Saturday, 06 de December de 2025
Política

Una llamada a la reflexión sobre el futuro del Sistema de Pensiones en España

Una llamada a la reflexión sobre el futuro del Sistema de Pensiones en España
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Nos encontramos finalizando el 30 aniversario del Pacto de Toledo y es necesario que reflexionemos sobre uno de los pilares fundamentales de nuestro Estado del Bienestar: el Sistema de Pensiones Público de España. Este sistema, que ha garantizado la solidaridad y la dignidad de millones de ciudadanos ante situaciones de vulnerabilidad, se enfrenta a desafíos sin precedentes que requieren una revisión profunda y urgente.

Desde su instauración en 1995, el Pacto de Toledo ha sido un referente en la búsqueda de consensos políticos para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones. A lo largo de las décadas, hemos sido testigos de diversos acuerdos significativos, el último en noviembre de 2020, que han permitido avanzar en la protección de los derechos de los pensionistas. Sin embargo, la realidad actual nos obliga a cuestionar si estos acuerdos son suficientes para enfrentar los retos que se avecinan o si, por el contrario, han sido meros parches que no solucionan problemas estructurales profundos.

El mundo evoluciona a un ritmo acelerado, y nuestro sistema de pensiones no ha logrado adaptarse con la misma celeridad. Nos encontramos en un momento crítico, con grandes desafíos demográficos, sociales, económicos y políticos. En un contexto de empleo histórico, con más de 22 millones de trabajadores, la ratio de trabajadores por pensionista, que es de aproximadamente 2,3, es similar a la del último año de aportación al fondo de reserva, sin embargo, hoy enfrentamos un déficit que cuestiona la viabilidad del sistema, resultado de que los ingresos son inferiores a los gastos; en otras palabras, las pensiones han aumentado más que los salarios.

Es esencial que, al igual que en 1995, seamos valientes y promovamos modificaciones estructurales que fortalezcan los principios básicos del sistema. La sostenibilidad económica, la justicia social y la viabilidad política deben ser los pilares sobre los cuales se construya el futuro de nuestras pensiones. Ignorar esta necesidad podría tener consecuencias adversas para las generaciones venideras.

La inclusión de los jóvenes en el debate sobre el futuro del sistema de pensiones es fundamental. Ellos son los futuros pensionistas y, por lo tanto, se les debe escuchar en los próximos acuerdos del Pacto de Toledo. Respetar los principios intergeneracionales e interterritoriales es crucial para garantizar un sistema que funcione para todos. Sin embargo, en la actualidad, los jóvenes se sienten desconectados de un sistema que parece no tener en cuenta sus necesidades y expectativas, y algunos representantes políticos sienten la imperiosa necesidad de romper con la solidaridad interterritorial del sistema.

Además, es necesario reconocer que el actual modelo de financiación de las pensiones, basado en el trabajo y los salarios dignos, no es suficiente en un entorno donde la economía está en constante transformación. La robotización y la inteligencia artificial están redefiniendo el mercado laboral, lo que nos obliga a explorar nuevas fórmulas de financiación que no penalicen la productividad y competitividad de las empresas. Es vital que se busquen alternativas que permitan una financiación sostenible sin comprometer el crecimiento económico.

El sistema de pensiones debe garantizar la dignidad de todos los pensionistas. No podemos limitarnos a pensar que el actual modelo es la única solución viable. Existen alternativas que podrían implementarse para asegurar pensiones dignas y suficientes.

Es hora de repensar el sistema en su conjunto, asegurando que las pensiones sean suficientes y dignas en el futuro. Debemos replantear la transición de un modelo a otro y evaluar si los recursos del sistema de Seguridad Social son adecuados para afrontar los desafíos que se avecinan. La planificación a largo plazo es esencial para evitar crisis futuras que puedan debilitar aún más la estabilidad del sistema.

La reforma del sistema de pensiones debe dar respuesta a los retos sociales, demográficos y económicos de hoy y de dentro de 30 años. Necesitamos un sistema flexible que pueda adaptarse a los cambios y desafíos futuros, asegurando la suficiencia y dignidad de las pensiones. Es fundamental recuperar la confianza en un sistema que debe ser sostenible no solo financieramente, sino también social y políticamente.

Para lograrlo, es crucial que actuemos con determinación y visión de futuro. No podemos permitir que la falta de acción hoy se convierta en una carga para las generaciones venideras. Debemos trabajar juntos para construir un sistema que garantice una jubilación digna, dejando un legado positivo en lugar de un legado perjudicial para nuestros hijos y nietos. Solo así podremos asegurar que el Pacto de Toledo no solo perdure, sino que evolucione para satisfacer las necesidades de una sociedad en constante cambio.

Álvaro Doménech, miembro de Ocopen, Organización de Consultores de Pensiones y Director en EY Pensiones

Fuente original: Leer en El Mundo - España
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