Saturday, 06 de December de 2025
Economía

El 'problema' de la productividad infinita

El 'problema' de la productividad infinita
Artículo Completo 1,601 palabras
La irrupción de la IA general forzará un rediseño total del trabajo: desde la automatización actual hasta esa superinteligencia, la tecnología llevará a cuestionar las métricas de rendimiento y obligará a redefinir las profesiones y a gestionar el excedente de capacidad productiva. Leer
Desarrollo de CarreraEl 'problema' de la productividad infinita 28 NOV. 2025 - 17:58

La irrupción de la IA general forzará un rediseño total del trabajo: desde la automatización actual hasta esa superinteligencia, la tecnología llevará a cuestionar las métricas de rendimiento y obligará a redefinir las profesiones y a gestionar el excedente de capacidad productiva.

La relación entre la inteligencia artificial, las posibilidades de autogestión del tiempo y los modelos de reducción de jornada es bastante evidente. Y cuando llegue la IA general (AGI), esta relación también estará presente.

Antes del gran salto hacia la AGI, hemos visto todo tipo de experimentos con horarios más cortos o semanas de trabajo de cuatro días, como una solución para mejorar el bienestar, la retención o la motivación sin penalizar necesariamente la productividad.

La IA general que llegará, entendida como una inteligencia artificial con capacidades cognitivas comparables a las humanas, permitiría un salto significativo en productividad, velocidad de innovación, o solución de problemas complejos. Si el trabajo humano en muchas profesiones se reduce drásticamente en volumen gracias a la IA general, el enfoque puede pasar de "cuántas horas" a "qué tipo de horas".

Con una IA general trabajando las 24 horas del día, sin fatiga humana, sin necesidad de descanso, compartiendo conocimiento instantáneamente, el techo de la productividad cambia de forma radical, y esto implica que el factor horas humanas trabajadas como medida de valor puede perder peso relativo frente a cómo se organiza el ecosistema humano-IA.

Qué hacemos hoy...

Si regresamos por un momento a la inteligencia artificial que disfrutamos hoy, debemos recordar que la IA generativa ya está demostrando que puede redactar borradores de textos, informes o emails; hace resúmenes, análisis preliminares, búsquedas dirigidas; automatiza parte del trabajo administrativo y de coordinación... Esto no es IA general, pero ya introduce la idea de que la productividad deja de ser fruto exclusivamente del esfuerzo humano y pasa a ser cocreada entre humanos y sistemas de IA.

El informe Global Workforce of the Future de The Adecco Group, que analiza en 31 países y 21 sectores, las percepciones actuales de los empleados sobre la IA y las expectativas respecto del rediseño de los puestos de trabajo, concluye en el caso de España- que los profesionales creen ahorrar una media de 171 minutos (2,85 horas) diarios gracias a la inteligencia artificial (frente a 51 minutos hace un año), aunque las empresas no detectan incrementos equivalentes en productividad.

La investigación de The Adecco Group sugiere que la IA puede liberar "tiempo operativo" para tareas de mayor valor, pero si no existe una intervención consciente (formación, reorganización del trabajo, métricas de impacto), esos "tiempos liberados" podrían no traducirse en mejoras reales.

Si hablamos de datos mundiales, "un 76% de los profesionales encuestados considera que la IA está creando más oportunidades laborales y el 70% afirma que los puestos de trabajo están evolucionando, mientras que sólo un 23% ha visto o prevé la sustitución de empleos por esta tecnología. En España, la percepción es incluso más positiva: el 82% cree que la IA está generando más empleos, y un 68% confirma que sus funciones están cambiando. Únicamente un 22% ha experimentado o anticipa desplazamiento laboral".

La OCDE concluye que la IA generativa aporta mejoras entre un 5% y más del 25% en tareas de escritura, resumen, traducción, código, y la MIT Sloan School of Management señala que en una prueba controlada, la IA (GPT4) mejoraba el rendimiento de los trabajadores altamente cualificados hasta un 40%.

Otro estudio de la Reserva Federal de St. Louis estima que los trabajos que utilizan IA generativa reportaron un ahorro promedio de un 5,4% de horas laborales en la semana (equivalente a unas 2,2 horas para una semana de 40 horas), y el Banco de Dallas señala que la mayoría de los estudios encuentran que la IA impulsa la productividad, aunque con heterogeneidad entre trabajadores más y menos experimentados.

Tiempo y eficacia

Todas estas investigaciones muestran que sí parece existir una capacidad para ahorrar tiempo o mejorar la eficiencia. Pero si hablamos de la discrepancia entre ahorro percibido y medición organizativa, el informe de The Adecco Group ya resalta que, "aunque los empleados perciben un ahorro grande, las organizaciones no lo están midiendo o no lo ven reflejado. Además, se observa un fenómeno que habla de que los trabajadores pueden dedicar ese tiempo libre a tareas no contabilizadas (revisar calidad de salidas de la IA, corregir errores, prompt engineering) o, simplemente, aumentar expectativas de mayor producción (lo que se denomina efecto rebote).

Y Harvard Business School habla en este sentido del "trabajo basura generado por la IA, que termina consumiendo tiempo en tareas de validación, edición o supervisión de lo que estas herramientas producen". Es lo que algunos han bautizado como workslop, que refleja un problema difuso pero real que surge en la intersección de la inteligencia artificial, la gestión del tiempo y la productividad: hay un uso indiscriminado o poco reflexivo de la IA que puede generar una falsa apariencia de eficacia y que en realidad reduce el valor de nuestro trabajo y aumenta la carga para otros miembros de la organización.

Otro estudio del MIT recuerda que "aunque más del 80% de las empresas ha integrado herramientas de inteligencia artificial en sus flujos de trabajo, el 95% no ha observado un retorno medible de esa inversión". El uso indiscriminado o poco reflexivo de la inteligencia artificial puede generar una falsa apariencia de eficacia. No se trata sólo de un problema tecnológico: es una combinación de estrategia, procesos, cultura, competencia de las personas y métricas de gestión.

Lo cierto es que si las organizaciones no disponen de mecanismos para medir el impacto del tiempo liberado, no podrán traducirlo a beneficios reales (por ejemplo, reducción de horas).

Mario Garcés, fundador de The Mind Kind, que busca la inteligencia artificial general, recuerda que los modelos generativos hoy son poderosos, pero limitados en "inteligencia real" (capacidad causal, sensorial, etcétera). Esa misma percepción se ve en numerosos estudios y opiniones de expertos que vienen a decir que la inteligencia artificial podría hacer viable una reducción del tiempo de trabajo en su industria, automatizando tareas de administración y rutinarias.

El fundador de The Mind Kind plantea que, hasta ahora, los sistemas generativos "no entienden" causalidad o experiencia sensorial, que la verdadera inteligencia sigue en el humano ("la inteligencia todavía está en nosotros"). Esa idea es coherente con las investigaciones que concluyen que los modelos de inteligencia artificial ayudan y liberan tiempo, pero no reemplazan por ahora la totalidad del trabajo intelectual o crítico que requiere experiencia, juicio, o sentido común humano.

Nuevo valor del trabajo

Además, esa liberación de capacidad gracias a la IA plantea preguntas sobre el valor del trabajo humano, qué hacer con más tiempo libre, o cómo redefinir las profesiones. Y es aquí donde la reducción de jornada o la implantación de semanas más cortas aparece como una opción plausible.

Si llegamos a una IA general con capacidades cognitivas cercanas o superiores a las humanas, podrá encargarse no sólo de tareas repetitivas, sino también de parte del diseño de soluciones, experimentación, simulaciones o hipótesis.

Podremos tener equipos mentales trabajando las 24 horas en paralelo, compartiendo lo aprendido al instante. Es la idea que sugiere el fundador de The Mind Kind: "Lo que una IA aprende, lo aprenden todas".

A la pregunta de si podremos ser más productivos con la inteligencia artificial general, la respuesta es que podrá sobre escribir el problema clásico de la productividad (producimos poco para lo que necesitamos) y podrá sustituirse por otro: cómo gestionamos el excedente de capacidad productiva.

Si hablamos de liberación de horas mediante automatización hay que recordar que cuando la IA asume tareas rutinarias, repetitivas o administrativas, libera horas de los humanos. Esa liberación permite replantear qué hacer con ese tiempo. En lugar de cargar simplemente más trabajo, una opción es reducir la jornada. Y si no rediseñamos la gestión del tiempo alrededor de la IA, el resultado no será más productividad, sino más burnout: y personas supervisando máquinas durante muchas horas.

La conclusión a todo esto es que la IA general nos lleva una idea incómoda: no será posible mantener el modelo laboral actual cuando la noción de escasez de tiempo humano desaparezca.

Si la producción deja de depender de nuestras horas, sostener jornadas largas será una ineficiencia económica, una incoherencia organizativa y un lastre competitivo, y esto hará que reivindicaciones y modelos como los de reducción de jornada sean una consecuencia lógica de cualquier sistema que quiera aprovechar de verdad la inteligencia (natural y artificial) disponible.

La IA general no sólo aumentará nuestra productividad, sino que nos exigirá nuevas responsabilidades en torno a la gestión del tiempo.

Así será la gestión de personas cuando llegue la IA generalIA para los datos y humanos para liderarQuién se cree la promesa de una semana de 3 días gracias a la IA Comentar ÚLTIMA HORA
Fuente original: Leer en Expansión
Compartir