El Gobierno consuma hoy la salida del jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) en el que es, posiblemente, su movimiento más polémico en los últimos meses. El Consejo de Ministros aprueba el ascenso a general de brigada del coronel Rafael Yuste, el hombre que desde hace dos años dirige las investigaciones que afectan al entorno más íntimo de Pedro Sánchez con un blindaje tal que las ha hecho impermeables a los intentos del Gobierno de conocer de manera anticipada el avance o el contenido de algunos informes decisivos.
El Ministerio del Interior ha acelerado el ascenso de Yuste en «tiempo récord», según entienden mandos consultados por este periódico, para decapitar la unidad y sacar a Yuste de las diligencias más comprometidas para el Ejecutivo. El coronel jefe de la UCO, conocido por su discreción, completó el curso el pasado mes de julio y fue el número uno de su promoción al obtener la máxima nota. No obstante, por criterios ordinarios de antigüedad y edad, su ascenso no debería producirse hasta julio de 2026, dado que la subida en la escala depende de otros factores como, por ejemplo, el ascenso coroneles de promociones anteriores. Sin embargo, indican las mismas fuentes, desde Interior se ha podido «acelerar» los tiempos para utilizar la promoción como un «pretexto institucional» y así reubicarlo en otro destino, fuera del mando operativo de las investigaciones más sensibles para Sánchez.
Desde la Guardia Civil, por contra, aseguran que el curso para ascender a general de brigada se ha hecho en la línea adecuada y que los tiempos están en la horquilla correcta.
Rafael Yuste completó el curso para ascender junto a otros coroneles, aunque no todos pasan al siguiente rango, puesto que las plazas son limitadas. La decisión final para promocionar depende de los ministerios del Interior y Defensa, que han concluido que él debe ser uno de ellos. Desde que llegó a su cargo en 2023, el coronel ha frenado sistemáticamente los intentos del Gobierno de conocer de manera anticipada el avance de las investigaciones que afectan a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, a su hermano y también el contenido de los informes sobre la trama liderada presuntamente por Santos Cerdán que ha llevado a prisión a Ábalos y a Koldo García.
En este tiempo, Yuste ha sido inflexible ante cualquier intento de «intromisión». Por tanto, los mandos consultados por este periódico lo consideran un profesional «incómodo» para Interior. Es este motivo por el que su salida de la Unidad Central Operativa ha causado una incertidumbre que pivota en la posibilidad de que su relevo pueda ser una persona más porosa ante el intento del entorno de Pedro Sánchez de conocer datos únicamente reservados a los agentes.
Se desconoce quién será su sustituto y tampoco se conoce cuál será el próximo destino de Yuste ya como general de brigada. Por el momento, continuará dirigiendo la unidad. La noticia de su ascenso -conocida el pasado mes de octubre- provocó inquietud entre los mandos del Instituto Armado ante el «temor» que genera que su sustituto pueda proporcionar información adelantada de las investigaciones más delicadas después del «silencio» impuesto por Yuste en todas las diligencias.
Precisamente, el mismo mes en el que aprobó el curso de general de brigada, mandos de la Guardia Civil evidenciaron la enorme tensión que las «constantes intromisiones» del Director Adjunto Operativo (DAO) de la Guardia Civil, Manuel Llamas, estaban causando en la UCO. Llamas es un cargo de confianza nombrado por el ministro Fernando Grande-Marlaska.
La situación de tensión entre el DAO del Instituto Armado y la UCO comenzó con el estallido del caso Koldo en los tribunales. Los informes de la unidad ya apuntaban entonces escenarios comprometidos para el PSOE. El posterior señalamiento de José Luis Ábalos agravó la situación. Las «intrusiones» denunciadas se incrementaron con el avance de la instrucción sobre Begoña Gómez; el caso del hermanísimo y el anuncio del demoledor informe Cerdán, que llevó a la cárcel al ex número tres del PSOE.
El «interés» de Llamas en seguir el desarrollo y las novedades de las investigaciones fue -indicaron a este periódico fuentes de toda solvencia- «una constante». Pero, sobre todo, lo que más sorprendió fue su «empeño» en conocer de manera anticipada el contenido de los dossiers que estaban en marcha. La respuesta a estas «injerencias» por parte de la unidad fue el silencio. Incluso se le llegó a recordar que los agentes que trabajan en la UCO deben velar por el secreto de las actuaciones en los casos de corrupción. La UCO de la Guardia Civil es un grupo de policía judicial con una dependencia orgánica y operativa. Es decir, fundamentalmente se debe a los magistrados que la designa como su fuerza actuante.