Ficciones ParlamentariasEl Gobierno en el último trapecio y las "infinitas mierdas" de Vox
La votación contraria a la senda de déficit en el Congreso contra el Gobierno de Sánchez da una vuelta de tuerca más a la extenuación de Moncloa mientras la entrada en prisión de Ábalos lo unta todo
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• 40 comentariosMaría Jesús Montero sale del hemiciclo tras la desaprobación de la senda de déficit.EFEAntonio LucasActualizado Jueves, 27 noviembre 2025 - 22:40
• Política El Congreso noquea al Gobierno: 178 votos cierran la primera puerta a los Presupuestos prometidos por Sánchez
• PP Feijóo convoca una "concentración sin siglas" el domingo contra Sánchez: "Esto no es un hecho aislado, la manzana podrida es él"
Todo el mundo observaba a María Jesús Montero, ministra de Hacienda, vicepresidenta, candidata, a ver en qué momento se derrumba. Montero estaba sola en la bancada azul al final de la mañana. Este marrón es suyo. Montero fue entrando lentamente en combustión hasta que en la votación definitiva a la senda de déficit del Gobierno (paso previo a la aprobación de los Presupuestos Generales) cayó al suelo con 178 votos en contra, 164 a favor y cinco abstenciones. Doy datos porque el dato es el algoritmo de las gentes que nacimos en el siglo pasado.
Estaba todo cantado, pero a Montero le falló también la diputada de Compromís (Águeda Micó). "Ya te vale, compañera". Este era el ánimo arrasado de Montero. Sólo le faltó hacer el gesto feo de señalarse los ojos con dos dedos y girar después los mismos dedos, amenazantes, a la altura de los ojos de la víctima. Durante meses en este hemiciclo se ha escuchado el autobombo y la suficiencia que preceden al harakiri. El Gobierno de Pedro Sánchez está un poco en harakiri, las cosas como son. No lo digo por nada en concreto, pues concreto ya no hay nada.
A la hora en que Junts traicionaba, tan del gusto de Junts es traicionar, y Compromís echaba el pasito atrás, entraba José Luis Ábalos al Supremo. Después, el tal Koldo. Ambos son hoy los Chanquetes del PSOE. La tuna patética y turbia del viejo "No nos moverán". La Fiscalía Anticorrupción pide para ellos prisión provisional sin fianza. Está jodido el horizonte, muchachos. A media tarde, dos más al trullo. Y uno con acta de diputado del Grupo Mixto. Dan ganas de invocar a Celia Cruz: "Ay, no hay que llorar/ Que la vida es un carnaval/ Y es más bello vivir cantando..."
El Gobierno, ahora en serio, corre el peligro de que le salte la rosca. El pesimismo es total porque tras la votación todo está dicho, todos los resortes se han agotado y parece que hasta aquí llegaron las aguas.
Al caer la senda de déficit, Patxi López dio un suspiro territorial como una súplica lastimera. Lo escuché como escuchaba Ahab salir un géiser del espiráculo de Moby Dick. Ir al Congreso es divertidísimo. Puedes percibir además de viva voz a la gente de Vox. Nunca defraudan. Poco antes de la votación hablaba el diputado José María Figaredo, 37 años, luenciendo melena difícil a lo Milei. Soltaba enfados crudos por la boca y en una pingaleta oratoria, al el galope final de su intervención, enumeró algunos de los colectivos beneficiados por el Consejo de Ministros "cada día" (Sic). Reproduzco: "Organización Mundial de Sanidad Animal; Secretaría General Iberoamericana; Entidades Palestinas vinculadas a la Cultura; Organización Internacional para las Migraciones...". Le faltaba un poco el aire, pero entonces se vino arriba: "Reparten el dinero en infinitas mierdas que no redundan en el beneficio de los españoles...". Fue graciosísimo. Algunos diputados soltaron un "¡halaaaaaa!", a la manera de la marquesa Victoria Rafaela Balmaseda de Unzeta y Téllez-Girón, de Aquí no hay quien viva. Al trepar hasta el escaño, Santiago Abascal asestó satisfecho al cachorro un golpecito triunfal (como se acaricia una culata) en la pantorrilla derecha. España va fatal, macho. Qué bajona.
Aunque el verdadero espectáculo del Congreso en esta temporada otoño/invierno es el fantasma del presidente desnudo dentro del barril como Diógenes buscando la fórmula, la mágica charada de no tener (una vez más) Presupuestos con los que hacerse una balsa. Vaticino que resistirá hasta que encuentre la imprevista grieta por la que darle la vuelta al desastre. Se trata de exprimir la suerte como un limón cansado. Urge la visita del Papa. O que otra vez salga Feijóo con uno de sus abracadabras al rescate de Sánchez.
La votación contraria a la senda de déficit en el Congreso contra el Gobierno de Sánchez da una vuelta de tuerca más a la extenuación de Moncloa mientras la entrada en prisión de Ábalos lo unta todo
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• 40 comentariosMaría Jesús Montero sale del hemiciclo tras la desaprobación de la senda de déficit.EFEAntonio LucasActualizado Jueves, 27 noviembre 2025 - 22:40
• Política El Congreso noquea al Gobierno: 178 votos cierran la primera puerta a los Presupuestos prometidos por Sánchez
• PP Feijóo convoca una "concentración sin siglas" el domingo contra Sánchez: "Esto no es un hecho aislado, la manzana podrida es él"
Todo el mundo observaba a María Jesús Montero, ministra de Hacienda, vicepresidenta, candidata, a ver en qué momento se derrumba. Montero estaba sola en la bancada azul al final de la mañana. Este marrón es suyo. Montero fue entrando lentamente en combustión hasta que en la votación definitiva a la senda de déficit del Gobierno (paso previo a la aprobación de los Presupuestos Generales) cayó al suelo con 178 votos en contra, 164 a favor y cinco abstenciones. Doy datos porque el dato es el algoritmo de las gentes que nacimos en el siglo pasado.
Estaba todo cantado, pero a Montero le falló también la diputada de Compromís (Águeda Micó). "Ya te vale, compañera". Este era el ánimo arrasado de Montero. Sólo le faltó hacer el gesto feo de señalarse los ojos con dos dedos y girar después los mismos dedos, amenazantes, a la altura de los ojos de la víctima. Durante meses en este hemiciclo se ha escuchado el autobombo y la suficiencia que preceden al harakiri. El Gobierno de Pedro Sánchez está un poco en harakiri, las cosas como son. No lo digo por nada en concreto, pues concreto ya no hay nada.
A la hora en que Junts traicionaba, tan del gusto de Junts es traicionar, y Compromís echaba el pasito atrás, entraba José Luis Ábalos al Supremo. Después, el tal Koldo. Ambos son hoy los Chanquetes del PSOE. La tuna patética y turbia del viejo "No nos moverán". La Fiscalía Anticorrupción pide para ellos prisión provisional sin fianza. Está jodido el horizonte, muchachos. A media tarde, dos más al trullo. Y uno con acta de diputado del Grupo Mixto. Dan ganas de invocar a Celia Cruz: "Ay, no hay que llorar/ Que la vida es un carnaval/ Y es más bello vivir cantando..."
El Gobierno, ahora en serio, corre el peligro de que le salte la rosca. El pesimismo es total porque tras la votación todo está dicho, todos los resortes se han agotado y parece que hasta aquí llegaron las aguas.
Al caer la senda de déficit, Patxi López dio un suspiro territorial como una súplica lastimera. Lo escuché como escuchaba Ahab salir un géiser del espiráculo de Moby Dick. Ir al Congreso es divertidísimo. Puedes percibir además de viva voz a la gente de Vox. Nunca defraudan. Poco antes de la votación hablaba el diputado José María Figaredo, 37 años, luenciendo melena difícil a lo Milei. Soltaba enfados crudos por la boca y en una pingaleta oratoria, al el galope final de su intervención, enumeró algunos de los colectivos beneficiados por el Consejo de Ministros "cada día" (Sic). Reproduzco: "Organización Mundial de Sanidad Animal; Secretaría General Iberoamericana; Entidades Palestinas vinculadas a la Cultura; Organización Internacional para las Migraciones...". Le faltaba un poco el aire, pero entonces se vino arriba: "Reparten el dinero en infinitas mierdas que no redundan en el beneficio de los españoles...". Fue graciosísimo. Algunos diputados soltaron un "¡halaaaaaa!", a la manera de la marquesa Victoria Rafaela Balmaseda de Unzeta y Téllez-Girón, de Aquí no hay quien viva. Al trepar hasta el escaño, Santiago Abascal asestó satisfecho al cachorro un golpecito triunfal (como se acaricia una culata) en la pantorrilla derecha. España va fatal, macho. Qué bajona.
Aunque el verdadero espectáculo del Congreso en esta temporada otoño/invierno es el fantasma del presidente desnudo dentro del barril como Diógenes buscando la fórmula, la mágica charada de no tener (una vez más) Presupuestos con los que hacerse una balsa. Vaticino que resistirá hasta que encuentre la imprevista grieta por la que darle la vuelta al desastre. Se trata de exprimir la suerte como un limón cansado. Urge la visita del Papa. O que otra vez salga Feijóo con uno de sus abracadabras al rescate de Sánchez.