¿Qué necesita el PP para frenar el ascenso electoral de Vox?

• JAVIER AYUSO

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No es una cuestión fácil. Realmente no sé qué tendría que hacer el PP para frenar el ascenso electoral de Vox y conseguir mayorías absolutas que le permitan gobernar en solitario en las comunidades autónomas que tienen cita con las urnas en los próximos meses. Lo que sí parece claro es lo que no tiene que hacer. Alberto Núñez Feijóo y, sobre todo, sus líderes regionales deben evitar convertir las campañas a las elecciones autonómicas en una cuestión nacional y dejarse marcar la agenda informativa por Santiago Abascal.

El pasado fin de semana dio comienzo la campaña para los comicios en Extremadura y el partido de ultraderecha ya está haciendo caer en la trampa a María Guardiola. Abascal ha conseguido que la presidenta entre en los debates que él quiere plantear y que todo se centre en la política nacional, en vez de la regional. Todo ello, con la inestimable ayuda de Pedro Sánchez que, sabedor de que su candidato no tiene nada que hacer en estas elecciones, busca debilitar al PP y forzarle a tener que negociar con Vox para formar gobierno.

Las encuestas para Extremadura indican que los populares crecerán de forma notable sobre la base de una caída en picado del PSOE. Pero a día de hoy no conseguirían los 33 escaños que le otorgarían la mayoría absoluta, por el fuerte crecimiento de Vox. De esta manera, se repetiría la historia de 2023 en esta y otras autonomías. Los pactos de los dos partidos de la derecha serán utilizados, una vez más, por los socialistas cuando se convoquen las generales.

¿Cuál es la solución? De entrada, centrar la campaña en la política autonómica y aprovechar la debilidad extrema de los candidatos del PSOE y de Vox. Guardiola ha ejercido de presidenta durante más de dos años y tiene un alto nivel de presencia pública, frente al candidato de Vox, un tal Óscar Fernández, al que no conoce nadie. Y qué decir del socialista Miguel Ángel Gallardo, un ciudadano que se ha dado a conocer por estar procesado por prevaricación y tráfico de influencias al colocar a dedo al hermano del presidente. Además, la candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, parece que va ganando opciones ante la debilidad de los socialistas.

Por eso, Abascal y Sánchez se están volcando en la campaña en un intento de plantearla como un ensayo general para unas hipotéticas generales. El mayor beneficiado de esa dinámica será, sin duda, Vox, que está actuando muy hábilmente como el partido de los indignados y desesperados en toda España y que está captando votos entre la población más joven. No solo en Extremadura, sino en toda España, el partido radical es el primero en intenciónde voto entre los 18 y los 30 años.

En Extremadura, habrá 27.000 nuevos votantes que acaban de cumplir 18 años a los que el partido radical quiere que elijan su papeleta. Aunque Guardiola está llevando a cabo una campaña inteligente en redes sociales, con vídeos de TikTok que están teniendo un éxito de difusión. Los jóvenes y el mundo rural, casi la mitad de los votantes, serán decisivos a la hora de inclinar la balanza en uno u otro sentido.

En medio de la campaña, ha vuelto a aparecer Santiago Abascal cabalgando por las dehesas extremeñas, en una imagen que ya utilizó en las elecciones de 2018, con buenos resultados. Vox es un partido de eslóganes, radicalidad y figuras que pretenden ser heroicas para una población desencantada. Con ello, pretenden ocultar la inexistencia de programas electorales solventes. Se basan en despertar las emociones con muy pocas propuestas. Por eso, es difícil combatirlas por parte del PP.

Lo que no deben olvidar en Génova es que su partido ha sido capaz de obtener mayorías absolutas en Madrid, Andalucía o Galicia, derrotando claramente a los radicales. Lo ha hecho con candidatos muy diferentes que representan a las dos almas del PP (Feijóo y Moreno, con una visión de centro derecha y Díaz Ayuso, más a la derecha). Pero la clave ha sido un planteamiento de liderazgo claro frente a sus competidores a su derecha e izquierda. Esa debería ser la clave para que Guardiola siga ganando votos en los diez días que quedan de campaña. Eso, y combatir a Vox también en el terreno de las emociones, con presencia en los lugares adecuados y con mensajes que lleguen a todos los ciudadanos. Todo ello, sin olvidar la llamada al voto útil para iniciar la reconquista del poder en España a medio plazo.

Aunque no deberían plantearse en clave nacional, las elecciones en Extremadura sí serán un primer examen para determinar si el PP es capaz de frenar el ascenso de Vox en toda España. Parece claro que los populares conseguirán más escaños que PSOE y Unidas por Extremadura juntos; lo que quiere decir que podrían gobernar con la abstención del partido de Abascal. Aunque no está claro que los radicales lo acepten.

Después vendrán los comicios en Aragón, Castilla León y Andalucía. Siguientes exámenes para el partido de un Alberto Núñez Feijóo que necesita consolidar su liderazgo con vistas a unas generales, se convoquen cuando se convoquen. Parece claro que el líder popular no va a forzar una moción de censura para perderla. Así que todo pasa por ir ganando elecciones autonómicas y restando fuerza a Vox; un compañero de viaje tóxico al que es difícil de combatir.

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