El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una ceremonia de entrega de medallas en Moscú a soldados que participaron en la guerra en Ucrania. Reuters
Europa Putin convierte en papel mojado el plan de paz de Zelenski: está convencido de que aún puede ganar la guerraLos optimistas informes del campo de batalla que le transmiten sus militares le llevan sistemáticamente a rechazar cualquier propuesta.
Más información: Los 20 puntos del plan de paz de Ucrania y EEUU, al detalle: de las garantías de seguridad a la discordia territorial
Luis Villajos Publicada 24 diciembre 2025 21:19hLas claves nuevo Generado con IA
Zelenski ha presentado un plan de paz con 20 puntos, abierto por primera vez a retirar tropas ucranianas del Donetsk y crear una zona desmilitarizada.
Putin ha rechazado el plan de paz, convencido de que puede ganar la guerra debido a informes optimistas y poco realistas de su cúpula militar.
El avance ruso en Ucrania durante 2025 ha sido lento y costoso, con ganancias territoriales mucho menores que en 2024 y una guerra de desgaste prolongada.
El plan de paz incluye un pacto de no agresión, garantías de seguridad para Ucrania y opciones para congelar la línea del frente o crear zonas económicas especiales en Donetsk.
Volodímir Zelenski ha movido ficha este miércoles para poner fin a la guerra con Rusia al presentar un plan de paz con 20 puntos en el que, por primera vez, se abre a retirar sus tropas del Donetsk controlado por Ucrania y crear una zona desmilitarizada.
Un borrador de un acuerdo de paz que pese a ser el más beneficioso para Rusia presentado hasta ahora, Putin no piensa aceptarlo.
Y es que el mandatario ruso no sólo libra una batalla contra Ucrania, sino también contra la propia realidad. Está convencido de que puede ganar la guerra gracias a los optimistas informes de los avances rusos que le transmiten desde su cúpula militar.
Zelenski se abre por primera vez a retirar sus tropas del Donetsk controlado por Ucrania y crear una zona desmilitarizadaSegún informó esta semana el Financial Times, funcionarios occidentales creen que Putin está siendo alimentado sistemáticamente con ficción sobre la situación en el campo de batalla por sus propios generales y servicios de seguridad.
Un espejismo conformado por victorias infladas, ganancias imaginarias y derrotas disimuladas que ha convencido al presidente ruso de que aún puede ganar la guerra de manera rotunda, lo que le lleva a rechazar sistemáticamente cualquier propuesta de paz que, racionalmente, favorezca a Moscú más que el campo de batalla.
El Financial Times ilustró esta mentira en la que vive instalado Putin con un ejemplo que roza el esperpento. A fines de noviembre, el coronel general Sergei Kuzovlev informó al presidente ruso de que las fuerzas rusas habían "completado la liberación de Kupiansk", una ciudad estratégicamente importante en la región de Járkov. Putin lo recompensó con la Estrella de Oro, el mayor honor militar de Rusia.
Tres días después, el propio Zelenski aparecía en un vídeo en sus redes sociales grabado en la entrada de Kupiansk, echando por tierra el cuento de que Rusia controlaba la ciudad.
La distorsión es tal que incluso blogueros rusos proguerra, generalmente leales a la causa, han comenzado a criticar la evidente brecha entre las declaraciones oficiales y la realidad.
Lento avance en el campo de batalla
Frente a la optimista visión de Putin, el avance ruso en Ucrania durante 2025 ha sido lento y costoso, manteniendo la lógica de guerra de desgaste que ya se consolidó en 2024, pero con una tasa de ganancia territorial claramente menor a la de los primeros meses de 2024.
Aunque Moscú ha logrado alguna ciudad simbólica en el Donbás a final de año, como Siversk o Pokrovsk, el frente apenas se ha movido unas pocas decenas de kilómetros en los sectores donde Rusia empuja con más fuerza. El resultado es una campaña donde se sigue avanzando, pero a un ritmo tan gradual que no cambia de forma decisiva el equilibrio estratégico.
En 2024, varios análisis subrayaban que Rusia había multiplicado por seis el terreno conquistado respecto a 2023, con alrededor de 2.700 a 4.000 kilómetros cuadrados ganados a costa de enormes bajas, sobre todo en el este de Ucrania.
Militares ucranianos disparan un arma en la región de Jersón. Reuters
Sin embargo, incluso entonces se hablaba de avances "incrementales", basados en tomar campos, pueblos pequeños y líneas de trincheras, no grandes ciudades ni regiones completas.
Esa dinámica se ha prolongado en 2025, pero cada vez con menos ritmo: por ejemplo, estimaciones como las de DeepState y del Ministerio de Defensa británico muestran cómo los kilómetros cuadrados capturados por mes caen de más de 300 a poco más de un centenar a partir de marzo.
El lento avance de 2025 se explica por varios factores: la consolidación de fuertes defensas ucranianas, el uso masivo de drones y artillería por ambas partes y la creciente dificultad rusa para sostener ofensivas continuas sin disparar aún más sus pérdidas.
Aunque Rusia ha mantenido la iniciativa en varios ejes -Donetsk, parte de Zaporizhia y el área en torno a Pokrovsk-, muchas ofensivas recientes se describen como ataques que "no logran avances confirmados" o sólo producen ligeros desplazamientos del frente.
En comparación con 2024, 2025 revela un ejército ruso aún capaz de avanzar, pero atrapado en una guerra de desgaste en la que cada kilómetro ganado cuesta tiempo, material y personal en proporciones muy altas.
La última propuesta de Kiev
Zelenski ha presentado este miércoles por primera vez de forma detallada los 20 puntos del plan de paz que han elaborado Kiev y Washington y ha reiterado su disposición a alcanzar un compromiso territorial en el Donbás, uno de los puntos que siguen abiertos.
Los 20 puntos del plan plantean un pacto de no agresión entre Rusia y Ucrania, que sería supervisado por un mecanismo de monitoreo y cimentado en una serie de garantías de seguridad, como un Ejército ucraniano con 800.000 efectivos y acuerdos vinculantes por los que EE.UU. y otros aliados se comprometerían a proporcionar una defensa equivalente al Artículo 5 de la OTAN.
Con respecto a la cuestión más espinosa, las cesiones territoriales que reclama Rusia, Zelenski reconoció que en estos momentos hay dos opciones sobre la mesa, de las que Kiev prefiere la primera, que pasaría por congelar la actual línea del frente.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió el martes en Kiev con el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov,, y con el jefe del Estado Mayor ucraniano, Andrí Gnátov. Efe
La segunda pasaría por la creación de una o varias zonas económicas en la parte de la región de Donetsk que Ucrania todavía controla pero que reclama Moscú, algo que sin embargo solo se estudiaría una vez que Kiev haya recibido garantías de seguridad suficientes.
"Si se toma esta decisión, se firmará un acuerdo separado entre Ucrania, EEUU y Rusia que determinará el estatus de la zona económica especial y los pasos que darán las dos partes del conflicto de manera equivalente para retirar sus fuerzas", explicó Zelenski.
La zona económica especial estaría administrada por Ucrania, aunque sus tropas se retirasen, y tendrían que estar presentes fuerzas internacionales para garantizar que no entren "ni 'hombrecillos verdes' ni personal militar ruso disfrazado de civiles", advirtió Zelenski.
Además, una decisión de este tipo, que implicase la retirada de tropas de Donetsk, sólo podría ser legitimada por un referendo.
Por otra parte, los 20 puntos no contienen ninguna referencia a las ambiciones de Kiev de ingresar en la OTAN y Zelenski afirmó que esta cuestión solo la pueden decidir los propios miembros de la Alianza, que por el momento no desean admitir a Ucrania.
Según trasladó el presidente ucraniano, es posible que la OTAN y Rusia negocien por separado sobre el futuro de su relación, pero que la propia Ucrania no renunciará a su "decisión" de aspirar al ingreso, aunque por el momento no sea realista.