- EXPANSIÓN
El auge de la banca en la sombra, impulsada por la actividad de firmas de capital riesgo y hedge fund que financian empresas y gobiernos, ha puesto en guardia a los reguladores por el aumento del riesgo para la estabilidad del sistema global.
Casi veinte años han pasado de la gran crisis financiera, que provocó el colapso y rescate de varios bancos, una recesión global y la instauración de un estricto sistema regulatorio de control a las entidades financieras tradicionales.
Ante las restricciones a los bancos para tomar grandes riesgos, este papel ha sido asumido en gran parte por otras instituciones financieras como fondos de capital riesgo, hedge fund, aseguradoras o planes de pensiones -la denominada banca en la sombra-, que ya acapara la mitad de los activos del sistema financiero global.
La bancarrota de empresas estadounidenses como First Brands y Tricolor ha hecho saltar a primera plana los riesgos asociados a la actividad de esos intermediarios, al operar en un ámbito más opaco y menos regulado.
Roberto Casado, corresponsal económico de EXPANSIÓN con amplia experiencia internacional, ha desarrollado un profundo trabajo de investigación. A partir del próximo miércoles 17 de diciembre, EXPANSIÓN publicará una serie de informaciones para desvelar el tamaño y la actividad de la banca en la sombra a nivel global y en España; identificar los principales focos de riesgo; detallar la relación entre estos intermediarios y la banca tradicional, y analizar las medidas regulatorias sobre esta industria que los supervisores estudian aplicar.
El objetivo es comprobar dónde puede originarse la próxima crisis financiera y determinar si hay cortafuegos o el riesgo se expandiría a todo el sistema financiero.
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