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Casi uno de cada cuatros euros de la financiación para las prestaciones contributivas procede de la recaudación tributaria.
Más de 50.000 millones de euros es el volumen desorbitado de las inyecciones presupuestarias que ha realizado el Estado a la Seguridad Social para poder cubrir el gasto en pensiones durante 2025. Hasta el mes de noviembre, las transferencias ascendieron a un total de 50.890 millones de euros, lo que supone un 9,9% más que en el pasado año. Significa que prácticamente uno de cada cuatro euros (23,4%) con los que se financian las pensiones contributivas ya procede de los impuestos, es decir, más allá de los ingresos ordinarios por cotizaciones.
Esto, sumado a los ingresos por cotizaciones (162.031 millones, lo que supone un crecimiento del 6,8% respecto al año, 10.426 millones más) y el resto de operaciones corrientes y no financieras hacen un total de 215.400 millones de euros para hacer frente a los compromisos de gasto. Si se restasen los casi 51.000 millones de transferencias y los 4.505 millones que corresponden a la recaudación del mecanismo de equidad intergeneracional, cuyas cuotas son finalistas y se destinan a reflotar el Fondo de Reserva, supondría que los recursos ordinarios para afrontar la factura serían 159.895 millones de euros. Una cifra que está lejos del gasto de 207.530 millones de euros.
Cabe recordar que el departamento que dirige Elma Saiz calcula que la conocida como hucha de las pensiones cerrará el año en cerca de 14.000 millones de euros. Este año, con la cuota del 0,8% del mecanismo de equidad intergeneracional el remanente recaudado por esta vía crece a un ritmo del 32,7%.
La diferencia entre esta cifra y los ingresos ordinarios equivaldrían al déficit contributivo del sistema, que son prácticamente los 50.000 millones que se inyectan de la recaudación general de impuestos, equivalente a 3,2 puntos del PIB. Por el contrario, teniendo en cuenta todas las líneas de financiación, el sistema registra un saldo positivo de 7.870 millones de euros, un 0,5 % del PIB.
"Si se toman como referencia los datos del último ejercicio que no estuvo afectado por la pandemia, 2019, el incremento de las cotizaciones es de 48.404 millones de euros (un 42,6 % más)", celebra el Ministerio sobre los datos de ejecución presupuestaria, señalando que en el análisis mensual comparativo se observa que en noviembre los ingresos por cuotas se cifraron en 14.919 millones de euros, 4.494 millones de euros más que el mismo mes de 2019.
El coste de las bajas
Un elemento que acelera el aumento de la factura, más allá de las pensiones contributivas, es la prestación para la cobertura de la incapacidad temporal. Hasta noviembre, el coste de las bajas laborales para el sistema ascendió a los 16.642 millones de euros, lo que supone un 13,7% más que en el pasado ejercicio. El incremento del gasto ha obligado además a realizar modificaciones presupuestarias para poder acomodar la partida al esfuerzo requerido. La Seguridad Social se ha visto obligada a inyectar 6.149 millones de euros más, lo que supone un incremento sobre al partida inicial del 52%. La previsión a cierre de año es de casi 18.000 millones de gasto en las bajas laborales.
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