- Mª JOSÉ GÓMEZ-SERRANILLOS @mjserranillos77
El sector alimentario se alía con tecnologías como la IA, el análisis de datos y con formulaciones hechas en el laboratorio para desarrollar propuestas cada vez más saludables, muchas orientadas a aumentar la longevidad.
"En 2025 la inversión en el sector agrifoodtech ha caído un 31,3 %, una cifra que no sólo refleja un ajuste coyuntural, sino un cambio profundo de etapa. Entramos en un ciclo en el que la exigencia aumenta, ya que el capital busca soluciones validadas, modelos escalables y resultados en plazos más cortos", según explica Mila Valcárcel, socia directora de Eatable Adventures, una aceleradora y fondo de inversión que impulsa la tecnología desarrollada por start up para transformar el sector agroalimentario.
Entre los proyectos donde ha invertido invertido el fondo, presente en España, Reino Unido, Italia, Estados Unidos y Colombia, se encuentran start up españolas como Néboda, que ha desarrollado una tecnología de automatización revolucionaria que, aplicada a la técnica de agricultura vertical, permite el desarrollo de un sistema de cultivo de alta densidad y bajo costo. O Mmmico, una compañía que ha adoptado un enfoque altamente científico capaz de combinar técnicas como la fermentación, la evolución dirigida y la IA para desarrollar nuevos ingredientes naturales como los colorantes, con propiedades antioxidantes.
La nueva fase en el ámbito agrifoodtech, que describe Valcárcel, obliga a replantear cómo se innova en el sector, cómo se acelera la tecnología y "cómo integramos ciencia e industria de forma más efectiva". Lejos de resultar pesimista sobre el futuro del sector, Valcárcel no deja de valorar que "el ecosistema español muestra una resiliencia notable", y en él emergen nuevas start up tecnológicas, jóvenes, pero con un enorme potencial, capaces de redefinir el futuro de la cadena agroalimentaria si reciben el apoyo adecuado para escalar.
El desafío ahora es claro, subraya Valcárcel: "España no puede quedarse atrás en la carrera global por la innovación alimentaria".
Ante el reto de no quedarse atrás, el sector tecnológico asociado a la alimentación debe apoyarse en tecnologías como la inteligencia artificial. En 2025, según datos de Eatable Adventures, la adopción de esta tecnología supone ya el 48% en el ámbito foodtech español, compuesto por 416 compañías, con más de 4.300 empleados. La edad media del emprendedor es de 42 años, y en este ámbito ocho de cada diez fundadores tienen experiencia previa en este sector.
La mayoría de start up desarrolla su tecnología internamente, mientras que las colaboraciones con universidades y centros tecnológicos representan también una tendencia en este sector, que supone impulsar el esfuerzo de innovación aplicada a distintos desarrollos.
En el panorama foodtech de España destacan los esfuerzos de iniciativas como el Basque Culinary Center (BCC), el centro ubicado en San Sebastián en el que se fomenta la formación, la innovación, la investigación y el emprendimiento con el propósito de darle un cariz más innovador a la gastronomía y a la alimentación. Allí trabajan algunos de los chefs de mayor renombre del ámbito culinario que experimentan permanentemente con nuevos ingredientes, sabores o alimentos.
Fruto de esta innovación continua el BCC va detectando las tendencias que están revolucionando la alimentación, como "la sostenibilidad y la economía circular enfocadas en una cadena de valor alimentaria más sostenible con el objetivo de abordar la reducción del desperdicio y la valorización de subproductos para generar nuevos desarrollos de alto valor gastronómico", explican Raquel Martín, coordinadora ejecutiva de GOe, programa de innovación abierta del BCC, y Begoña Rodríguez, directora de GOeTech Center. Otras investigaciones que se están fomentando desde el centro están encaminadas al desarrollo de alimentos como medicina y para alargar la longevidad de las personas", señalan. Se están desarrollando investigaciones basadas en "la conexión directa entre la alimentación y salud, buscando la prevención y el paliar enfermedades a través de la dieta, así como el desarrollo de la medicina culinaria y el estudio de la longevidad".
Grandes grupos de alimentación, como Pascual, también aceleran proyectos e iniciativas para diseñar una alimentación más saludable y competitiva. El vehículo de inversión Pascual Innoventures apoya proyectos que están definiendo la alimentación del futuro. Una de las iniciativas más relevantes de este vehículo ha sido el lanzamiento de su aceleradora internacional Mylkcubator especializada en biotecnología aplicada a la alimentación. Este programa ha invertido en start up como Onego Bio, una empresa finlandesa estadounidense que produce proteína de clara de huevo sin usar animales, o Nosh.bio, firma con sede en Berlín que elabora proteínas alimentarias alternativas a partir de biomasa de hongos mediante la fermentación.
En sus tres ediciones, Mylkcubator ha invertido 2 millones de euros y ha contribuido a generar 280 millones de valor en el ecosistema foodtech, atrayendo más de 96 millones de inversión externa. Los ámbitos de interés para la innovación son los productos lácteos, o los componentes del huevo, café, grasas y cacao.
La 'app' que organiza la cesta de la compra
Grow Healthier es el proyecto del emprendedor en serie Joaquín Villalba, quien se ha marcado el propósito de mejorar los hábitos y promover una alimentación saludable entre niños, adolescentes y adultos.
Explica que su plataforma "se apoya en soluciones de IA desarrolladas en colaboración con el programa 'Google for Startups', que permite organizar la cesta de la compra de cada familia de una forma óptima nutricionalmente". Además, la herramienta digitaliza el recetario familiar: "Basta con fotografiar una receta para que el sistema extraiga el texto, lo traduzca si es necesario y lo adapte de forma automática a las alergias, gustos o restricciones médicas de cada hogar". De este modo, Grow Healthier convierte la cocina de siempre en nutrición personalizada a gran escala y, gracias a su alianza con la 'biotech' Eterna Dx, puede integrar datos de biomarcadores para analizar cómo impactan los cambios de dieta en la salud metabólica de los usuarios y así mejorar su longevidad.
La plataforma ya funciona en fase beta en Estados Unidos y Canadá, conectada a cientos de supermercados a través de integraciones con plataformas como Instacart, que dan acceso a cadenas como Whole Foods, Costco o Walmart. La intención, cuenta Villalba, es replicar el modelo en España y Europa.
Cómo producir ingredientes con IA y fermentación
La compañía navarra MOA Foodtech recibió una subvención de 2,3 millones de euros del programa European Innovation Council (EIC) de la Comisión Europea para seguir impulsando su tecnología que permite la creación de ingredientes alimenticios de alto valor a través de la IA
La 'start up', es un proyecto fundado por José María Elorza, Susana Sánchez y Bosco Emparanza, y fue una de las 71 empresas seleccionadas por este programa europeo que busca ayudar en el crecimiento a compañías innovadoras de distintos mercados europeos.
En una segunda fase MOA Foodtech recibirá otros 12,5 millones de euros para seguir acelerando su propuesta y mejorar sus productos. La financiación acordada con el EIC servirá para desarrollar un proyecto que optimice la fermentación de biomasa con el objetivo de producir ingredientes funcionales y sostenibles.
El objetivo que persigue MOA Foodtech es convertirse en una empresa de referencia en Europa, con capacidad industrial en la producción de ingredientes mediante fermentación dirigida.
Según datos de la compañía, el mercado de la fermentación tendrá un potencial en la próxima década superior a los 90.000 millones de euros.
El refresco con propiedades antioxidantes
"Hasta ahora, los consumidores se veían obligados a elegir entre disfrutar o cuidarse. Estos dos conceptos, tradicionalmente enfrentados, parecían incompatibles. MIWI Real Drinks nace para romper esa dicotomía y responder a la demanda de una nueva generación que busca alternativas reales a los refrescos tradicionales: bebidas capaces de acompañar un estilo de vida saludable sin renunciar al sabor ni al placer". Así describe Laura Pérez el propósito de la compañía de refrescos de kombucha que ha creado, con la que demuestra que "bienestar y disfrute pueden, y deben, coexistir". A diferencia de las clásicas historias de 'start up' que nacen en un garaje, cuenta la emprendedora, MIWI surgió en los pasillos de una multinacional de refrescos. Desde allí dentro identificó la oportunidad de aplicar lo mejor del mundo de los refrescos -el disfrute y su sabor- a la propuesta saludable que supone beber kombucha.
La bebida de MIWI es fruto de la innovación que ha conseguido una formulación de componentes naturales, con propiedades antioxidantes, realizada en un laboratorio de Reino Unido.
El colágeno da el salto a los caldos
Algo tan tradicional de la gastronomía como un caldo hecho a base de huesos de pollo, ternera y jamón es la propuesta ofrecida por María Goyanes y su socia, la nutricionista Beatriz Rakosnik. Con esta idea estas emprendedoras crearon hace cuatro años su firma, Caldos Cooldo, con la que ofrecen este producto hecho con estos ingredientes naturales, con alto contenido en proteínas y fuente natural de colágeno, a los que añaden cúrcuma, vinagre de manzana y jenjibre.
El resultado es un alimento saludable, ecológico, antiinflamatorio y antioxidante.
"El proyecto tenía un propósito claro: recuperar una receta ancestral -el caldo de huesos- con la que promover hábitos de vida saludables. Nuestros antepasados ya valoraban este alimento reconociendo sus beneficios para la salud", explican Goyanes y Rakosnik. El producto llegó al mercado en marzo de 2023 y en su etiqueta es visible el distintivo ecológico de la Unión Europea. Cooldo no se limita a la venta del producto, ya que ofrece planes nutricionales elaborados por Rakosnik para mejorar la salud según los distintos objetivos de cada usuario.
La etiqueta inteligente contra el desperdicio
Tres emprendedores llevaban tiempo dando vueltas a cómo podían frenar el preocupante problema del desperdicio alimentario. Se pusieron a trabajar en crear posibles propuestas y de aquella inquietud nació el 'proyecto Oscillum', liderado por Luis Chimeno, Pablo Sosa y Pilar Granado, quienes inventaron unas etiquetas inteligentes que detectan si un alimento está fresco o si, por el contrario, se encuentra en mal estado por la aparición de bacterias. Su forma de avisar al consumidor es que la etiqueta cambia de color en función del mejor o peor estado del alimento. Estos emprendedores fueron seleccionados, hace unos meses, entre los diez mejores innovadores dentro del Premio Jóvenes Inventores 2025 otorgado por la Oficina Europea de Patentes (OEP).
La revolución ecológica de la comida infantil
Una alimentación ecológica para niños, sin conservantes ni azúcares añadidos, es la propuesta de Smileat, una compañía nacida en 2015 de la mano de los emprendedores Javier Quintana y Alberto Jiménez. La carta de Smileat ofrece desde los clásicos tarritos de purés de frutas y verduras, hasta 'snacks', tortitas y cereales. La compañía aumentó su facturación casi un 40% en 2024, hasta los 16,8 millones de euros y, para 2025, el objetivo es alcanzar los 21,5 millones.
Alberto Jiménez, CEO de la compañía, explica que durante 2025 han ampliado sus productos lanzando originales propuestas y sabores como el puré de fresas, y nuevos formatos.
La innovación de Smileat y el valor diferencial de la compañía se apoyan en tres grandes pilares, explica Jiménez: "La materia prima de altísima calidad y ecológica, eliminando así la pesticidad y los químicos; la tabla nutricional muy equilibrada en los alimentos y el desarrollo continuo de nuevos productos, sabores y texturas". Los usuarios, explica Jiménez, están cada vez más preocupados por la calidad de los alimentos que consumen.
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