket, quien destaca la importancia de que los proyectos tengan la primera versión del producto ya desarrollada, un equipo polivalente formado y dedicado full time, y tracción demostrable.

El valor del equipo fundador

Fran Rull, director de proyectos de Lanzadera, explica que la aceleradora tiene criterios muy claros para aceptar una start up: "Es imprescindible que el CEO esté dedicado a tiempo completo". Rull valora los equipos fundadores con experiencia previa en el sector, roles complementarios, mercados grandes y propuestas de valor sólidas, así como tracción comercial demostrable. "El objetivo final no es que las empresas capten financiación. Hay que priorizar que generen flujo de caja vía clientes".

Para Carlos Blanco, fundador de Encomenda Capital Partners, la selección estratégica del equipo es vital en los primeros pasos de creación de un proyecto. "Hay que emprender en equipo con dos, tres o cuatro personas. No escoger a las personas adecuadas es uno de los grandes errores". Precisamente para asegurar una buena relación futura entre los fundadores Blanco insiste en la importancia de contar con un pacto de socios desde el principio: "Según las estadísticas, dos tercios de los cofundadores no van a estar en la compañía en los siguientes tres años de su nacimiento. Es muy importante dejar por escrito, desde el principio, cuestiones como las cláusulas de salida de los socios. El día que haya conflicto entre ellos va a ser muy difícil negociar ese aspecto. Si se tienen claros los términos desde el inicio, será más fácil la salida".

Marcos Alves recuerda que "muchas start up nacen entre amigos o personas de confianza, pero eso no elimina la necesidad de un pacto de socios. Al revés, lo hace más relevante. Coincide con Blanco en que esto evitará conflictos futuros, y protegerá tanto a los fundadores como a futuros inversores o socios. El pacto de socios es algo que se hace en tiempos de paz para evitar tiempo de guerra".

Blanco añade que el pacto de socios debe aclarar el hecho de cómo va a gestionar la compañía la recuperación del equity de los emprendedores que se van o que no funcionan.

Leticia Domínguez, Socia de Mercantil/M&A de Ecija, explica que un pacto de socios debe asegurar un buen gobierno corporativo, definir cómo se adoptan las decisiones estratégicas y establecer la composición del órgano de administración. "También deben fijarse materias reservadas que requieran mayorías reforzadas, derechos de veto, compromisos de exclusividad y no competencia de los fundadores y mecanismos de vesting para evitar que un cofundador que abandona pronto retenga un porcentaje significativo"

Enrique Linares, fundador de Plus Partners y LetGo, subraya igualmente el valor que tiene crear un buen equipo: "El mercado puede girar y la tecnología puede cambiar, pero el verdadero valor a ocho o diez años vista está en un grupo de fundadores con talento, compromiso y ambición de largo recorrido".

Por su parte Íñigo Laucirica, socio de Samaipata, explica que aunque el equipo pesa más que cualquier otro factor, el mercado y la tecnología también tienen su relevancia: "Todo tiene su peso, pero sin un equipo sólido, lo demás difícilmente se sostiene".

Evitar errores

Uno de los errores más frecuentes en los modelos de negocio de start up principiantes, según Laucirica, es la falta de priorización. "Tanto en producto, como en distribución o en equipo, los recursos son limitados y la información necesaria para acercarse al product market fit se revela iterando rápido en los vectores más relevantes".

También advierte sobre los fallos al preparar un pitch: "Hay muchos excesivamente ingenuos. Un emprendedor que identifica correctamente las causas de muerte más probables de su compañía -y sabe qué debe lograr para esquivarlas- genera más confianza que un pitch excesivamente optimista".

Ignacio Valledor, CEO Iberia y 'corporate' CMO en Eugin Clinics, cree que emprender sí se puede enseñar. "La personalidad ayuda, pero donde realmente cambian las cosas es en el método: hablar con clientes, diseñar experimentos, leer métricas, entender la caja, contar bien la propuesta y saber vender".

Otro error común es confiar demasiado en los primeros datos de captación y asumir que eso garantiza que la start up escalará: "Lo que realmente indica si estás resolviendo un problema de verdad es la retención. Si los usuarios se quedan, vuelven y repiten, vas bien", aclara Valledor.

En los programas de ESADE Entrepreneurship Institute, Annelore Huyghe observa un patrón que se repite entre los emprendedores en etapas iniciales: el miedo a fallar. "Muchos fundadores retrasan el momento de probar su idea porque creen que todo debe estar perfecto antes de salir al mercado".

Un obstáculo habitual es la tendencia a enamorarse de la solución antes de comprender a fondo el problema. Según Huyghe, esto deriva en productos cargados de funcionalidades innecesarias que no responden a necesidades reales del cliente: "Cuando los fundadores redirigen su atención a validar rigurosamente el problema, las soluciones se vuelven más simples, más nítidas y mucho más efectivas".

Para Iñaki Berenguer, inversor a través de LifeX Ventures, hay un elemento que nunca falla al evaluar una start up: "Necesito ver ambición y un hambre irracional por ejecutar con velocidad, una visión grande desde el primer momento y un mercado lo suficientemente amplio que esté cambiando". Berenguer añade un fallo recurrente entre los emprendedores primerizos, que es no tener una hipótesis clara de cómo llegarán a los clientes. Un buen canal de distribución puede ser más valioso que un producto excelente".

La primera señal que busca LifeX Ventures es el crecimiento, incluso aunque todavía no haya eficiencia en márgenes. Otro elemento clave es el momentum: que la trayectoria profesional de los fundadores haya ido claramente al alza en los últimos cinco años. "Hay que evitar la falta de claridad, la ausencia de foco o no tener un prototipo cuando la tecnología ya permite construir con pocos recursos", explica Berenguer.

También Enrique Linares detecta fallos entre los que emprenden por primera vez y se refiere al error de haber levantado capital de business angels poco adecuados o demasiado pronto, a valoraciones bajas que terminan diluyendo en exceso a los propios fundadores.

Linares añade "equiparar la adopción del producto con monetización. Crecer en usuarios no sirve de nada si no está claro cómo se van a generar los ingresos". Y a esto se suma que la propuesta sea "demasiado generalista", lo que resta especialización y dificulta la diferenciación frente a los competidores.

Cómo evaluar un modelo

Para Sonia Fernández, socia de Kibo Ventures, cuando se analiza una compañía en fases iniciales, lo esencial es entender cómo va a crecer y cómo va a ganar dinero. El crecimiento y la retención de clientes son las variables que definen la evolución del negocio y, en ese análisis, métricas como el CAC o el LTV no pueden interpretarse de forma aislada. "Todas son piezas de un mismo engranaje que determina si el modelo puede escalar y llegar a ser rentable".

A pesar de la moderación global del capital riesgo, Fernández considera que el acceso a la inversión vive un momento especialmente positivo. "Hay mucho capital disponible y muchos fondos listos para invertir. Esto hace que ahora sea un muy buen momento para emprender", afirma. El sector acumula niveles elevados de dry powder, capital disponible que deberá desplegarse en los próximos años.

Cuestiones legales

Desde el punto de vista jurídico, Cristina Villasante, socia de TMT/IT de Ecija, explica que los fallos más frecuentes se originan desde el propio nacimiento.

"Las start up suelen surgir de una idea entre una o varias personas que confían entre sí, y esa confianza lleva a dejar para más adelante cuestiones fundamentales, que son precisamente las legales".

En materia de protección de activos, Cristina Villasante explica que el primer paso es identificar cuáles son los intangibles clave: "En función de su naturaleza, las vías de protección serán distintas". En su opinión, una buena estrategia combina herramientas contractuales con el registro de marcas o patentes y la protección del software mediante depósitos notariales o inscripción en el Registro de Propiedad Intelectual. "Una protección temprana evita litigios y aumenta el valor de la empresa ante los inversores".

La elección de la forma jurídica es uno de los primeros pasos, y Leticia Domínguez apunta que, para la mayoría de proyectos tecnológicos, la recomendación habitual es constituir una Sociedad de Responsabilidad Limitada, que "permite empezar rápido, con un capital moderado y sin poner en riesgo el patrimonio personal".

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Fuente original: Leer en Expansión
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