Meg O'Neill, la ex ejecutiva de Exxon encargada de transformar BP

• MALCOLM MOORE Y NIC FILDES

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La directora de Woodside Energy, quien se ha enfrentado a activistas climáticos en Australia, va a asumir uno de los puestos más difíciles de la industria.

Meg O'Neill, la próxima consejera delegada de BP, va a asumir uno de los puestos más difíciles del sector energético global: será la primera persona externa al frente de la compañía británica y su misión es reestructurar un negocio en expansión y una cultura corporativa que ha suscitado críticas dentro de la industria petrolera.

La estadounidense de 54 años, que sustituirá a Murray Auchincloss en abril, ha dirigido Woodside Energy desde 2021, tras haber trabajado previamente en ExxonMobil.

Woodside es la mayor empresa energética de Australia. Sin embargo, su producción diaria de petróleo y gas natural es menos del 10% de la de BP y su modelo de negocio es mucho más limitado.

Woodside se dedica exclusivamente a la producción de petróleo y gas natural, mientras que BP abarca toda la cadena de valor energética, desde la exploración y la producción hasta el refinado, la comercialización y la venta de combustible a través de más de 21.000 gasolineras en todo el mundo. En estos negocios O'Neill tiene poca experiencia directa. Sin embargo, conoce bien los entornos hostiles.

O'Neill ha sido muy criticada por los activistas climáticos en Australia tras oponerse a la regulación de la industria de los combustibles fósiles y reducir drásticamente el gasto de Woodside en energía con bajas emisiones de carbono, incluso después de que los accionistas rechazaran los planes climáticos de la compañía en 2024 por ser demasiado modestos.

En 2023, su casa de Perth fue atacada dos veces: una por ladrones que robaron un Maserati y un Jeep Cherokee mientras su familia se encontraba dentro y otra por activistas climáticos que planeaban pintar la propiedad. A pesar de ello, siguió siendo una voz prominente e influyente en el debate cada vez más polarizado en Australia sobre la transición energética. Antes de las elecciones federales de este año, advirtió que la regulación, los costes laborales y los impuestos harían que el país "perdiera en todos los frentes" frente a EEUU.

"Es una auténtica racionalista. Se resistió a comprometerse con los objetivos de emisiones netas cero, describiéndolos en cambio como una aspiración", señala un ex asesor de Woodside.

Martin Houston, quien vendió la empresa de gas natural licuado Tellurian a Woodside en 2024, declara que "es activa y muy reflexiva, ha hecho buenos negocios, ha saneado la cartera de la empresa y durante todo ese tiempo ha sido presidenta de la organización Productores de Energía de Australia".

El analista Kevin Morrison opina que la actitud de O'Neill es "firme, inflexible y sensata". Y el analista Saul Kavonic declara que es una "líder discreta que estabilizará el rumbo de BP, abordará los problemas culturales y hará que BP genere más beneficios en lugar de titulares".

Los críticos de BP la acusan de estar inflada y ser poco competitiva, con una cultura interna que, en ocasiones, se asemeja más a una burocracia gubernamental que a una multinacional.

En relación con el nombramiento de O'Neill, el presidente de BP, Albert Manifold, ha señalado que desea una empresa "más sencilla, eficiente y rentable con mayor rigor y diligencia".

Iain Pyle, director de inversiones de Aberdeen Investments, un accionista de BP, opina que "Meg O'Neill cuenta con la experiencia adecuada que encaja muy bien con el rumbo que creemos que el presidente quiere dar a la empresa. Es notable que sea la primera consejera delegada externa en los 116 años de historia de BP, pero dada la necesidad de acelerar el ritmo de cambio, una perspectiva externa podría ser útil en este momento".

O'Neill transformó Woodside mediante dos importantes adquisiciones. Una fusión íntegramente en acciones con BHP Petroleum en 2021 incrementó la producción de unos 24.000 barriles de petróleo equivalente al día a casi 160.000. A esto le siguió la compra en efectivo por 1.200 millones de dólares de Tellurian, propietaria de un proyecto de gas natural licuado en Luisiana, que Woodside aprobó posteriormente. Sin embargo, los costes de producción se mantienen prácticamente sin cambios desde la fusión con BHP y la acción de la compañía no ha ido muy bien.

La rentabilidad total para los accionistas de Woodside en los últimos cinco años ha sido del 42%, en comparación con la media del sector del 212%, según Accela Research.

Sin embargo, Houston opina que la rentabilidad para los accionistas "no representa plenamente el rendimiento de la compañía, debido al tamaño y la naturaleza del mercado australiano".

Axel Dalman, analista de Accela, afirma que el historial de O'Neill "encaja con el reciente enfoque de BP en el petróleo y el gas natural. Lo que no está tan claro es si podrá cumplir la otra prioridad de BP: una mayor rentabilidad para los accionistas".

BP anunció el miércoles que Auchincloss permanecerá como asesor hasta finales del año que viene. Durante su turbulento período de menos de dos años al frente de la empresa, BP redujo su énfasis en la energía verde y volvió a centrarse más en el petróleo y el gas natural.

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