Los acontecimientos siguen su curso. Ábalos y Koldo ya están en la cárcel, los tribunales continúan instruyendo los sumarios que afectan -de una u otra forma- al PSOE, el presidente del Gobierno está muy tranquilo, los socialistas muy preocupados, el Partido Popular sigue de manifestación y los ciudadanos son espectadores del bucle. Pasan muchas cosas, pero no pasa nada.
«La gente olvida». La realidad política descrita por una persona de larga trayectoria es la expresión tatuada en los árboles de La Moncloa. Hace siete días, la condena al fiscal general del Estado era el acontecimiento más trascendental de la Historia de España. Ayuso hablaba de «dictadura sanchista» y la izquierda jurídica de «golpe de Estado» del Tribunal Supremo. Poco tiempo tuvo España para asimilar el «golpismo» y «la dictadura». El juez mandó a la cárcel al ex todo del PSOE de Pedro Sánchez -ex secretario de Organización y ex ministro de Transportes- y entonces una noticia bomba sustituyó a otra noticia bomba.
Todas las fuentes consultadas por este diario, en el Gobierno y en el PSOE, cerca de Sánchez y lejos de él, coinciden en una cosa: «Salvo un acontecimiento tan extraordinario que nadie pueda imaginar ahora mismo, Sánchez agotará la legislatura».
Si hemos de hacer caso al relato que el presidente ha hecho público con posterioridad, Pedro Sánchez sólo ha contemplado la posibilidad de dimitir en dos momentos: en los cinco días de abril debido a la crisis familiar por la imputación de Begoña Gómez, y cuando Santos Cerdán, el hombre intachable y hábil negociador, fue encarcelado por presunta corrupción. «Una vez que él decidió continuar con esa carga, que Ábalos y Koldo estén en una celda ya es lo de menos», señalan fuentes del Gobierno.
Ahora la pregunta que España entera se hace es si Ábalos, el alter ego de Sánchez en su campaña de primarias, emprenderá el camino de la venganza contra los que piensa que le han abandonado. «Nos preocupa el fango y las mentiras que puede esparcir, como la reunión con Otegi, pero el presidente está muy tranquilo. No habrá nada de verdad en lo que digan. Todos estamos disgustados y decepcionados con esta gentuza en la que un día confiamos», señalan desde Moncloa.
El conde de Montecristo
«Ábalos acumuló el máximo poder del PSOE en sus manos, era la persona más próxima a Sánchez, de su círculo íntimo. La cárcel es muy dura, la gente se viene abajo porque pierde la noción del espacio y del tiempo, todos los días son iguales. Hay personas más fuertes que lo resisten mejor, no sabemos si Ábalos se va a venir abajo, ni de qué manera, ni tampoco lo que sabe o deja de saber que pueda afectar al presidente. De momento, lo que ha dicho en las entrevistas no parece que pueda tumbar a nadie», señalan en el Gobierno. «Estamos entrando en un territorio inexplorado. Esto va a ir a más y quién sabe lo que puede salir o lo que puede pasar la próxima semana o la siguiente. Ábalos es mucho Ábalos, sabe mucho, es una persona peligrosa, que estuvo muchos años muy cerca del presidente. Y con lo que se le viene encima, le puede dar igual todo». El conde de Montecristo -que relata la sofisticada venganza de Edmundo Dantés contra quienes le encarcelaron en una isla remota de la que logra escapar- es la novela que todos los que se sienten víctimas de una injusticia querrían emular. El Dantés de Alejandro Dumas es un hombre honrado traicionado por la maldad de sus amigos. Fue la novela del Pedro Sánchez que se cobró venganza de los que le asesinaron políticamente en el Comité Federal. Fue la novela que leyó Nicolas Sarkozy en su celda. Y es la novela que el abogado de Ábalos le ha recomendado después de visitar a su cliente en Soto del Real.
Quienes no están tan cerca de Moncloa, aunque sí comprometidos con el PSOE, tienen una visión algo distinta. «La pregunta es para qué se quiere aguantar sea como sea y a toda costa. Además del coste político de la corrupción con dos ex secretarios de Organización en la cárcel, la mayoría parlamentaria de la investidura ya no existe y no hay Presupuestos, por lo que el argumento de resistir para hacer cosas ya no sirve», señala un ex dirigente del PSOE.
«El presidente está muy tranquilo». Y eso es lo más relevante. En manos de Pedro Sánchez está la convocatoria anticipada. En exclusiva, porque la moción de censura es inverosímil. «Las bases del PSOE están con Pedro Sánchez a muerte. No tienen ninguna duda de que le quieren echar de forma antidemocrática, por lo que el cierre de filas es total y absoluto. Nadie le va a pedir otra cosa que no sea resistir. Y Pedro es muy bueno en el choque y en la gestión de situaciones excepcionales. Como se evidenció con la condena del fiscal general, a la que le dio la vuelta para movilizar el voto progresista presentándose como víctima del Tribunal Supremo».
Génova, a espaldas del PP valenciano
La crisis política valenciana, causada por la gestión del ya ex presidente Carlos Mazón tras la catástrofe de la dana, se ha cerrado con la elección de Juanfran Pérez Llorca como presidente de la Generalitat con los votos del PP y Vox. La dirección nacional ha decidido permanecer ajena a los acontecimientos de una comunidad que en las elecciones de 2023 logró arrebatar al PSOE. Ningún miembro de la dirección nacional asistió al pleno que eligió presidente a Pérez Llorca y se desconoce si Feijóo acudirá o no a la toma de posesión del presidente electo el martes en Valencia. Así como cuántos de los presidentes autonómicos del PP arroparán a su compañero de filas.
Pérez Llorca ha comenzado guardando distancias con su antecesor. Ha pedido perdón a las víctimas y tiene previsto reunirse con ellas.
La decisión de la ex consejera Salomé Pradas de romper su silencio y denunciar la actitud de Mazón el día de la dana indica que el PP valenciano tiene un camino difícil por delante.