La sensación de zozobra se instala en el seno de la coalición. A varias bandas, en un choque de planteamiento entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz sobre si debe haber o no una remodelación del Ejecutivo y dentro de Sumar con partidos que integran esta coalición que ignoraban la estrategia de su líder en el Consejo de Ministros de lanzar un órdago al presidente del Gobierno. La Moncloa rechaza la exigencia de un cambio profundo del gabinete. Díaz insiste, bajo el argumento de que no hacerlo alimenta a Vox. Pese al desafío y la posición contraria a su visión, Sánchez evita pedir la salida de su socio minoritario para no ahondar una imagen de estabilidad ya de por sí alimentada por las dudas que tienen los partidos que sustentan la gobernabilidad sobre la viabilidad de la legislatura.
"Pese a las discrepancias porque somos ser organizaciones políticas con una cultura diferente hay muchas cosas que nos unen a PSOE y Sumar", ha querido terciar Sánchez a su llegada a Bruselas, donde participa en el Consejo Europeo. Pese a que la posición de Díaz de exigir e insistir en una remodelación del Ejecutivo ha causado malestar en La Moncloa -"Yolanda se equivoca, no puede poner a su socios en esa disyuntiva"-, el presidente del Gobierno en pública templa aguas buscando evitar una imagen de inestabilidad en la coalición que erosione más a un Gobierno que afronta un momento crítico por los casos de presunta corrupción y las denuncias de acoso a cargos del partido.
Sánchez, preguntado por los periodistas si Sumar debe permanecer en el Gobierno, ha obviado la cuestión, centrándose en que ambos partidos están "implementando una hoja de ruta de avances". Positividad. Pone el foco en las medidas que tiene en perspectiva la coalición, también en esa estrategia de acción de Gobierno frente a los escándalos. "Ahora mismo estamos por ejemplo en plena negociación con los agentes sociales para un nuevo incremento del salario mínimo".
Pero ese malestar con la posición de Sumar de criticar al Gobierno estando en el Gobierno es latente e, incluso, el propio jefe del Ejecutivo lo ha afeado en público, aunque ahora priorice salvaguardar las constantes vitales de la coalición. "Este juego de parecer que no se está en el Gobierno, pero se está en el Gobierno, no funciona muy bien", le dijo a su socio del Consejo de Ministros en su comparecencia en el Congreso el 12 de noviembre. Esa censura le llevó a plantear a la portavoz de Sumar, Verónica Barbero, que se imaginara que el PSOE "hiciera lo mismo con los ministros y ministras de Sumar".
Y es que aunque ha habido discrepancias entre los socios, la coalición vive ahora momentos de tensión por la crisis que han provocado los escándalos por presunta corrupción de acoso que cercan al PSOE. Desde Sumar reprochan a los socialistas que están cometiendo un error al optar por el inmovilismo y desatender las demandas que le han planteado, porque, creen que se traslada una sensación de que el Gobierno solo quiere mantenerse y esa actitud solo "alimenta" el crecimiento de Vox.
Una reflexión que ha molestado también a Sánchez. Y que, esto sí, no ha dudado en rebatir públicamente. "Ese crecimiento demoscópico de fondo de la ultraderecha en nuestro país, vamos a ver la materialización, nada tiene que ver con la acción de Gobierno. Tiene todo que ver con el blanqueamiento que la derecha política y mediática está haciendo de Vox".
El jefe del Ejecutivo siempre que puede presume de "estabilidad" -"Este Gobierno garantiza la estabilidad"- y lo hace para contraponerlo con los gobiernos autonómicos del PP y Vox que o bien han roto o bien se han visto en la tesitura, como Extremadura y Aragón, de adelantar elección por la ingobernabilidad. La Moncloa, pese a que no ha sido capaz de aprobar unos Presupuestos en toda la legislatura y que no cuenta con una mayoría en el Congreso, se presenta como garante de la estabilidad. "Lo importante es que haya paz social, que haya paz territorial, que es lo que este Gobierno garantiza, y una cierta estabilidad parlamentaria dentro de la dificultad que, lógicamente, tenemos", dijo en el balance de fin de año.