PolíticaEl Congreso noquea al Gobierno: 178 votos cierran la primera puerta a los Presupuestos prometidos por Sánchez
El 'no' de PP, Vox, UPN y Junts, y la abstención de Podemos y Més-Compromís, tumban la propuesta de déficit y techo de gasto para 2026. Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y Aína Vidal no votaron

• FacebookX - TwitterWhatsAppTelegramLinkedInCopiar enlaceEnviar por email
• 166 comentariosLa reacción de Montero tras tumbarse su propuesta de senda de déficit en el CongresoMarisa Cruz MadridMadridActualizado Jueves, 27 noviembre 2025 - 13:31
• Política Los socios de Sánchez sospechan de un adelanto electoral mientras se desmorona su coalición
• Congreso Junts cierra también la puerta a apoyar medidas de vivienda del Gobierno: "Harto del festival de propuestas estrafalarias"
Una mayoría de 178 votos -PP, Vox, UPN y Junts- junto cinco abstenciones -Podemos y Més Compromís-, han propinado al Gobierno el mayor mazazo en lo que va de legislatura tumbando la senda de déficit, el paso imprescindible para la presentación del que sería el primer proyecto de Presupuestos del Estado en lo que va de mandato.

El golpe alienta un poco más las perspectivas de adelanto electoral ante un escenario de Ejecutivo sin mayoría parlamentaria, imposibilitado para aprobar iniciativas importantes y sin cuentas para el conjunto del país. No obstante, la llamada a las urnas depende en exclusiva de la voluntad del presidente y, de momento, Pedro Sánchez asegura estar dispuesto a mantenerse en el poder pese a todos los obstáculos. Hoy, el presidente del Gobierno ha sido unos de los tres diputados, junto a José Luis Ábalos y Aína Vidal (Sumar), que no han acudido a votar.

El Gobierno tendrá ahora, porque así lo establece la ley, que llevar nuevamente su propuesta a la Cámara -la misma o retocada- para que se celebre una nueva votación que, sin duda volverá a ser negativa. A partir de ese momento, y si cumple con su reiterada promesa de presentar Presupuestos, estos tendrán que acomodarse a la senda de estabilidad fiscal y al techo de gasto de 2025. La iniciativa que hoy ha tumbado la Cámara contemplaba un objetivo de déficit del 0,1% para las Comunidades Autónomas y un nivel de gasto para el conjunto del Estado de 212.000 millones de euros.

La mayoría de los grupos parlamentarios, y el propio Gobierno también, son conscientes de que el proyecto de cuentas del Estado tiene pocas -o ninguna- posibilidades de ver la luz. El Ejecutivo, no obstante, asegura que lo remitirá a la Cámara, un paso que no tiene fecha prevista y podría alargarse cuanto quisiera el presidente a la espera de poder convertir el fracaso anunciado en el Congreso en el pistoletazo de salida de una campaña electoral.

El golpe recibido hoy se daba por descontado desde hace semanas. Sin embargo, la confirmación de que sería inevitable se produjo hace un mes, cuando Junts anunció su decisión de romper definitivamente con el Gobierno retirándole el apoyo de sus siete votos, los mismos que fueron imprescindibles para que Sánchez pudiera sacar adelante su investidura hace dos años.

Finalmente, además de Junts y el bloque de la derecha, se han sumado al varapalo restándole apoyos al Ejecutivo, los cuatro diputados de Podemos más la representante de Més-Compromís. Un 'sí' de estos cinco escaños no habría sido suficiente para salvar la propuesta gubernamental pero su abstención en este caso ha sido algo más que simbólica porque pone de manifiesto que los cimientos que sostienen la presidencia de Sánchez son de barro.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido en que el Gobierno se "dejará la piel" para tratar de aprobar unos Presupuestos que permitirán "seguir avanzando" en un camino de "progreso" y "blindaje del Estado del bienestar". La vicepresidenta primera ha querido poner el foco en los beneficios que tendrían las cuentas para los jóvenes, para el empleo y para las Comunidades Autónomas. "Somos motor económico en Europa, lideramos el crecimiento y tenemos récord de empleo", ha afirmado para hacer hincapié en los "logros" del Gobierno progresista. "Los Presupuestos serán una vacuna frente a la desigualdad", ha recalcado antes de asegurar que el Ejecutivo está decidido a "seguir gobernando".
Juan Bravo (PP), durante su intervención.Chema MoyaEfe"Esto se tiene que acabar"
Desde el PP se ha insistido en la inestabilidad del Gobierno, en sus exiguos apoyos y en todas las ocasiones en las que el Ejecutivo ha dicho "ahora sí, ahora sí" y al final incumplió. Para los populares, todo es un simple parapeto, una cortina tras la que esconderse ante los casos de corrupción. Su portavoz, Juan Bravo, ha insistido en que el PP prefiere "el dinero en el bolsillo de los españoles y no en el de Montero o en el de Sánchez".

Para Vox, todas las cifras y previsiones del Gobierno son falsas y parten de un PIB "manipulado al alza" por la predecesora de Montero, Nadia Calviño. "Ustedes reparten el dinero de los españoles, cada martes en el Consejo de Ministros, en infinitas mierdas que no redundan en el beneficio de los españoles y esto se tiene que acabar", ha clamado el diputado de Vox, José María Figaredo.

El representante de Sumar, Carlos Martín, ha reseñado que el crecimiento del país ha sido gracias a que la falta de Presupuestos se ha suplido con la llegada de fondos europeos. Un "esquema virtuoso", ha dicho, que está a punto de finalizar porque además de carecer de Cuentas del Estado, el dinero de Europa "va a acabarse". Para esta formación, integrada en el Ejecutivo, es imprescindible un pacto de rentas que acabe con la devaluación de los salarios, e introducir un impuesto a las empresas a lo largo de la cadena de producción y poner fin al rentismo en la vivienda topando los alquileres. Sumar ha instado a la oposición a elegir "entre bloqueo o progreso".

ERC ha reivindicado para Cataluña el "máximo de recursos posibles". Esta formación ha apoyado el techo de gasto para empezar a negociar los Presupuestos y la "financiación singular" que acordaron bilateralmente con el Gobierno y ello a pesar de que, ya de entrada, pone muchas pegas a las obligaciones de austeridad para las CCAA con el objetivo de que "el Estado pueda hacer más gasto en partidas como la de Defensa". Según ERC, el aumento de la recaudación "no la nota nadie".

Junts, por boca de su diputado Josep María Cruset, ha insistido en la falta reiterada de Presupuestos. "De ocho años ustedes sólo han aprobado tres. Cualquier ministro en su lugar habría dimitido por "incapacidad" y ahora nos trae la misma propuesta que el año pasado y que ya le tumbamos", ha afirmado. Junts ha enfrentado a Montero con "la realidad de la falta de mayoría parlamentaria, el nivel récord de los impuestos, la falta de vivienda y las okupaciones, la falta de transparencia, los datos de ejecución presupuestaria en Cataluña...". "No puede contar con nuestros votos. A no ser que cuente aprobar los Presupuestos con el PP, usted no tendrá Presupuestos. Ustedes y su soberbia han bloqueado la legislatura y hoy todo el mundo va a ver como dejan ustedes al país sin Presupuestos", ha zanjado Cruset.

Bildu ha demostrado una vez más ser el aliado fiel del Congreso. Óskar Matute ha reclamado transformaciones de calado que pasen por reclamar más impuestos a los bancos, subir las pensiones y el salario mínimo interprofesional y convertir la vivienda en un derecho aplicable. Todo ello sería posible con el techo de gasto que propone el Ejecutivo. Bildu y el PNV han votado a favor de la propuesta del Gobierno. También lo ha hecho el BNG y Coalición Canaria.

No así Podemos, que ha mantenido en pie sus exigencias de recorte del gasto militar e intervención del mercado de la vivienda. Para los morados la pretensión del Ejecutivo es utilizar el fracaso anunciado de sus Cuentas para empezar ya la campaña con vistas a un adelanto electoral. Podemos se ha abstenido.

UPN ha centrado su intervención en la "cuenta atrás" en la que se encuentra el Gobierno. Su diputado ha urgido al Ejecutivo a "no prolongar la agonía, dar la palabra al pueblo y convocar elecciones". La diputada de Més-Compromís, Águeda Micó, que ha optado por la abstención, ha incidido en la infrafinanciación que padece la Comunidad Valenciana como razón fundamental para no dar apoyo a la propuesta del Ejecutivo.