- ÁLVARO PÉREZ-ALBERCA
El cineasta consiguió hacerse un hueco en Hollywood sin perder su sello de identidad.
Ganar varios Globos de Oro, Oscar, BAFTA y festivales internacionales de prestigio como Venecia está al alcance de muy pocos cineastas. Alfonso Cuarón (Ciudad de México, 1961) -que también tiene un Goya en su haber- es uno de esos directores hispanos que cae en gracia en Hollywood. Junto a Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, el autor siempre es candidato a todo cuando estrena una película. Pero, ¿cómo ha conseguido un creativo mexicano conquistar la meca del cine estadounidense? Haciéndose notar y siendo arriesgado, muy arriesgado.
La ópera prima del director, 'Sólo con tu pareja' (1991), se ganó el respeto de crítica y público por saber tratar con humor -maduro y entretenido- temáticas tan frágiles como el suicidio o el sida. Una propuesta arriesgadísima que le puso bajo el foco tras hacer una taquilla excelente y ganar un Premio Ariel (máximo galardón del cine mexicano). El rédito económico llamó por primera vez la atención de Hollywood, que quiso poner a prueba su talento en una producción de 17 millones de dólares: 'La princesita' (1995).
Pese a haber recibido otras ofertas, al leer el libreto de este drama familiar ambientado en la Gran Guerra, el director renunció al dinero por filmar una obra que siguiera acrecentando su fama como autor. Aunque el título no resultó ser un taquillazo, la película tuvo el respaldo de la crítica y le llevó, por primera vez, al Dolby Theatre de Los Ángeles, obteniendo varias nominaciones a los Oscar. Hecho que, a la larga, demostró el gran criterio de Cuarón para escoger proyectos que realmente aportaran valor y peso a su filmografía.
Pese a haber empezado en la industria audiovisual con buen pie, el siguiente paso en su carrera fue bastante tibio. El director se atrevió a trasladar -poco convencido- el clásico de Charles Dickens, 'Grandes esperanzas'. La taquilla no recibió con agrado la propuesta, tampoco la crítica. En este momento de su carrera, Cuarón sintió la presión de la industria por hacer lo que los estudios deseaban hacer por encima de su criterio personal. Una lección que definiría para siempre el resto de su dilatada trayectoria.
Tras el periplo por Sunset Boulevard y Rodeo Drive, Cuarón abandonó el sueño americano por un tiempo y regresó a México. Y la decisión fue más que acertada. Junto a su hermano escribió un guión muy personal que buscaba explorar sus raíces hispanas. Con 'Y tu mamá también' (2001) Cuarón obtuvo un éxito rotundo con una nueva nominación a los Oscar y consolidación de su prestigio como cineasta capaz de contar historias locales y tener resonancia global.
Definitivamente Cuarón ya estaba en el radar de todas las 'majors' de la industria y Warner Bros. no dudó en proponerle uno de sus proyectos más ambiciosos: 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban' (2004).
Repleto de dudas tras sus primeras aventuras en Hollywood, fue Guillermo del Toro quien le convenció de la relevancia que tendría participar en la saga cinematográfica ideada por J.K. Rowling. Tras leerse los libros del joven mago, el director aceptó. Su visión legó una de las mejores cintas de toda la saga, aportando un tono más maduro y cinematográfico. Su apellido en la cartelera ya era sinónimo de éxito.
Alcanzar la madurez
Dos años después del éxito de Harry Potter -la cinta recaudó 795,6 millones de dólares en todo el mundo-, Cuarón ya tenía clara su estrategia comercial: hacer una película palomitera y luego una cinta más personal. Así llegó a uno de sus proyectos más interesantes. Inmediatamente después de finalizar el rodaje de Y tú mamá también, el director comenzó a trabajar en el guión de una novela de ciencia ficción escrita por la autora británica P. D. James.
Si todavía no conocen la filmografía del cineasta, el próximo sábado a las 22:00 horas, VEO7 emitirá 'Hijos de los hombres' (2007), una obra excelente que cuenta con la interpretación de Clive Owen, Julianne Moore y Michael Caine entre otros. Filme que puso en valor la madurez del cineasta para afrontar proyectos divergentes, valor que queda reflejado en una puesta en escena con una estética singular y ortografía audiovisual poderosa.
Aunque no fue un éxito descomunal de taquilla, la película tuvo muy buena acogida por la crítica, reforzando su reputación como director serio, capaz de abordar temáticas adultas y maduras. De nuevo, apareció en todas las quinielas de los Oscar y BAFTA. En su día, el crítico de El Mundo, Luis Martínez, la tildó de "obra maestra". Un absoluto clásico moderno.
Si algo se puede extraer de la carrera de Cuarón es cómo sus éxitos comerciales le han permitido ejercer un liderazgo auténtico en los rodajes e implantar su sello personal. Su trayectoria sirve como modelo para las nuevas generaciones de directores que buscan combinar raíces culturales, autoría personal y ambición internacional.
Además, su transgresión progresiva, versatilidad, dominio del medio, su capacidad -y facilidad- para transitar entre géneros, le edifican como una de las miradas más interesantes del cine contemporáneo. Sin ir más lejos, sus últimos proyectos, 'Gravity' (2013) y 'Roma' (2018), le llevaron a lo más alto y hacerse con el Oscar a Mejor Director por ambas películas; siendo el primer director hispanoamericano en lograrlo.
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