- ALICE HANCOCK, ANDY BOUNDS Y KANA INAGAKI
La nueva clase de vehículos eléctricos, que disfrutará de una regulación más laxa y subsidios, pretende ayudar a los fabricantes de vehículos europeos a combatir a la competencia china.
Bruselas propondrá privilegios especiales para una categoría de coches pequeños "Made in Europe", que se beneficiará de aparcamiento preferente, menos regulación y subvenciones más generosas para mantener alejada a la competencia china.
La nueva categoría de vehículos totalmente eléctricos se presentará como parte de un paquete de medidas destinadas a aliviar la presión sobre la industria automovilística europea provocada por la entrada de vehículos eléctricos chinos asequibles, los aranceles estadounidenses y la débil demanda.
Esta categoría otorgará a los coches que cumplan los requisitos de estar fabricados en Europa y pesar por debajo de un umbral determinado acceso a plazas de aparcamiento e infraestructura de carga reservadas, así como una exención de 10 años de próximas regulaciones como las normas de seguridad y los estándares de emisiones Euro 7 de la UE, que entrarán en vigor en 2026. Con esta medida, la Comisión Europea espera mantener los precios bajos, ya que los frecuentes cambios en las normativas contribuyen al aumento de los costes para los fabricantes de automóviles.
El peso aún está sujeto a negociaciones, pero probablemente no superará las 1,5 toneladas, según personas con conocimiento de los planes. En la Comisión, esta categoría de coches ha recibido el apodo de "Sejournette", por el diminutivo del comisario de industria francés Stéphane Séjourné, encargado de supervisar la propuesta.
Los automóviles pequeños son un área en la que los fabricantes europeos aún tienen ventaja sobre sus rivales chinos, que se han centrado en segmentos más grandes para sus vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Fabricantes de automóviles como Stellantis y Renault han argumentado que debería existir una nueva categoría para coches aún más pequeños y asequibles, con menores regulaciones para que la fabricación de coches eléctricos compactos sea rentable.
Pero al mismo tiempo, los fabricantes han presionado para que la definición de la nueva categoría permita un apoyo similar a los modelos existentes de menor tamaño, como el nuevo Twingo de Renault, el Citroën ë-C3 de Stellantis o el Golf de Volkswagen.
Las propuestas para la categoría de vehículos pequeños, inspiradas vagamente en el coche Kei japonés, acompañarán a una revisión de la prohibición de los motores de combustión en la UE para 2035, que ha sido objeto de fuertes presiones. La ley, propuesta por primera vez en 2021, prohibirá la venta de nuevos motores de combustión en el bloque a partir de 2035 y fue vista como una parte importante de las ambiciosas leyes climáticas de la UE.
Sin embargo, se ha visto sometida a una fuerte presión por parte de la industria del automóvil y políticos de la derecha, quienes argumentan que es demasiado estricta, al obligar al sector a cambiar rápidamente a los vehículos eléctricos. Se están produciendo acalorados debates en la Comisión antes del anuncio de la revisión el 16 de diciembre.
Entre las diversas opciones que se están negociando figura la posibilidad de permitir los híbridos enchufables y los extensores de autonomía, que cuentan con una unidad de combustible que se activa para prolongar la duración de la batería por un periodo potencial de otros cinco años, según los funcionarios involucrados.
Otra opción que se está discutiendo es exigir una reducción de las emisiones del 90% para 2035, dejando un pequeño margen para que continúen las ventas de motores de combustión, según dos funcionarios. "No es un acuerdo cerrado", afirma uno de ellos.
La Comisión también está sopesando concesiones para los biocombustibles y los combustibles sintéticos "neutrales en carbono", elaborados con dióxido de carbono y energía renovable, explican los funcionarios, aunque advierten que aún no se ha tomado una decisión definitiva.
Algunos funcionarios se han opuesto a la inclusión de los híbridos enchufables, advirtiendo que los chinos ya están más adelantados en esta tecnología que sus pares europeos.
La Comisión declinó hacer declaraciones sobre las próximas propuestas.
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