PolíticaLa cárcel de Ábalos corona el jueves negro del Gobierno: "Se nos colaron unas manzanas podridas y las hicimos número 2, es heavy"
Se acrecienta la debilidad parlamentaria de Sánchez: ya no vale la abstención de Junts
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• 171 comentariosPedro Sánchez accede a las escalinatas de La Moncloa, ayer, para recibir al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.APRaúl Piña MadridMadridActualizado Jueves, 27 noviembre 2025 - 22:43
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• PP Feijóo convoca una "concentración sin siglas" el domingo contra Sánchez: "Esto no es un hecho aislado, la manzana podrida es él"
«Ha habido gente que ha dicho que eso del Black Friday...». Pedro Sánchez bromea con Miguel Borra, presidente del sindicato CSIF, tras el acto de la firma del acuerdo para la mejora de las condiciones de los empleados públicos. Ambos ríen. Hace sólo unos minutos que el juez del Tribunal SupremoLeopoldo Puente ha acordado prisión incondicional para el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos y su ex asesor Koldo García. Black Thursday. La asistencia del presidente del Gobierno no estaba prevista a este acto. Se decidió sobre la marcha, cuando ya se sabía que Anticorrupción pedía cárcel para el que fuera su mano derecha durante años. «Es muy heavy, se nos han colado dos manzanas podridas y las hemos puesto de número dos», lamentan fuentes socialistas.
El Gobierno vivió ayer un jueves negro: el rechazo del Congreso a la senda de estabilidad, primera piedra para poder tener Cuentas Públicas, evidenció su debilidad parlamentaria, la ausencia de una mayoría que pueda aprobar los Presupuestos. Y la entrada en prisión de Ábalos vuelve a desnudar la trama corrupta que operó en el Ejecutivo y el PSOE. Frente a un panorama oscuro y adverso, La Moncloa se afana por pasar un paño de normalidad, el «la vida sigue». Ese aquí no pasa nada fue lo que quiso trasladar Sánchez con esa conversación sobre el Black Friday, con su asistencia a la ratificación del pacto para incrementar las retribuciones de los empleados públicos un 11% entre 2025 y 2028. Que el Ejecutivo sigue impulsando medidas aunque sus constantes vitales parezca que agonizan.
«La legislatura está igual de difícil que estaba», exponen fuentes gubernamentales. Lo cierto es que la entrada en prisión de Ábalos y el hecho de no que haya renunciado al escaño hace que la dependencia del Gobierno de Junts, y por tanto su fragilidad, sea más acuciada. La prisión preventiva no implica perder la condición de parlamentario, pero sí todos los derechos políticos y económicos. El ex lugarteniente de Sánchez tenía el compromiso de votar en consonancia con el PSOE. Con un diputado menos, y sin que, por ahora, se altere el listón de la mayoría en la Cámara Baja -176 diputados-, a los socialistas ya no les vale una abstención de Junts para sacar sus medidas. Necesitan que voten ahora sí a todo. Y los independentistas catalanes están en un escenario de ruptura con el PSOE y de «bloqueo» de la legislatura.
Pese a que la sensación es de desmoronamiento de la legislatura, con los socios sin romper, pero no descartando ya un adelanto electoral, Sánchez, dicen desde su equipo, mantiene el propósito de presentar Presupuestos. «Nos hace daño no tenerlos, pero si los llevamos socios y oposición tienen que retratarse. Y si nos los tumban, después en las elecciones nos presentamos con esa carta que recoge lo que queremos hacer y no nos dejan porque lo rechazan». Un mensaje para tratar de aglutinar votos. Modo precampaña ya instalado en todos los partidos, pero insistencia en La Moncloa en llegar a 2027. Pero lo cierto es que con la posición de Junts, el planteamiento exigente de Podemos y la entrada en prisión de Ábalos (un voto) la perspectiva es de desfibrilación.
Con todo, el Gobierno llevará dentro de 15 días al Congreso de nuevo la senda de estabilidad para votarla -si nada cambia será rechazada-. Otra derrota que no dolerá tanto como la «traición» que siente con Ábalos. «Merece todo mi desprecio», señala una ministra. El que fuera todopoderoso secretario de Organización, la mano derecha de Sánchez, el ministro que manejaba más presupuesto ha pasado a ser «un diputado del grupo mixto»; «palabra de un imputado». Distancia máxima con quien fuera Ferraz.
Sánchez ayer evitó referirse a Ábalos, aunque los periodistas le lanzaron preguntas a su salida del acto al que acudió en Madrid. Los ministros con más peso también esquivaron a la prensa. «Estamos curados de espanto», dicen fuentes socialista sobre la imagen de nuevo de un socialista en el furgón entrando en Soto del Real. «Tranquilidad», «es un proceso judicial que sigue su curso», exponen miembros del Gobierno. «Ábalos no tiene derecho a estar herido, el daño nos lo ha hecho a nosotros», expone un destacado dirigente tras el cambio de estrategia del ex ministro, pasando a atacar a Sánchez. «Investigar a Air Europa sería abrir el melón, ahí podemos llegar a Begoña. Podemos llegar bien llegados», señaló en una entrevista con este diario horas antes de su cita ayer en el Supremo.
Mientras hay quienes sea cogen a que el daño fue con la entrada en prisión de Cerdán, otros acusan el shock de otro ex secretario de Organización entre rejas. «Consolida la imagen de toda la trama en la cúspide del partido. La etiqueta de corrupción ya la tenemos por desgracia», señala un dirigente. «Ataca un pilar nuestro que era la lucha contra la corrupción», dice un cargo de peso. «La acumulación seguida de cuernos de dos parejas tiene que hacerle dudar de a qué gente elige y cómo», dice un buen conocedor de la sala de mandos socialista, en alusión a Sánchez y su responsabilidad política.
Se acrecienta la debilidad parlamentaria de Sánchez: ya no vale la abstención de Junts
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• 171 comentariosPedro Sánchez accede a las escalinatas de La Moncloa, ayer, para recibir al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.APRaúl Piña MadridMadridActualizado Jueves, 27 noviembre 2025 - 22:43
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• PP Feijóo convoca una "concentración sin siglas" el domingo contra Sánchez: "Esto no es un hecho aislado, la manzana podrida es él"
«Ha habido gente que ha dicho que eso del Black Friday...». Pedro Sánchez bromea con Miguel Borra, presidente del sindicato CSIF, tras el acto de la firma del acuerdo para la mejora de las condiciones de los empleados públicos. Ambos ríen. Hace sólo unos minutos que el juez del Tribunal SupremoLeopoldo Puente ha acordado prisión incondicional para el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos y su ex asesor Koldo García. Black Thursday. La asistencia del presidente del Gobierno no estaba prevista a este acto. Se decidió sobre la marcha, cuando ya se sabía que Anticorrupción pedía cárcel para el que fuera su mano derecha durante años. «Es muy heavy, se nos han colado dos manzanas podridas y las hemos puesto de número dos», lamentan fuentes socialistas.
El Gobierno vivió ayer un jueves negro: el rechazo del Congreso a la senda de estabilidad, primera piedra para poder tener Cuentas Públicas, evidenció su debilidad parlamentaria, la ausencia de una mayoría que pueda aprobar los Presupuestos. Y la entrada en prisión de Ábalos vuelve a desnudar la trama corrupta que operó en el Ejecutivo y el PSOE. Frente a un panorama oscuro y adverso, La Moncloa se afana por pasar un paño de normalidad, el «la vida sigue». Ese aquí no pasa nada fue lo que quiso trasladar Sánchez con esa conversación sobre el Black Friday, con su asistencia a la ratificación del pacto para incrementar las retribuciones de los empleados públicos un 11% entre 2025 y 2028. Que el Ejecutivo sigue impulsando medidas aunque sus constantes vitales parezca que agonizan.
«La legislatura está igual de difícil que estaba», exponen fuentes gubernamentales. Lo cierto es que la entrada en prisión de Ábalos y el hecho de no que haya renunciado al escaño hace que la dependencia del Gobierno de Junts, y por tanto su fragilidad, sea más acuciada. La prisión preventiva no implica perder la condición de parlamentario, pero sí todos los derechos políticos y económicos. El ex lugarteniente de Sánchez tenía el compromiso de votar en consonancia con el PSOE. Con un diputado menos, y sin que, por ahora, se altere el listón de la mayoría en la Cámara Baja -176 diputados-, a los socialistas ya no les vale una abstención de Junts para sacar sus medidas. Necesitan que voten ahora sí a todo. Y los independentistas catalanes están en un escenario de ruptura con el PSOE y de «bloqueo» de la legislatura.
Pese a que la sensación es de desmoronamiento de la legislatura, con los socios sin romper, pero no descartando ya un adelanto electoral, Sánchez, dicen desde su equipo, mantiene el propósito de presentar Presupuestos. «Nos hace daño no tenerlos, pero si los llevamos socios y oposición tienen que retratarse. Y si nos los tumban, después en las elecciones nos presentamos con esa carta que recoge lo que queremos hacer y no nos dejan porque lo rechazan». Un mensaje para tratar de aglutinar votos. Modo precampaña ya instalado en todos los partidos, pero insistencia en La Moncloa en llegar a 2027. Pero lo cierto es que con la posición de Junts, el planteamiento exigente de Podemos y la entrada en prisión de Ábalos (un voto) la perspectiva es de desfibrilación.
Con todo, el Gobierno llevará dentro de 15 días al Congreso de nuevo la senda de estabilidad para votarla -si nada cambia será rechazada-. Otra derrota que no dolerá tanto como la «traición» que siente con Ábalos. «Merece todo mi desprecio», señala una ministra. El que fuera todopoderoso secretario de Organización, la mano derecha de Sánchez, el ministro que manejaba más presupuesto ha pasado a ser «un diputado del grupo mixto»; «palabra de un imputado». Distancia máxima con quien fuera Ferraz.
Sánchez ayer evitó referirse a Ábalos, aunque los periodistas le lanzaron preguntas a su salida del acto al que acudió en Madrid. Los ministros con más peso también esquivaron a la prensa. «Estamos curados de espanto», dicen fuentes socialista sobre la imagen de nuevo de un socialista en el furgón entrando en Soto del Real. «Tranquilidad», «es un proceso judicial que sigue su curso», exponen miembros del Gobierno. «Ábalos no tiene derecho a estar herido, el daño nos lo ha hecho a nosotros», expone un destacado dirigente tras el cambio de estrategia del ex ministro, pasando a atacar a Sánchez. «Investigar a Air Europa sería abrir el melón, ahí podemos llegar a Begoña. Podemos llegar bien llegados», señaló en una entrevista con este diario horas antes de su cita ayer en el Supremo.
Mientras hay quienes sea cogen a que el daño fue con la entrada en prisión de Cerdán, otros acusan el shock de otro ex secretario de Organización entre rejas. «Consolida la imagen de toda la trama en la cúspide del partido. La etiqueta de corrupción ya la tenemos por desgracia», señala un dirigente. «Ataca un pilar nuestro que era la lucha contra la corrupción», dice un cargo de peso. «La acumulación seguida de cuernos de dos parejas tiene que hacerle dudar de a qué gente elige y cómo», dice un buen conocedor de la sala de mandos socialista, en alusión a Sánchez y su responsabilidad política.