Definir e implementar una estrategia interna de inteligencia artificial es el principal reto de los despachos en 2026, que buscan así mejorar su productividad e innovar en sus servicios para diferenciarse de la competencia.
El talento sigue siendo vital para los despachos de abogados. Sin embargo, en los últimos años se ha colado un invitado especial en los planes estratégicos. La tecnología ya no puede verse como una opción, sino que ya se presenta como obligación para subirse al carro de las necesidades actuales de los clientes.
Y es que la inteligencia artificial ya es un must en empresas de sectores muy diferentes y el legal no se salva. Por este motivo, definir e implementar la estrategia interna de inteligencia artificial (IA) e inteligencia artificial (IAG) es el mayor reto en 2026 para los 115 despachos participantes en la séptima edición del Informe Expansión Jurídico sobre el sector legal en España.
"Hemos invertido mucho en la capacitación en IA de nuestros empleados, porque somos conscientes de que esta tecnología marca un punto de inflexión en la profesión y las firmas que no cuenten con profesionales que no tengan esas habilidades van a tener serias dificultades", comentaba en esta línea Christian Bartsch, consejero delegado mundial de Bird & Bird desde 2022, en una reciente entrevista publicada en EXPANSIÓN.
Sin embargo, este desafío no camina solo en las firmas legales. Tan sólo dos décimas separan a la inteligencia artificial y su implementación estratégica del segundo reto que identifican los bufetes: mejorar la rentabilidad y eficiencia en los procesos.
No se trata de una elección extraña, ya que ambos objetivos caminan de la mano en los bufetes como parte inseparable dentro de sus planes estratégicos para los próximos ejercicios.
En un mercado que tiende a que el pez más grande no siempre se vaya a comer al más pequeño, pero sí el más rápido lo hará con el lento, la inteligencia artificial también ayudará en el tercer reto que ven los bufetes para 2026: innovar en la prestación de servicios para diferenciarse de la competencia.
Con los fondos internacionales de inversión con la vista puesta en las firmas de servicios profesionales y las estrategias de fusiones e integraciones para competir en un mercado cada vez más complejo y globalizado, hay un factor que se mantiene inalterable en la agenda de los socios directores de los despachos, independientemente de su tamaño.
Y es que el diseño de nuevas políticas encaminadas a mejorar la atracción y retención del talento también preocupa a unas firmas que, a pesar de la tecnología, siempre seguirán necesitando la visión experta y la capacidad de aportar valor estratégicos de sus profesionales.
LA OPINIÓN DE LOS GRANDES DESPACHOS
Fernando Vives, presidente ejecutivo de Garrigues: "2026 es el año en el que los despachos de abogados debemos dar un paso decidido para integrar la digitalización en nuestra actividad habitual y para que nuestros clientes puedan percibir el valor real de nuestras inversiones en digitalización e innovación. En Garrigues, hemos destinado más de 70 millones en los últimos cinco años para transformar nuestra forma de trabajar. Ahora, la clave está en evidenciar cómo estas inversiones se traducen en un servicio más ágil, seguro y adaptado a las necesidades de las empresas. La incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial generativa nos permite automatizar tareas repetitivas y optimizar procesos. Nos permite dedicar más tiempo a entender mejor las necesidades de nuestros clientes y a prestarles un asesoramiento de mayor valor. Integrar la tecnología en nuestra cultura corporativa y lograr que cada avance esté alineado con las expectativas del cliente es uno de nuestros objetivos para este año 2026".
Javier Fontcuberta, consejero delegado de Cuatrecasas: "El principal reto será adaptarse a la velocidad de desarrollo de la IA. En Cuatrecasas, estamos implementando Celia (Cuatrecasas Experta Legal en Inteligencia Artificial), con gobernanza, responsabilidad y poniendo a las personas en el centro. Potenciamos nuestro conocimiento estratégico colectivo y desarrollamos flujos de trabajo, siempre con estrictos controles de seguridad y revisión por abogados expertos. Invertimos en el mejor talento, mediante la sólida formación jurídica y la capacitación digital avanzada de toda la firma, combinando perfiles técnicos y jurídicos, y con políticas que aseguran la confidencialidad, precisión y adopción responsable. La IA nos permite potenciar la eficiencia y centrarnos en el análisis estratégico y asesoramiento de valor. La combinación de excelencia jurídica y tecnología avanzada nos permite prestar el asesoramiento jurídico singular e innovador que los clientes demandan; seguir liderando operaciones y resoluciones de disputas complejas; y, ante la incertidumbre geopolítica y su potencial impacto económico, ayudar a nuestros clientes a convertir la disrupción en ventaja competitiva".
Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez: "En 2026 seguiremos centrados en ofrecer a nuestro talento joven un proyecto profesional atractivo, que les permita aprender junto a los mejores y construir las bases de una carrera exitosa que queremos que desarrollen con nosotros a largo plazo. Uría Menéndez siempre ha sido una escuela y queremos que lo siga siendo: un lugar donde conviven la excelencia técnica, el trabajo en equipo y el crecimiento personal. Mantener planes de carrera claros y meritocráticos, cuidar la cohesión interna y promover un entorno diverso, igualitario en las oportunidades y genuinamente solidario seguirá siendo esencial para nosotros. También seguiremos cerca de nuestros clientes, acompañándolos en un entorno cada vez más complejo y competitivo. La innovación y el uso responsable de la inteligencia artificial nos permitirán trabajar con mayor eficiencia y rigor, pero el verdadero valor de nuestra firma continuará residiendo en las personas: en su criterio y en la confianza que construimos día a día".
Joaquín Latorre, socio responsable de PwC Tax & Legal: "El sector legal afronta 2026 con retos que, aunque no son nuevos, se intensifican y exigen respuestas urgentes, que no podemos eludir. La incertidumbre geopolítica internacional y la falta de estabilidad política en España, la parálisis legislativa y la urgencia de las reformas que necesita nuestra economía y nuestro modelo productivo son algunas de ellas. A esto se suma la aceleración tecnológica, que no solo transforma procesos internos, sino que redefine la manera en la que los servicios legales se conciben y se entregan. En este sentido, el desafío más profundo al que nos enfrentaremos en los próximos años será adaptarse a un mercado que va a cambiar a gran velocidad y a unas expectativas de los clientes cada vez más exigentes: buscan soluciones más ágiles, transparentes y orientadas a generar valor real. Esta dinámica obligará a los despachos a evolucionar radicalmente su propuesta de valor, incorporar innovación y tecnología y anticiparse a las tendencias. Quienes logren hacerlo liderarán la nueva etapa del sector".
Enrique Gutiérrez de la Rocha, socio responsable de Deloitte Legal: "El reto más relevante al que se enfrenta el sector legal a lo largo de 2026 es el impacto de la inteligencia artificial en el plano regulatorio, que obliga a las empresas a transformarse y adaptarse a los nuevos marcos normativos a gran velocidad si no quieren quedarse atrás. En este contexto la especialización en regulación digital y la ciberseguridad se hacen imprescindibles para ayudar a las compañías en la transformación de sus asesorías jurídicas, fiscales, equipos de recursos humanos y servicios corporativos con la necesaria garantía y seguridad jurídica. En el plano interno, la disrupción de la inteligencia artificial está impactando en el desarrollo de nuevos 'offerings' y en la manera en la que asesoramos a las empresas. La inteligencia artificial incide también en el talento: capacitamos a nuestros abogados para que cuenten con unos profundos conocimientos jurídicos y sectoriales, al mismo tiempo que sepan aprovechar todo el potencial tecnológico de nuestras herramientas de inteligencia artificial, manteniendo los mismos estándares de excelencia y seguridad jurídica en la prestación de servicios a nuestros clientes".
Adolfo Zunzunegui, socio director de EY Abogados: "2026 se presenta como un año de transformación para el sector legal con tres grandes condicionantes: presión regulatoria, disrupción tecnológica y nuevos modelos de negocio. El contexto global de incertidumbre geopolítica, mercados volátiles y necesidad de innovación hace que debamos trabajar para aportar visión global y soluciones integradas. No se trata solo de asesorar, sino de anticipar riesgos, diseñar estrategias y acompañar en procesos de transformación que ya no son opcionales. En EY Abogados vamos a estar muy cerca de nuestros clientes, poniendo el foco en la actividad derivada del M&A (en particular en sectores de infraestructuras, defensa o energía), en áreas transversales como laboral, donde pretendemos dar respuesta a la transformación de los modelos, y en fiscal, que seguirá siendo fundamental para anticipar cambios normativos y optimizar estructuras. Este será, además, el primer ejercicio completo dentro de la nueva etapa de EY Abogados, en la que hemos marcado un proyecto de crecimiento y consolidación. Nuestro objetivo no es solo incrementar capacidades, tanto en personas como en áreas de especialidad, sino hacerlo de forma que permita estar todavía más cerca de las necesidades reales del mercado".
Alberto Estrelles, socio director de KPMG Abogados: "El sector legal continuará inmerso en una importante transformación impulsada por la digitalización, la IA y la automatización de procesos. La integración de herramientas avanzadas y el análisis predictivo están redefiniendo la prestación de servicios jurídicos, exigiendo una adaptación constante para mantener la competitividad. La ciberseguridad y la protección de datos adquieren mayor relevancia ante nuevas normativas sobre el uso ético de la IA y la gestión responsable de la información. Además, la sostenibilidad y el cumplimiento de nuevas normativas se consolidan como prioridades tanto para clientes como para despachos, generando demanda de asesoramiento especializado. En cuanto a la gestión, la atracción y fidelización de talento digital y diverso es clave, así como la formación continua en competencias tecnológicas. Finalmente, la incertidumbre geopolítica y los cambios regulatorios y fiscales exigen una vigilancia constante y adaptación para anticipar riesgos y aprovechar oportunidades en un entorno globalizado. Por parte de KPMG Abogados construir y mantener la confianza seguirá siendo la base de todo lo que hacemos".
Juan Bermúdez, consejero delegado de ETL Global: "Vivimos el mayor impulso tecnológico de la historia, pero el factor decisivo continúa siendo humano. En un contexto de transformación acelerada, el talento se ha convertido en el recurso más determinante para la competitividad. La digitalización ha incrementado la demanda de perfiles cualificados, mientras diversos análisis del mercado laboral europeo anticipan una escasez estructural de profesionales en áreas clave. En este escenario, la formación continua, la conciliación laboral y la igualdad de género se consolidan como prioridades para 2026 y como elementos esenciales para sostener el crecimiento. No hay empresa que pueda aplicar tecnología de forma eficaz sin equipos preparados, estables y comprometidos. En ETL España contamos con casi 3.000 profesionales: nuestro principal activo y el pilar sobre el que construimos nuestra propuesta de valor. Por ello, seguiremos destinando recursos a programas de capacitación, mejora del rendimiento y modelos de trabajo que permitan responder a un entorno cada vez más exigente. La tecnología marca el ritmo, pero son las personas quienes deciden el rumbo".
Pedro Pérez-Llorca, socio director de Pérez-Llorca: "De cara a 2026, el sector legal tendrá por delante dos retos ineludibles: la innovación y la internacionalización. En materia de innovación, los despachos debemos afrontar un desafío propio de nuestra generación: incorporar la IA y la IAG a nuestros servicios y a nuestros procesos internos, entendiendo que la eficiencia y la rapidez serán esenciales, pero siempre subordinadas a la calidad y a la capacidad de gestionar operaciones y litigios cada vez más complejos. No vamos a ser sustituidos por la tecnología, pero sí que nuestro trabajo cambiará. Nuestro reto inmediato es redefinir qué tareas aportarán más valor, qué aptitudes deberemos desarrollar y qué formas de trabajar abandonar. En paralelo, la internacionalización marcará igualmente la agenda del sector. Los clientes esperan equipos que actúen como una sola firma, con la misma calidad, metodología y estándares, independientemente de la jurisdicción. Para lograrlo, debemos asegurar que un asunto se gestiona con igual exigencia técnica y enfoque práctico en todas las oficinas. Solo así podremos ofrecer un servicio verdaderamente global y competitivo".
Rodrigo Ogea, socio codirector de Baker McKenzie en España: "En 2026 esperamos que se acentúe el proceso de consolidación en la abogacía de los negocios, mediante fusiones transatlánticas de despachos internacionales, la necesidad estratégica de mayor internacionalización para los nacionales y una creciente presión del capital riesgo para invertir en un sector tradicionalmente protegido por barreras regulatorias. La actividad del capital riesgo será especialmente intensa en el la franja intermedia del mercado, en la que ya se han hecho operaciones relevantes en España, aunque no cabe descartar que el próximo año asistamos a la entrada parcial den algún despacho internacional, mediante la inversión en las unidades internas de prestación de servicios de soporte (MSO). Estos cambios pondrán a prueba la cultura de los despachos, que seguirá siendo nuestro principal activo y elemento de diferenciación para la atracción de talento y clientes. En Baker McKenzie afrontamos con naturalidad este proceso, dado que, desde hace más de 75 años, forma parte de nuestro ADN global dar soluciones a problemas jurídicos complejos de carácter multidisciplinar y multijurisdiccional".
Íñigo Erlaiz, socio director de Gómez-Acebo & Pombo: "Si el contexto geopolítico se estabiliza, 2026 debería ser un año de intensa actividad transaccional. Por el lado vendedor, muchos fondos tienen que desinvertir y, por el comprador, hay liquidez y acceso a la financiación. Todo ello, unido a un entorno más seguro para hacer valoraciones (las hipótesis de los modelos económicos son algo más ciertas y predecibles), debería traducirse en más actividad de M&A. En particular en defensa, telecomunicaciones o tecnología, en los que el conocimiento especializado y sectorial va a marcar la diferencia. Por otro lado, será una año clave para la adopción de la IA. Las tecnologías están disponibles y la diferenciación vendrá de su adopción por las empresas. En este contexto de cambio, saldrán reforzados quienes sean capaces de adaptar mejor su estructura de personas, conocimiento y datos para aprovechar la tecnología más y mejor que el resto. Y 2026 será un año relevante para tomar posiciones en ese proceso de adopción. Nuestro objetivo será liderar esta transformación para que la innovación se traduzca en beneficios tangibles para nuestros clientes y, con ellos, en una ventaja competitiva para nosotros".
José Giménez, socio director de Linklaters en España: "Nuestros clientes siguen enfrentándose a un entorno de transformación constante, y no parece que 2026 vaya a ser distinto. Nuestro compromiso se centra en acompañarles con la misma cercanía y proactividad que siempre nos ha caracterizado, anticipándonos a sus retos y ofreciendo soluciones que aporten valor real a sus negocios. La inteligencia artificial seguirá teniendo un papel especialmente relevante en nuestro sector. Lejos de verla como una amenaza, en Linklaters la vemos como una oportunidad: estas herramientas no sustituyen el criterio jurídico, pero su incorporación a nuestra forma de trabajar nos permitirá ganar en eficiencia, automatizar procesos y centrarnos en el trabajo en el que realmente aportamos un valor diferencial. La apuesta por el talento continuará en el centro de nuestra estrategia. La competencia sigue siendo muy alta y queremos contar con los mejores profesionales. Seguiremos promoviendo un entorno de alto rendimiento que impulse el desarrollo, la innovación y una experiencia profesional enriquecedora para nuestra gente".
Eduardo García, socio director de Clifford Chance en España: "En 2026, los factores clave seguirán siendo el uso continuado y estratégico de la tecnología, así como la presión sobre los honorarios. Las firmas legales que combinen un asesoramiento de alto valor añadido con soluciones innovadoras y eficientes a precios competitivos estarán mejor posicionadas para prosperar en un entorno que se presenta cada vez más dinámico y exigente. En un contexto geopolítico cambiante, nuestros clientes esperan que demos respuestas con un componente estratégico y que generen ventajas reales en su actividad. En cuanto a la tecnología, dejará de ser una ventaja competitiva para convertirse en un requisito indispensable. La mejora constante de las soluciones basadas en inteligencia artificial, su expansión a todo tipo de actuaciones y la creciente demanda de nuestros clientes para aplicarlas en la prestación de servicios exige que los despachos de abogados no solo se adapten, sino que anticipen tendencias, integren herramientas que aportan valor tangible y eleven la experiencia del cliente".
Ignacio Hornedo, socio director de A&O Shearman en España: "Enfrentamos 2026 con optimismo ya que el mercado español está mostrando una notable resiliencia ante las incertidumbres geopolíticas. Vemos tracción en los sectores de energía, infraestructuras, inmobiliario y tecnología. La elevada liquidez sigue impulsando una intensa actividad de los fondos de capital privado, tanto en operaciones de 'equity' como de deuda, mientras que las grandes compañías españolas avanzan con decisión en sus planes de inversión. La financiación sigue siendo un factor determinante en estas transacciones y prevemos que los litigios complejos y los procesos de reestructuración se mantengan a lo largo del ejercicio. Todo ello configura un entorno de oportunidades selectivas y de ejecución exigente. En paralelo, la innovación será un eje estratégico imprescindible para el sector legal. Seguiremos invirtiendo en las herramientas necesarias para prestar a nuestros clientes un servicio excelente y eficiente. La atracción y retención del talento también seguirá en el centro de nuestra agenda en los próximos años: nuestro equipo es, y seguirá siendo, nuestro principal activo".
José Vicente Morote, socio director de Andersen Iberia: "En 2026, nuestro mayor desafío será seguir incrementando la calidad y la productividad de la firma. El despacho es muy dinámico y cada día tratamos de mejorar en todos los aspectos de gestión y del servicio al cliente. Para ello deberemos atraer talento y retener el que ya tenemos. Un desafío para el próximo año va a ser la competencia de los nuevos actores que se están generando como consecuencia de la entrada de los fondos en los despachos de abogados. Hay que estar atentos porque el sector se está transformando a gran velocidad. Otro reto será seguir con nuestra estrategia interna en inteligencia artificial. Gracias a nuestro acuerdo con Legora, en 2026 avanzaremos en productividad y eficiencia, optimizando procesos y automatizando tareas repetitivas. La aplicación de la inteligencia artificial junto con un equipo altamente cualificado nos permitirá liberar tiempo para centrarnos en el asesoramiento estratégico y personalizado que nuestros clientes esperan. La integración de talento y tecnología será clave para liderar la transformación del sector legal".
Fernando Calancha, socio director de Hogan Lovells en Madrid: "2026 se presenta como un año decisivo para el sector legal, marcado por intensos cambios regulatorios y un contexto internacional complejo. La clave para los grandes despachos será anticipar y adaptarse, no solo para responder a cambios normativos, sino para acompañar a los clientes en la gestión de riesgos y en la toma de decisiones estratégicas. Convertir la complejidad en valor es nuestra mayor fortaleza. España sigue siendo un país atractivo para la inversión, con sectores que impulsarán la actividad jurídica: transición energética más allá de la energía en el sentido más tradicional; ciencias de la salud, que continúa creciendo y diversificándose; y defensa, que empieza como sector clave e impulsará proyectos de inversión. A todo ello se suma la integración de diferentes tecnologías como la inteligencia artificial, que exige un enfoque responsable de los despachos para garantizar la calidad en los servicios jurídicos, lo cual requiere que el rol del abogado evolucione centrándose en la capacidad analítica, el criterio jurídico y un asesoramiento estratégico".
Enrique Azorín, presidente de BDO Abogados: "La integración de la tecnología y el talento marcará el futuro. En BDO Abogados trabajamos para liderar esta transformación, ofreciendo un servicio que une innovación, rigor jurídico y especialización en sectores estratégicos, donde nuestra experiencia nos permite aportar soluciones seguras y adaptadas a un contexto regulatorio cada vez más exigente. Creemos que la IA, aplicada de forma ética, no sustituye el talento humano, sino que lo potencia, optimizando procesos y generando valor. En 2026 desde BDO Abogados seguiremos apostando por la formación continua, la inversión en IA y el conocimiento sectorial, pilares que nos van a permitir anticipar riesgos y ofrecer un asesoramiento integral en entornos regulatorios cada vez más complejos. Además, nuestro compromiso con la sostenibilidad, la responsabilidad profesional y la excelencia seguirán guiando cada decisión que tomamos, porque entendemos que la confianza y la transparencia son la base para construir relaciones duraderas y aportar soluciones que realmente marquen la diferencia".
Alfonso Codes, socio codirector de CMS Albiñana & Suárez de Lezo: "En 2026, la estrategia del despacho se centra en eficiencia y rentabilidad para responder a la presión de precios, la competitividad del mercado jurídico y a unos clientes que exigen soluciones más ágiles. La incertidumbre geopolítica seguirá influyendo en la actividad transaccional, impulsando reestructuraciones y consolidaciones. La inteligencia artificial generativa será palanca esencial para optimizar la ejecución y reducir plazos, en donde el reto será integrar estas herramientas con controles sólidos de gobernanza y confidencialidad que permitan impulsar la productividad sin comprometer la excelencia que demanda el cliente. El talento sigue siendo determinante. Equipos preparados para liderar la transformación tecnológica y operar en entornos globales, reforzados por una sólida comunicación interna y escucha activa, que serán claves para reforzar su experiencia y alinearla con los objetivos estratégicos del despacho".
Alejandro Touriño, socio director de Ecija: "El gran reto para el próximo año 2026 será asumir que la economía digital ya no es un complemento, sino el marco en el que se desarrollan todos los negocios y servicios. La digitalización afecta a todos los sectores, desde la industria y la banca hasta la sanidad y el entretenimiento, y exige que las firmas de servicios profesionales reinventen sus modelos operativos. Las organizaciones que lideren el próximo ciclo serán aquellas capaces de integrar tecnología en sus procesos, crear estructuras escalables y atraer talento que combine derecho, negocio y tecnología, anticipándose a las necesidades de sus clientes. Al mismo tiempo, la entrada de fondos de inversión está acelerando la consolidación del sector legal, impulsando modelos más eficientes y plataformas internacionales sólidas. En Ecija apostamos por un crecimiento orgánico a doble dígito, la integración de nuevos equipos y una orientación clara hacia la economía digital y Latinoamérica. Nuestro objetivo es simple: construir un despacho que responda a cómo trabajarán los clientes en los próximos años, no a cómo se ha hecho históricamente".
Ignasi Costas, socio codirector de RCD: "El sector afronta 2026 en un contexto de transformación acelerada. La complejidad regulatoria crece exponencialmente, especialmente en ámbitos como la inteligencia artificial o los mercados digitales, exigiendo una especialización técnica cada vez más profunda. Los clientes, a su vez, no solo demandan a los despachos una alta especialización sino también capacidad transversal para abordar proyectos estratégicos de forma global. La inteligencia artificial representa tanto un desafío como una oportunidad. No sustituirá el criterio jurídico ni la capacidad de anticipación estratégica, pero transformará radicalmente los procesos, liberando tiempo para el asesoramiento de mayor valor añadido. Los despachos que logren integrar estas herramientas sin perder la cercanía y personalización del servicio tendrán ventaja competitiva. El verdadero reto para el sector legal, sin embargo, sigue siendo el talento. En un mercado hipercompetitivo, atraer y contar con los mejores profesionales requiere ofrecer proyectos diferenciales, una cultura auténtica y un modelo de desarrollo que ponga a las personas en el centro. La excelencia técnica debe ir de la mano de la excelencia humana".
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