- MADELEINE SPEED Y SIMEON KERR
El Gobierno escocés ha mostrado su preocupación por las economías rurales, ya que las destilerías acumulan un excedente que ha obligado a algunas a reducir la producción.
La caída de la demanda de whisky escocés y la incertidumbre de la guerra comercial de Donald Trump han provocado un exceso de oferta de la bebida que recuerda a la crisis de la década de 1980, lo que aumenta el riesgo de recortes de empleos y cierres de destilerías en toda Escocia.
Las ventas mundiales de whisky cayeron un 2,5 % en el primer semestre de 2025, el tercer año consecutivo de descensos tras décadas de crecimiento constante. Esta situación ha hecho que las destilerías acumulen un excedente que ha obligado a algunas a frenar o reducir la producción y a otras a ampliar su capacidad de almacenamiento.
En una visita a las destilerías de Talisker y Dalwhinnie en las últimas semanas, Kate Forbes, viceprimera ministra de Escocia, afirmó que los recortes de producción en estas zonas han tenido un impacto "desproporcionadamente grande" en las economías rurales y advirtió de las consecuencias "catastróficas" de los aranceles de EEUU en el sector, uno de los que más empleo generan en Escocia.
"Han reducido significativamente la producción debido a la incertidumbre generada por los aranceles estadounidenses", declaró sobre las destilerías, propiedad del gigante de las bebidas Diageo.
"Esto tiene un enorme impacto en las decisiones de inversión a largo plazo; han congelado sus planes de crecimiento a la espera del resultado de las negociaciones arancelarias con EEUU", añadió Forbes.
Hasta que se avance en las negociaciones para un acuerdo comercial entre Reino Unido y Estados Unidos, los productos británicos, incluido el whisky, siguen sujetos al arancel "base" del 10% impuesto por Trump a las importaciones desde abril.
En noviembre, algunos productos agrícolas, como la carne de vacuno y el café, quedaron exentos del arancel, pero esto no incluía las bebidas alcohólicas. En EEUU, las ventas de whisky escocés en los primeros nueve meses de 2025 cayeron un 6 %, lo que representa una mejora con respecto a la caída del 9 % del año anterior. Sin embargo, es un descenso considerable en comparación con hace cinco años, cuando las ventas crecieron un 4 % interanual, según el proveedor de datos IWSR.
Las ventas de whisky de malta puro, que generalmente son más caras que las mezclas, se han ralentizado significativamente a medida que los consumidores reducen el consumo de bebidas de alta gama para ahorrar dinero.
Durante la crisis del whisky de la década de 1980, resultado de un período de sobreproducción en la década de 1970, las empresas reequilibraron la oferta y la demanda expandiéndose a nuevos mercados como Japón, Grecia y España.
Para la década de 1990, fabricantes de bebidas como William Grant y Diageo comenzaron a desarrollar más whisky de malta puro, cobrando precios cada vez más altos por los líquidos añejos y ampliando su negocio a mercados como India y China. Ahora las ventas de malta se han desplomado, mientras que las ventas de mezclas asequibles han resistido mejor el golpe. En 2024, las ventas mundiales de malta cayeron un 7 % en comparación con el año anterior, con una caída del 1 % en las mezclas.
Para gestionar el exceso de oferta, Diageo afirmó haber reducido la producción en algunas de sus destilerías de malta "para equilibrar la capacidad con la demanda actual".
Las empresas también han invertido millones en capacidad de almacenamiento adicional para almacenar las existencias que no han vendido. International Beverage, propietaria de marcas como Old Pulteney, Speyburn y Balblair, invirtió 7 millones de libras en seis nuevos almacenes para tener una capacidad adicional equivalente a 60.000 barriles.
Según las previsiones de IWSR, las ventas de whisky escocés volverán a crecer para 2030; esto se verá impulsado en gran medida por la expansión a nuevos mercados como India. El futuro del mercado estadounidense sigue siendo incierto, en gran parte debido a los aranceles de Trump.
Forbes afirmó que había un "vacío" de información por parte del gobierno británico con respecto al progreso de las negociaciones comerciales con Washington, ya que a principios de este mes Londres consiguió una exención para los envíos farmacéuticos a EEUU al acordar que el NHS pague más por los medicamentos.
A la industria también le preocupa que, a medida que se prolonguen las negociaciones arancelarias, otros países puedan lograr sus propios acuerdos con gravámenes relativamente más bajos, lo que situaría al whisky en mayor desventaja. El Gobierno escocés está preocupado por la falta de prioridad que el equipo negociador de Reino Unido ha dado al whisky escocés, que en 2022 representó más de una cuarta parte del valor de las exportaciones internacionales de bienes de Escocia, pero solo alrededor del 2 % de las exportaciones de Reino Unido.
Tegner, de IWSR, afirmó que, a pesar de la caída de la demanda en EEUU, la industria del whisky escocés era mucho más resiliente que en la década de 1980.
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