- ÁNGEL PEÑA
El encuentro se cerró enfocando al sector agroalimentario hacia un horizonte global lleno de incertidumbres. La conversación final, Perspectivas internacionales, financiación y otros desafíos, reunió a María Naranjo, directora de la Industria Agroalimentaria del ICEX; Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, y Ricardo Santamaría, director de Riesgo País de Cesce
El elefante en la habitación no pasó desapercibido. Al contrario, Naranjo comenzó analizando el impacto de los aranceles de Trump: "El sector agroalimentario ha reaccionado muy bien, con acuerdos para repartirse los aranceles", aunque, "para quienes nos dedicamos a asistir a importadores y distribuidores y creemos en el libre comercio, lo peor fue vivir "el periodo de incertidumbre entre la victoria de Trump en las elecciones y el Liberation Day, el 2 de abril".
Respecto a las crisis sanitarias, con gallinas confinadas y jabalíes perimetrados, García de Quevedo instó a gestionarlas con tres palancas: "La colaboración entre las distintas administraciones públicas con los sectores productivos, que se está produciendo; el refuerzo de los mecanismos de control, que ha ayudado muchísimo a paliar los daños, y la comunicación, clave para la reputación del sector y hoy especialmente sensible por el papel de las redes sociales como fuente de información".
Santamaría recordó que "el problema del proteccionismo viene de antes de Trump, aunque ahora es más visible", y quiso añadir a la conversación el reto de la descarbonización, "que impacta especialmente al sector agrícola y ya no es una opción ideológica, sino una necesidad de supervivencia estratégica. El cambio climático multiplica las catástrofes naturales, y España es especialmente vulnerable, como se ve en los procesos de desertificación acelerada que vienen amenazando al sector agrícola". A esto se une "una creciente preocupación de parte de la sociedad por los alimentos sostenibles, especialmente en los mercados marítimos.
En cuanto a la financiación, Santamaría explicó que el sector se caracteriza por "unos plazos biológicos no controlados por la estrategia que distancian la inversión del cobro, lo que hace la apuesta del inversor especialmente compleja y requiere un producto muy específico". Ahí entran en juego "la competencia de todas las aseguradoras". También, la innovación. García de Quevedo apuntó tres áreas específicas de desarrollo: "La salud, la sostenibilidad y la digitalización". Este último punto, con desarrollos importantes en puntos como "la seguridad o la robótica", supone "un reto fundamental en la captación y retención del talento".
Finalmente, Naranjo señaló entre las principales oportunidades para el sector "el acuerdo de libre comercio de la UE con Mercosur, que está en fase de ratificación", así como otros en negociación, "como el de Tailandia, el de la India o el de Australia", siempre con el "reto logístico" en mente.
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