El escándalo desatado a raíz de la gestión de las denuncias contra Francisco Salazar, a quien dos trabajadoras de La Moncloa acusan de comportamientos machistas, ha impactado de lleno en el plan del PSOE para tratar de taponar la sangría en su voto femenino. La preocupación por este asunto ha adquirido tal dimensión que la responsable de Igualdad, Pilar Bernabé, convocó el miércoles por la noche de urgencia a las responsables en esta materia de las federaciones y a las portavoces en los parlamentos para tratar de abordar la crisis, aunque no logró mitigar el "enfado" de un sector del partido.
En Ferraz llevaban meses tratando de amortiguar el impacto que causó el casting de prostitutas realizado por ex ministro José Luis Ábalos y de su hombre de confianza, Koldo García, cuyas conversaciones al respecto salieron a la luz a raíz de la investigación de la presunta implicación ambos en el cobro de comisiones ilegales, y los fallos en las pulseras antimaltrato. A esto se añade el enorme desgaste que ya se acumulaba por las excarcelaciones de violadores en aplicación de la ley del sólo sí es sí y que se había tratado de paliar con anuncios como el intento de blindaje del derecho al aborto a través de la Constitución.
Las denuncias contra Salazar -publicadas por eldiario.es- desbaratan ahora todo el esfuerzo pedagógico y propositivo de los socialistas por revertir esta situación. Los testimonios de estas trabajadoras de Moncloa comunicados de forma anónima a través del canal interno del partido apuntan que "salía del baño que tenía en su despacho a medio vestir y no se subía la cremallera hasta que estaba cerca de tu cara"; que "escenificó un día en medio del despacho una felación con todo lujo de detalles sin venir a cuento" mientras que "en privado sobrepasaba otras líneas"; y que "llegaba por la mañana y te decía el buen culo que te hacía ese pantalón o te pedía que le enseñaras el escote".
El voto femenino fue determinante en el resultado del presidente del Gobierno en 2023 que le permitió mantenerse por la mínima al frente de La Moncloa, con un peso del 64%. El mensaje sobre los retrocesos que para las mujeres supondría una coalición de PP y Vox copó buena parte de su estrategia y tuvo su efecto en el público al que iba dirigido. Las polémicas han llegado a reducir este nicho electoral del socio mayoritario de la coalición en dos puntos y medio según los últimos sondeos.
Investigación interna
Según adelantó eldiario.es el lunes, las denuncias interpuestas hace cinco meses se borraron del canal interno del PSOE entre finales de octubre y principios de noviembre sin que nadie hubiera contactado con las autoras de las mismas. En la información se adelantaba también que, tras la llamada de este medio para preguntar por dicho asunto, el político sevillano se había dado de baja como militante el jueves de la semana pasada y que por lo tanto la dirección federal consideraba inútil seguir adelante con la investigación.
Ese mismo día en la sede de Ferraz precisaron que "la pérdida de condición de afiliado no supone en ningún caso el fin del procedimiento" para indagar internamente sobre estos hechos y que la Comisión Antiacoso redactará un informe al respecto que remitirá a la Secretaría de Organización y a las partes. "Este partido no minimiza la gravedad del acoso y no protegerá jamás a quienes lo practiquen. A la vez, respeta la presunción de inocencia y los protocolos establecidos", precisó la portavoz, Montse Mínguez.
Sobre el borrado de las denuncias, la explicación que dio la dirección socialista es que se produjo una "interrupción momentánea del acceso al canal de comunicación por parte de las denunciantes anónimas" que no fue "un error", sino "una acción automatizada del propio sistema para la protección de los datos personales", y que se recuperaría "a la mayor brevedad posible".