- C.MORÁN/A.ZANÓN
- Renfe, Ouigo e Iryo zanjan la guerra de precios con alzas de hasta el 40%
- Aena desoye a Ryanair y no elevará los incentivos para los aeropuertos regionales
El transporte vive cambios en los que la tecnología al servicio del usuario y la sostenibilidad son valores demandados, junto a los precios competivos. El tren reta el empuje del coche y al avión.
La movilidad ha recuperado el esplendor previo a la pandemia del Covid, con récord de tráfico en España en todos los modos. El tren figura entre los grandes beneficiados del aumento de la demanda doméstica, un medio de transporte protegido por las autoridades nacionales y comunitarias que va a experimentar un fuerte crecimiento en los próximos años atendiendo a los planes de inversión expuestos por Bruselas, que significarán miles de millones de euros en los próximos 15 años.
La Comisión Europea presentó en noviembre el plan de alta velocidad de la UE hasta 2040, un ambicioso programa de inversiones sobre la red ferroviaria que necesitará de hasta 546.000 millones de euros para ser completado a lo largo de los próximos 15 años. El objetivo es triplicar el tamaño de la red, de 12.000 a unos 36.000 kilómetros.
España, el alumno aventajado de la UE en alta velocidad, será uno de los territorios beneficiados por este plan de inversión histórico gracias a la conexión transfronteriza que conectará Madrid con París (Francia) y Lisboa (Portugal).
El objetivo, según Bruselas, es reducir los tiempos de viaje entre las principales capitales europeas a la mitad. Actualmente el trayecto entre Madrid y París supera las 12 horas y el plan es reducirlo a seis horas. Llegar de Madrid a Lisboa en tren lleva ahora más de ocho horas que, con una conexión de alta velocidad, se reducirían a tres horas.
Bruselas quiere que todos los corredores estén conectados con tecnología de última generación que permita circular "muy por encima" de los 250 kilómetros por hora, para lo que será necesario estandarizar el sistema de señalización ERTMS y que la industria ferroviaria trabaje en la generación de trenes interoperables en cualquier país de la UE. "Se trabajará en la creación de una generación de trenes armonizados de alta velocidad con capacidad de múltiples redes. La sociedad pública Europe's Rail lanzará una convocatoria dedicada a la investigación de esta nueva tecnología en 2026", asegura la Comisión Europea.
En velocidad, España también va por delante del resto de socios. El Ministerio de Transportes ha anunciado que se podrá circular entre Madrid y Barcelona a 350 kilómetros por hora (50 kilómetros por hora más que en la actualidad) gracias a los cambios en la infraestructura que el Gobierno tiene previsto acometer, dentro de un plan de renovación de una línea que se inauguró en 2008. "Para aumentar capacidad, sólo hay dos alternativas: construir más carriles o aumentar la velocidad. La primera opción no es factible, por lo que se ha optado por la segunda", señala el ministro Óscar Puente.
En la larga distancia, España ha puesto a prueba del modelo de liberalización económica con resultados desiguales. En términos de demanda, la CNMC apunta que en 2024 la alta velocidad alcanzó su máximo histórico con casi 40 millones de pasajeros, un 22% más que en 2023 y un 77% por encima de los niveles prepandemia y preliberalización. Además, la liberalización tuvo impacto en los precios. En comparación con 2019, las tarifas bajaron un 35% en el corredor Madrid-Barcelona y un 42% en el Madrid-Valencia. En los corredores en los que la competencia operó por primera vez durante todo 2024 (Andalucía y Alicante), los precios cayeron en torno al 20% respecto del año anterior.
La otra cara de la moneda son los resultados económicos de los tres operadores en liza: Renfe, SNCF y Trenitalia, con pérdidas acumuladas desde 2020 de 1.203 millones de euros. Los tres operadores consiguieron reducir los números rojos en 2024, pero siguen registrando márgenes sobre ventas negativos.
Ante este deterioro, las empresas cambian el signo del mercado con subidas de precios. Algunos billetes, como los vendidos en el corredor Madrid-Barcelona, son un 40% más elevados que hace un año.
Año récord en aviación
Tras superar el bache de la pandemia, las aerolíneas están acostumbrándose a encadenar años récord y las previsiones apuntan a que 2026 no será diferente en España.
Aena, la CNMC y las propias aerolíneas calculan que la demanda continuará al alza en 2026, con los aumentos centrados en las rutas internacionales. El regulador estima 334,3 millones de pasajeros, lo que significa que se mantendrá el ritmo de crecimiento del 4% de 2025. Ryanair, Iberia, easyJet, Vueling y Air Europa, entre otras, tienen planes para elevar su capacidad el próximo ejercicio.
En 2026 deberán resolverse, al menos, tres elementos sobre los que está pendiente el sector. Uno es el Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) de Aena, que establece inversiones reguladas por 9.991 millones entre 2027 y 2031 y -lo más polémico- cuánto se subirán las tasas a las aerolíneas.
Otro será el futuro de la portuguesa TAP, en cuya privatización parcial está interesada IAG, matriz de Iberia, British Airways y Vueling, pero también Lufthansa y Air France-KLM. El tercero es el posible fin de la guerra entre Ryanair y Aena a cuenta de las tasas en los aeropuertos regionales, con la vista puesta en el crecimiento a largo plazo de la low cost en España.
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