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El 'Plan España Auto 2030', lanzado por el sector del automóvil en consenso con el Gobierno, contempla atraer inversiones de fabricantes chinos para producir en España.
El sector del automóvil en España abre ahora una nueva era tras la presentación, de la mano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del nuevo Plan España Auto 2030, que supone una hoja de ruta con objetivos concretos y medibles para lograr que la industria automovilística española siga siendo competitiva en plena transformación hacia la movilidad eléctrica y ante el aterrizaje de nuevos competidores llegados de China.
Además, de planes de incentivo a la compra de vehículos eléctricos y de medidas para impulsar tanto la demanda como la oferta, el Plan España Auto 2030 contempla atraer nuevas inversiones tanto por parte de fabricantes de automóviles y componentes ya instalados en España como de nuevos actores procedentes de China.
Así, el documento, que explicó este martes el presidente de Anfac, Josep Maria Recasens, recoge el objetivo de que España capte alrededor de 10.000 millones de euros de inversión vinculada las baterías para vehículos eléctricos para 2035. De este total, 4.700 millones corresponden con proyectos ya en marcha, como el de PowerCo (Volkswagen) en Sagunto (Valencia) o de Envision en Navalmoral de la Mata (Cáceres).
De esta forma, la idea es captar 5.000 millones de inversión adicional en este entorno, que se concentrarán especialmente en los campos de producción de celdas y también del paquete de baterías, aunque también habrá inversiones en materia de reciclaje y segunda vida de estos componentes o en factores como minería o refino de materias primas.
Por otro lado, los planes del sector también pasan por alcanzar una producción de 2,7 millones de vehículos en España para 2035, lo que supondrá un aumento de unas 300.000 unidades en comparación con los 1,2 millones de unidades con los que finalizará la producción este ejercicio.
Imán de inversiones
Para lograr este objetivo, según Recasens se baraja tanto el crecimiento orgánico de la producción de las fábricas actuales como nuevas inversiones tanto por parte de fabricantes de vehículos ya instalados en España o de otras empresas recién llegadas, como los competidores chinos.
"Necesitamos atraer nuevas inversiones de OEM establecidos en España o de nuevos entrantes, players que no están en España, pero que por estrategia quieren venir a Europa y dar la posibilidad de que se establezcan en España y no en otros países de Europa", indicó el directivo.
La intención es que España sea un imán de inversiones de gigantes chinos como MG, BYD o GWM, que están analizando la posibilidad de instalar nuevas fábricas en territorio europeo para esquivar los elevados aranceles impuestos por la Comisión Europea (CE) a la importación de vehículos eléctricos fabricados en China.
Para ello, España debe contar con unos costes energéticos competitivos que hagan al país atractivo para captar nuevas inversiones. "El competidor de Asia va a venir a establecerse, pero hay que ser atractivos y competitivos para captar inversión de OEM y proveedores establecidos en España como de extranjeros", indicó Recasens.
Plan integral
En un encuentro con medios de comunicación, el presidente de Anfac destacó que el Plan España Auto 2030 es "integral", incluyendo apoyo tanto a la oferta como a la demanda. "Esto no va de ideología", subrayó el directivo, que apuntó que las metas a alcanzar no dependen del signo político.
Recasens destacó que si se toman las medidas adecuadas el valor añadido bruto (VAB) del sector del automóvil en España pasará de los 85.000 millones actuales a 120.000 millones en 2035, con la intención de movilizar entre 30.000 y 40.000 millones de inversión público-privada en los próximos cinco años. Además, resaltó que, actualmente, el modelo de negocio del sector en España está basado en el motor de combustión, por lo que debería transformarse a la tecnología eléctrica si no quiere estar en riesgo de cara al futuro.
La previsión es que se fabriquen unos 2,7 millones de vehículos en España para 2035, con una estimación de empleo de 1,9 millones de personas, lo que supondrá mantener el volumen actual de plantilla en el sector. Las matriculaciones se mantendrán estables, pasando de 1,2 a 1,3 millones para 2035.
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