Friday, 12 de December de 2025
Política

El bar sevillano del ex presidente de la SEPI para 'lavar' presuntamente el dinero de la trama Koldo: "No sé quién es el dueño, sólo hago mi trabajo"

El bar sevillano del ex presidente de la SEPI para 'lavar' presuntamente el dinero de la trama Koldo: "No sé quién es el dueño, sólo hago mi trabajo"
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La UCO investiga si el bar La Bola, en la isla de la Cartuja de Sevilla, fue usado por su dueño, Vicente Fernández, para blanquear los beneficios de los amaños de contratos públicos Leer

En el bar La Bola, en la isla de la Cartuja, se pueden servir alrededor de cien desayunos cada mañana. Medias tostadas o enteras. Con jamón, con pavo, con mantequilla o con paté. Con café o con zumo. Las 40 mesas que tiene repartidas por la terraza, a la sombra de la esfera climática que fue emblema de la Expo 92 de Sevilla, suelen llenarse a media mañana, luego se vacían y se vuelven a ocupar a mediodía, cuando se sirven los menús, primer planto, segundo y postre por menos de 15 euros.

Dicen los clientes habituales de este modesto bar situado en la calle Marie Curie del parque tecnológico de Sevilla que aquí no se come mal, aunque la oferta en la zona es muy muy reducida. Desayunos y almuerzos básicos a precios más que accesibles para una clientela formada, básicamente, por trabajadores de las empresas del entorno.

La Bola no parece, a simple vista, un gran negocio, pero las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil (las de 2023) reflejan una facturación de 386.996,68 euros. Fue el primer año como administrador único de la empresa propietaria, La Bola Innovación SL, de Vicente Cecilio Fernández Guerrero, quien fuera presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ex alto cargo de la Junta de Andalucía en tiempos del PSOE, protegido de María Jesús Montero y, desde ayer, uno de los últimos en incorporarse a la lista de sospechosos de formar parte de la trama de presuna corrupción encabezada por Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García.

A Vicente Fernández no le conocen, o eso dicen, los camareros de La Bola. Tampoco es que hablen mucho con los periodistas que desde primera hora de este jueves se apostan frente al bar después de que conociese que este negocio es uno de los que investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como más que probable lavadora del dinero negro que obtenía la trama con los amaños de contratos públicos.

"Llevo aquí dos semanas, no conozco al dueño ni sé nada, solo hago mi trabajo", cuenta uno de los camareros mientras recoge los restos de los desayunos. Son cerca de las doce y el turno va terminando. Apenas quedan tres o cuatro mesas ocupadas por rezagados que apuran el café y entre los que va circulando la noticia de la detención del dueño de la cafetería -al que ninguno de ellos conoce tampoco- dentro de la última fase de la operación anticorrupción que lleva a cabo la UCO desde ayer.

"Hace más de un año que venimos aquí a desayunar, no hay mucho más por aquí, pero nunca habíamos visto nada raro, los camareros trabajan bien, el bar funciona bien", dicen en uno de los últimos grupos que quedan en la terraza. "Es un bar normal, para los que trabajamos en la zona, aquí no viene nadie de fuera", señalan.

Los camareros -hay una decena en plantilla según la información del Registro Mercantil- son una tumba. "No sabemos nada, solo trabajamos y queremos respeto", se limitan a decir los que están detrás de la barra, visiblemente enfadados por tanta pregunta y tanto periodista. Del jefe, ni media palabra.

Rentabilidad disparada con Fernández

Y eso a pesar de que con la gestión de Fernández, la sociedad dueña del establecimiento disparó sus resultados.

Los casi 400.000 euros que facturó el bar en 2023 -justo el primero del ex presidente de la SEPI como administrador- suponen un incremento del 29,2% respecto al año anterior, el 2022, aunque hay una cifra que aún llama más la atención. Su EBIT -un indicador clave de rentabilidad que muestra las ganancias operativas de una empresa antes de deducir los gastos financieros (intereses) y los impuestos, pero sí incluyendo las depreciaciones y amortizaciones- se disparó en un 58,08% en ese año, en el que la rentabilidad de la empresa subió casi un 76% y el resultado neto casi un 67%.

Y todo gracias a las tostadas con jamón y a los menús. Por cierto, que de primer plato se puede hoy elegir entre ensaladilla, tortilla de patatas, salmorejo o la especialidad de la casa, la ensalada La Bola. De segundo plato, la carrillera parece buena opción.

Los investigadores de la UCO analizan, de hecho, si las cifras declaradas por Fernández sobre la cuenta de resultados de su bar son reales y producto, únicamente, de las tostadas y los menús o, y ésa es la hipótesis con la que trabajan, parte del dinero declarado provenía, en realidad, de las mordidas que la trama liderada por el ex secretario de Organización del PSOE conseguía por las adjudicaciones irregulares de contratos públicos.

Esa sospecha, la de que el ex presidente de la SEPI lavase el dinero de las mordidas y participase en la trama, es lo que llevó ayer a los agentes a detener a Fernández en una operación en la que también cayó la conocida como 'fontanera' del PSOE, Leire Díez, y al empresario dueño de Servinabar, Antxon Alonso, del que Cerdán era socio.

Por cierto que en esa empresa navarra, que habría canalizado las mordidas y recibido contratados amañados, trabajó durante un tiempo Vicente Fernández, que estos días celebraba su absolución en otra causa penal por la que estuvo imputado cerca de diez años, la que investigó la adjudicación de la mina de Aznalcóllar, y que fue la que dinamitó su carrera pública, puesto que su imputación en la causa le forzó a dimitir de su cargo en la SEPI, al que había llegado de la mano de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, con quien ya coincidió en la Junta de Andalucía, donde él fue interventor general y alto cargo y ella consejera de Sanidad y luego de Hacienda.

Fernández trabajó en Servinabar entre 2021 y 2023, justo el año en el que tomó las riendas de La Bola, un bar que lleva abierto desde 2015 en el recinto de la Expo sevillana y que ha cambiado de manos varias veces. Allí nadie le conoce -o eso dicen sus empleados- pero convirtió las tostadas con jamón y los menús en un gran negocio.

Fuente original: Leer en El Mundo - España
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