- PEGGY HOLLINGER
El grupo franco-alemán The Exploration Company prepara una ronda de financiación significativamente mayor de los 160 millones de dólares recaudados el año pasado.
Una de las start up espaciales más ambiciosas de Europa prepara una nueva ronda de financiación dentro de su ofensiva de expansión en la carrera por construir un rival europeo para SpaceX, de Elon Musk. The Exploration Company, que compite por desarrollar la primera cápsula reutilizable de Europa para transportar carga a la Estación Espacial Internacional, planea una recaudación de capital significativamente mayor que la ronda de 160 millones de dólares del año pasado, según explica Hélène Huby, fundadora y consejera delegada del grupo franco-alemán.
Las ambiciones de Huby para la empresa que fundó en 2021 están impulsadas por el deseo de mejorar la independencia de Europa en el espacio. "Queremos dominar toda la cadena del transporte espacial", afirma a Financial Times. "Empezaremos con la cápsula de carga, pero queremos abordar la tripulación algún día, y luego tenemos la Luna". The Exploration Company trabaja en un módulo de aterrizaje lunar con Emiratos Árabes Unidos, con el objetivo de aterrizar en la Luna antes de 2035. Las cápsulas de carga se utilizan para transportar suministros y equipos a los astronautas en la Estación Espacial Internacional. Lanzadas en un cohete, se liberan en órbita, donde utilizan propulsores para maniobrar hasta su destino.
En 2023, la Agencia Espacial Europea lanzó un reto para que las empresas desarrollaran cápsulas capaces de ofrecer servicios de carga a la órbita baja terrestre para 2029, y que pudieran evolucionar posteriormente para transportar tripulación. En esa competición, The Exploration Company rivaliza con Thales Alenia Space, veterana compañía espacial propiedad conjunta de la francesa Thales y la italiana Leonardo.
Esta semana, los ministros de la agencia espacial decidirán sobre la financiación para llevar al menos una cápsula de la compañía a una misión de demostración a gran escala, que se espera que ascienda a 250 millones de euros. Sin embargo, tras un acuerdo reciente con la Nasa para intercambiar servicios de carga por vuelos de astronautas europeos a la Estación Espacial Internacional, podría haber fondos para la segunda, según una fuente cercana a las conversaciones. Pero, dadas las limitaciones presupuestarias, muchos países podrían mostrarse reacios a aportar más del mínimo indispensable, según otra fuente implicada.
Algunos en la industria creen que The Exploration Company lleva la delantera. Como start up, se la considera más ágil que sus rivales consolidados, y ha pasado de ser un concepto a convertirse en un demostrador a pequeña escala en sólo cuatro años. Si bien el capital recaudado el año pasado se destinó a la cápsula, el grupo quiere invertir ahora en un proyecto de motor de cohete reutilizable de alto empuje. La ronda, prevista para el próximo año, busca "combinar financiación privada y pública para impulsar realmente este gran motor", afirma.
Sector de la defensa
El creciente interés del sector de la defensa por el espacio ha ayudado a atraer capital a The Exploration Company, que fue valorada en unos 500 millones de dólares, según la firma de datos PitchBook. "Quedó claro que una cápsula tiene mucha más profundidad y capacidad que el transporte espacial puro", afirma Khaled Helioui, socio del grupo de capital riesgo Plural, que invirtió en The Exploration Company el año pasado. Por ejemplo, la tecnología que permite que una cápsula se acople a una estación espacial que viaja a 28.000 kilómetros por hora sin estrellarse podría utilizarse algún día para inspeccionar o desactivar satélites enemigos.
Primero, sin embargo, The Exploration Company debe demostrar que puede superar el reto de la Agencia Espacial Europea. A principios de este año, voló un demostrador de un tercio del tamaño de su cápsula Nyx en planificación, cumpliendo el 50% de los objetivos de la misión.
Hélène Huby, fundadora y consejera delegada delgrupo franco-alemán The Exploration Company.Bryan van der BeekEXPANSIONThe Exploration Company prevé invertir unos 450 millones de dólares para desarrollar su cápsula de carga, al menos el 40% con fondos propios y el resto con financiación pública, según Huby. También existe la esperanza de que la compañía, que comenzó a financiar su proyecto sobre la cápsula con inversión privada, pueda impulsar un cambio en la estrategia espacial de Europa. "The Exploration Company comenzó a trabajar en un vehículo de carga antes de que Europa decidiera apostar por la inversión en carga", explica Matija Rencelj, del Instituto Europeo de Política Espacial. "Tienen su visión y no esperan a los gobiernos".
Un funcionario europeo afirma: "Están desarrollando una enorme capacidad que podría ser un nuevo hito en Europa: un SpaceX europeo que opera con una mentalidad diferente". Sin embargo, Thales Alenia Space argumenta que su diseño presentará menos riesgos. Su cápsula se beneficiará de las décadas de experiencia de la compañía en la construcción de módulos presurizados, incluyendo el 50% de los utilizados en la Estación Espacial Internacional y todos los empleados por Northrop Grumman en el transportador de carga Cygnus, según afirman los ejecutivos.
The Exploration Company y Thales Alenia cuentan con la Agencia Espacial Europea para obtener contratos para servicios de carga mientras buscan clientes comerciales. The Exploration Company afirma que puede realizar misiones por unos 150 millones de dólares una vez que haya ampliado la producción, y que sólo necesitaría un contrato al año para ser rentable. Thales Alenia es menos transparente en cuanto a los precios, pero insiste en que su cápsula será más económica y capaz.
Sin embargo, incluso con el apoyo de la Estación Espacial Europea, persisten las dudas sobre el tamaño del mercado de transporte comercial al que se dirigen las empresas. The Exploration Company estima que el mercado accesible para el "transporte de exploración" es de 10.000 millones de dólares, cifra que aumentará a 35.000 millones durante la próxima década.
Una parte significativa de este aumento depende de la demanda de las nuevas estaciones espaciales comerciales que la Nasa espera que reemplacen a la Estación Espacial Internacional a finales de la década. Sin embargo, algunos analistas advierten que esta cifra podría ser insuficiente. "La Nasa está reduciendo sus necesidades y su ambición", señala Maxime Puteaux, de la consultora Novaspace. "El modelo de negocio de las estaciones espaciales no funciona sin la Nasa".
El deseo de Europa de contar con capacidad soberana podría no ser suficiente para tener éxito, afirma Rencelj, de European Space Policy Institute. "Depende del argumento de negocio del destino. Si el destino desaparece, desaparecen los clientes".
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