- JAIME VICIOSO
Tras suceder en el cargo a Íñigo Urkullu, el segundo lehendakari que más tiempo ha estado al frente del Gobierno vasco (12 años), Imanol Pradales (Santurce, 1975) inició el pasado mes de junio su segundo año de mandato.
Afronta 2026 con optimismo, apoyado en la estabilidad que le da su acuerdo de Gobierno con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) y que le permitirá sacar adelante los Presupuestos para el próximo año sin complicaciones, pese a las diferencias propias de dos partidos de naturaleza muy distinta.
Su objetivo es poner en marcha políticas efectivas que repercutan en la calidad de vida de los ciudadanos. Los grandes frentes son la Educación y la Salud, a los que se destinará buena parte del aumento presupuestario. Todo ello, acompañado de un sólido plan para buscar soluciones a un problema estructural que afecta a toda España y a gran parte de Europa: el del acceso a la vivienda.
Hace un año, confesaba en este diario que no había tenido tiempo para pensar qué supone ostentar el cargo de lehendakari. ¿Ha podido ya reflexionar sobre ello?Fue una decisión que tuve que adoptar con escaso margen de tiempo. No me arrepiento. Al contrario. Después de este tiempo, mi reflexión es clara: ser lehendakari de Euskadi es el más alto honor, y mi responsabilidad es acreditar la confianza recibida por la sociedad vasca en todo momento. Mi pensamiento está ocupado ahora por ese compromiso diario.Aunque ya tenía experiencia política, ¿ha superado el vértigo del salto al ámbito autonómico?No he tenido tiempo ni de experimentar el vértigo, porque la elaboración del programa electoral, la campaña, las elecciones, la negociación del programa, el traspaso de poderes, la conformación del nuevo Gobierno y su puesta en marcha se han ido conectando a gran velocidad. Esta inmersión progresiva ha garantizado la continuidad en las decisiones y la acción del Gobierno, evitado la sensación de salto.Al contrario de lo que sucede en el conjunto de España, da la sensación de que entre el PNV y el PSE hay un entendimiento que les asegura mayorías suficientes para sacar adelante los Presupuestos. ¿Le da eso cierta tranquilidad de cara a afrontar lo que queda de legislatura?La estabilidad es un activo fundamental para un país en los tiempos de incertidumbre que vivimos. Tanto al sur, en España, como al norte, en Francia, estamos conociendo las dificultades de gobernar sin presupuestos en un mar de inestabilidad. Tras las elecciones, puse especial empeño en elaborar un buen programa que centrara la tarea de nuestro Gobierno, con la vista en el día a día y también en el futuro de nuestro país. Contamos con un programa que recoge mil compromisos e iniciativas y ese contrato social constituye nuestra hoja de ruta para la presente legislatura. Estamos convencidos de que el cumplimiento de estos compromisos va a suponer que podamos crecer como país y crecer en bienestar. Es el modelo de gobierno en el que creo: programa, estabilidad, colaboración y crecimiento.El proyecto de Presupuestos Generales para el ejercicio 2026 asciende a 16.378 millones de euros, un 4,1% más que el del año actual. ¿En qué aspectos notarán más los ciudadanos vascos ese aumento de la inversión pública?En primer lugar, vamos a destinar el 53% de nuestros recursos a garantizar la mejora de la calidad de los servicios de salud y educación, servicios esenciales para la ciudadanía. Junto a ello, el mayor incremento se dirige a mejorar la política pública de vivienda, que es el departamento que va a contar con un mayor incremento relativo de su presupuesto. En tercer lugar, destacaría el aumento de las ayudas para la juventud y las familias, en los ámbitos de emancipación, apoyos por hijos, conciliación o acceso a la vivienda. Por otra parte, desde el punto de vista estricto de la inversión, el incremento de recursos propios en inversión pública es del 12,4%, multiplicando por tres el crecimiento general del presupuesto del 4,1%. Es, por tanto, un presupuesto inversor.Pese a la estabilidad, hay dos cuestiones en las que sus socios de Gobierno y ustedes no han ido de la mano. Una de ellas es la de blindar el euskera en las oposiciones. ¿Qué beneficios consideran que podría aportar ese blindaje?El consenso general sobre el euskera es sólido y estable desde la aprobación de la ley de 1982. Nuestra prioridad es preservar ese consenso. Es cierto que, a lo largo de estos últimos años, se han producido sentencias puntuales que ponen en cuestión la valoración del euskera en determinados procesos de oferta pública de empleo. El objetivo es dotar de seguridad jurídica los procesos de adjudicación de empleo público.Lo que sí parece que tienen claro, tanto ustedes como los socialistas vascos, es que es necesario intervenir de urgencia para solucionar el problema de la vivienda. ¿En qué aspectos cree que hay que incidir para ayudar realmente a los ciudadanos en este ámbito?Desde el Gobierno vasco estamos incidiendo tanto en mejorar las condiciones de acceso como en aumentar la construcción de nueva vivienda. Así, podemos destacar, por ejemplo, la extensión de las ayudas a los jóvenes para subvencionar el alquiler, una nueva línea de avales para favorecer el acceso a la vivienda, la reserva estratégica de suelo público para la construcción o la creación de un fondo social de vivienda que aúne recursos públicos y privados. El Departamento de Vivienda es el que va a contar con un mayor incremento presupuestario el próximo año. Desde el punto de vista legislativo, hemos planteado una ley de medidas urgentes de vivienda, suelo y urbanismo, que plantea la modificación de cinco leyes. El objetivo es agilizar la tramitación para construir vivienda protegida, bajar al 60% la proporción de vivienda protegida en las nuevas promociones, facilitar la conversión de locales comerciales o espacios industriales en viviendas o añadir nuevas plantas en los edificios públicos ya construidos. Todo ello, con el objetivo de incrementar la disposición de nueva vivienda construida.¿Estas recetas serían extrapolables a otras comunidades?No hay recetas sencillas para problemas complejos. Hay pocos lugares en Europa que no estén explorando nuevas fórmulas y soluciones en el ámbito de la vivienda.En materia de inmigración, Euskadi se ha unido, junto a Canarias, al programa Tierra Firme para fomentar la formación de los inmigrantes en sus países de origen en el África Occidental. ¿Este tipo de iniciativas son la vía para desincentivar la inmigración ilegal y generar un beneficio para el País Vasco?Son una vía más en una materia que demanda una visión estratégica compartida y un compromiso de corresponsabilidad. Esto es necesario no sólo en la visión del Estado, sino también desde el punto de vista de Europa.Los resultados económicos del tercer trimestre del año recogían un crecimiento del PIB vasco a un ritmo menor que la media española, medio punto concretamente (2,2% frente a 2,8%). ¿Cuál cree que es la causa de esta diferencia?Se debe a que el sector industrial tiene un peso relativamente mayor en el tejido económico vasco. La incertidumbre global, la política arancelaria de Trump o las dificultades de sectores como la automoción tienen más influencia relativa en Euskadi. En todo caso, la economía vasca sigue creciendo en el entorno del 2% y también lo hará el próximo año. Esto significa la creación de empleo neto. La tasa de paro en Euskadi ya se encuentra por debajo del 7% y aspiramos a converger con Europa.Desde el Gobierno estamos incidiendo tanto en mejorar las condiciones de acceso a la vivienda como en aumentar la construcción de nuevos inmuebles
¿Esperan acercarse al crecimiento del conjunto de España durante los próximos meses?La estimación de crecimiento se mantiene en el 2,2% para este año y en el 1,9% para el que viene. En ambos casos, insisto, con creación de empleo neto.El año pasado hablábamos de una ligera caída del peso de la industria en la economía vasca, y 2025 parece que cerrará con un leve crecimiento. ¿Está recuperando poco a poco su fuerza uno de los sectores que han sido históricamente más importantes para Euskadi?La industria, unida a los servicios conexos a la misma, representa el 42,3% de la actividad económica vasca. Se encuentra ligeramente por encima de la media europea. Lo que puedo destacar es su capacidad de resistencia ante las dificultades con las que se encuentra, tanto por la política de aranceles como por la crisis de destinos tradicionales de exportación industrial, como Francia y Alemania. Por parte del Gobierno vasco, hemos aprobado el nuevo Plan Industrial y hemos creado la Alianza Financiera Vasca para, sumando recursos públicos y privados, favorecer la inversión en nuevos sectores estratégicos, mejorar la competitividad o acompañar inversiones de arraigo empresarial.Su tasa de paro se sitúa muy por debajo de la media española y es, junto con la de Baleares, la única que no llega al 7%, con unas previsiones que indican que seguirá bajando. ¿Cómo esperan mejorar aún más un registro tan positivo?El crecimiento previsto para este año y el siguiente garantiza la creación de nuevas oportunidades de empleo. El objetivo es, también, mejorar la calidad del empleo presente y futuro. En este sentido, destaco la apuesta por la inversión en la nueva economía y en sectores como el aeroespacial, el biosanitario, la cuántica, la movilidad sostenible, la fabricación avanzada o la energía. La apuesta por la industria es una inversión eficaz a la hora de favorecer la creación de empleo más estable y de mayor calidad.Vivienda, inmigración, economía... Más allá de estos temas, ¿qué otros retos afronta su Gobierno hasta el final de la legislatura en un contexto tan complejo como el actual?El reto central de nuestro Gobierno es cumplir los mil compromisos e iniciativas de nuestro programa. No cabe duda de que las prioridades en salud, vivienda, seguridad, educación o empleo, que en mayor medida demanda la sociedad vasca, son también las prioridades de nuestro Gobierno. El reto es siempre responder a las necesidades y demandas del día a día, contribuyendo, además, a las transformaciones que garanticen el bienestar del mañana.PNV y PSE aprobarán sin más apoyos las Cuentas vascas de 2026Kutxabank instala cajeros en municipios rurales para combatir la exclusión financieraEl Gobierno vasco planea en 2026 una contratación de 1.500 millones Comentar ÚLTIMA HORALa apuesta por la industria es una inversión eficaz a la hora de favorecer la creación de un empleo mucho más estable y de mucha mayor calidad