Treinta y tres. Es el número mágico, la cifra que marca la mayoría absoluta en Extremadura. "Puerta grande o enfermería", comentan en el PP de Extremadura, que ayer lunes analizaban los datos más recónditos de las últimas encuestas electorales que publicó en el último día legalmente posible la prensa, como la de Sigma Dos para EL MUNDO, que todavía sitúa a María Guardiola lejos de su objetivo: no depender de Vox para gobernar. Sólo quedan a partir de ahora los trackings internos de los partidos, que susurran a diario a los candidatos si existen oscilaciones en estos últimos suspiros antes de que se abran las urnas. Lo que le dicen a la candidata del PP es que "todavía es posible la mayoría absoluta". Ayudan a ello los últimos casos de corrupción y presuntos acosos sexuales que rodean al Gobierno.
En cualquier caso, insisten en seguir acotando los mensajes a temas exclusivamente autonómicos, como en su visita ayer una explotación de Ovino en Manchita (Badajoz), otra zona rural y en busca del voto del sector agrario. En este escenario no quiso pronunciarse sobre las encuestas: "Son una herramienta, no un fin", aunque desprendió optimismo: "Cada vez que vamos a los pueblos y hablamos con la gente, lo que recibimos es mucho ánimo, mucho cariño, mucha fuerza".
En las últimas horas, y analizadas las encuestas, el PP ha comenzado a llamar al 'voto útil'. En las cuñas de radio que han comenzado a emitirse se escucha: "Es el momento de concentrar el voto» con el fin de «evitar el bloqueo" de PSOE y Vox, que paralizaron los dos últimos presupuestos autonómicos que desembocaron en el adelanto electoral. Así las cosas, "la campaña se ha estrechado hasta quedar en una sola pregunta. ¿María Guardiola o Abascal?", analiza el politólogo Javier Sánchez González: "PP y Vox han conseguido que todo gire en torno a ellos. Y cuando el tablero se reduce a dos opciones, el que impone el marco ya ha ganado media elección", resume. Se trata de "un dilema casi plebiscitario entre ellos dos", detalla.
Para este experto, "cuando una campaña se convierte en una elección binaria, quien consigue imponer ese marco ya ha ganado media elección, porque obliga al elector a posicionarse más por afinidad o rechazo que por programa". Por eso, tanto la candidata del PP como el presidente nacional de Vox apenas citan ya a Miguel Ángel Gallardo en sus mensajes, absolutamente desahuciado por las encuestas: "Es inapelable el desastre, está amortizado y el único objetivo es que Guardiola no saque la mayoría suficiente para gobernar en solitario y le pasen factura las expectativas creadas", apuntan fuentes socialistas.
EL FEMINISMO
Mientras, en la recta final Abascal regresó a Extremadura (Almaraz y Plasencia) y volvió a la carga: "Guardiola comparte las políticas de Pedro Sánchez, las del fanatismo verde que arruinan al campo". Sabe el líder de Vox que no hay nada más dañino para un votante del centro-derecha que comparen a su candidata con el presidente del Gobierno. Guardiola publicó un vídeo en TikTok horas antes caminando por una calle de Cáceres: "Soy la mujer que me da la gana de ser. Digo lo que digo, soy como soy y gobierno como gobierno, como ellos (en referencia a los hombres) han hecho siempre, pero ahora nos toca a nosotras". El mensaje iba a directo a Abascal, que le había acusado de ser la "Irene de Montero de Extremadura".
En esta línea, la candidata del PP acusó a Vox de contar con un "patrón" por el cual "mujer que asoma la cabeza" es "apartada". De esta manera, instó al líder de esta organización a "preocuparse por lo que piensan y les pasa a las mujeres de su propio partido". Y añadió: "Mis principios feministas los tengo clarísimos y, desde luego, no son sacar violadores a la calle, ni dejar desprotegidas a las mujeres víctimas de violencia de género", por lo que «ni 100 Sánchez, ni 100 gallardos, ni 100 abascales pidiendo mi cabeza, ni 100 señoros de Twitter me van a callar».
Un total de 860.375 son los residentes en Extremadura con derecho a voto el domingo, de los que más de la mitad, 437.506, son mujeres y 422.869 hombres: "Visto que es difícil frenar en estos momentos la escalada de Vox, seguramente el PP esté intentando robarle terreno al PSOE, debido a su debilidad, y que suele tener tradicionalmente una masa de apoyo más amplia de mujeres, pero que puede haber perdido la confianza en los socialistas y podrían darle el voto a María Guardiola debido a su perfil", analiza Juan Francisco Caro, director de la consultoría 'Opina 360'.
De momento, quedan aún cuatro días de batalla sin tregua entre PP y Vox. Entre Guardiola y Abascal mientras hoy regresa Alberto Núñez Feijóo, que también se está volcando en la campaña extremeña.
La candidata del PP enfatiza su feminismo frente a Abascal y con Gallardo fuera de foco