El líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha desvelado que la exigencia de Yolanda Díaz a Pedro Sánchez para acometer una "remodelación profunda" y "radical" del Gobierno de coalición para salir de la crisis "no fue acordada" entre los partidos que conforman Sumar. Por tanto, esto significa que el ultimátum de la vicepresidenta segunda el pasado viernes fue una decisión personal que asumió sin contar con el resto del espacio.
IU no fue el único que desconocía que se iba a lanzar ese órdago al presidente. Ayer, la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, también aseguró que no tenía conocimiento que se iba a hacer esa exigencia al PSOE y que se enteró de éste una vez lanzada. Por tanto, tampoco fue consensuada con el conjunto de los ministros.
La distancia que empiezan a marcar algunos de los socios de Díaz llega en un momento delicado para la vicepresidenta segunda, porque ha perdido el órdago que echó al presidente. Aquel "así no podemos seguir" y hay que cambiar el Gobierno "de arriba abajo". Y no va a tener consecuencias, porque va a continuar sin romper.
Y es que, en el sector socialista del Gobierno han reaccionado con dureza contra ella y le imputan haberse "equivocado" al lanzar ese ultimátum. El ministro de Transportes, Óscar Puente, afeó ayer públicamente la petición de Díaz de buscar "sacrificios en el altar" de ministros socialistas y la ministra portavoz, Pilar Alegría, miminizó la exigencia tanto de cambiar el Ejecutivo como de celebrar una reunión entre socios.
En rueda de prensa este miércoles, Maíllo ha terminado de desnudar que la controvertida petición de remodelar el Gobierno de coalición como salida a la crisis de la corrupción y los casos de acoso sexual, pensada para "relanzar" el Gobierno, no fue fruto de un análisis compartido de los socios. "La propuesta de remodelación no fue acordada por el espacio", ha dicho. Sólo se pactó "que hubiera un mensaje contundente".
No obstante, el líder de IU sí ha recalcado que la salida de la crisis pasa por reunirse los dos socios y pactar "todo tipo de propuestas" que impulsen la capacidad política y transformadora de este Gobierno. Ahora es la posición compartida del espacio pero el que primero lanzó la idea fue Maíllo. "Es la propuesta que nosotros como Izquierda Unida hemos defendido y a partir de ahí donde nosotros ponemos todo el esfuerzo de resolución de esta crisis", ha dicho.
La cumbre de PSOE y Sumar no tiene fecha definida, pero Maíllo ha apuntado a que puede ser este viernes. "No hay tiempo que perder al respecto y confiamos que esa sea la fecha adecuada de reunión", ha apuntado.
Eso sí, ha advertido de que a IU y Sumar no les vale que sea una reunión de trámite, sino que reclama que sea "al más alto nivel". "Sería una buena noticia, porque demostraría una voluntad de búsqueda de soluciones a esta situación", ha afirmado.
En paralelo, Enrique Santiago, otro dirigente de IU y su portavoz en el Congreso, se ha revuelto contra el "desprecio" del PSOE hacia Díaz en esta crisis, por declaraciones como las de Óscar Puente. "Nosotros entendemos que haya ministros que discrepen, eso es normal. Lo que no podemos aceptar es que se den respuestas sarcásticas, irónicas, incluso de desprecio a la vicepresidenta del Gobierno", ha dicho.
En una entrevista en Espejo Público, Santiago ha defendido que la reunión de socios es "una herramienta para arreglar un problema". El dirigente de IU ha recalcado la voluntad de Sumar de seguir en el Gobierno y ha lamentado que haya "veces" que "algún sector en el PSOE" parezca que quiere sacarlos de éste.