El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció regeneración del país al tomar posesión el 2 de junio de 2018 y, en ese mismo mes, también asumieron el mando de las dos grandes plataformas de dinero público del Estado dos miembros detenidos de las dos tramas del PSOE descubiertas hasta la fecha.
Por un lado, el secretario de Organización del PSOE entonces y hoy encarcelado, José Luis Ábalos, asumió el Ministerio de Transportes y, por otro el detenido desde este jueves, Vicente Fernández, la presidencia de la Sociedad Estatal de participaciones Industriales (Sepi), cuya sede tuvo que acoger este miércoles a la polícía judicial en busca de documentación sobre presuntos amaños.
El Ministerio de Ábalos manejó 11.000 millones de euros de presupuesto anual y dirige un importante grupo empresarial que incluye Renfe y Adif. Por su parte, la Sepi, antiguo INI, es el principal brazo inversor y hólding empresarial del Estado. Gestiona anualmente unos 6.000 millones de ingresos -3.000 en la etapa de Fernández- y las participaciones mayoritarias del Estado en grandes empresas del país como Correos, Navantia, Tragsa, Mercasa y RTVE . También las minoritarias pero de control en cotizadas como Telefónica Redeia, Enagás e Indra. En total tiene presencia directa o indirecta en 125 empresas de España, que son clave para el funcionamiento del Estado. Mercasa y Enusa, incluidas en los registros policiales, son por ejemplo un pilar imprescindible en la cadena de suministro de alimentos en España y el abastecimiento de uranio a las centrales nucleares, respectivamente.
Las investigaciones apuntan a que ambas tramas operaban por separado con el exdirigente socialista Santos Cerdán como contacto común.
Ábalos y Koldo operaban presuntamente junto a Cerdán para obtener mordidas en el Ministerio de Transportes con amaños en concursos públicos de mascarillas, carreteras y construcción ferroviaria. Fernández y la conocida como fontanera del PSOE, Leire Díez, actuaban en el amplio y apetitoso pastel de adjudicaciones de la Sepi y algunas de sus empresas.
Se investiga así si tramas del PSOE extendieron el cáncer de la corrupción en departamentos y empresas públicas estratégicas para el Estado. Es difícil encontrar mejores bolsas de dinero público para intentar negocios que el Ministerio de Transportes y el viejo INI. La Sepi tiene además dimensión internacional, puesto que canaliza además la participación de España en el gigante europeo Airbus. También su filial Sepides, cuya sede fue registrada este jueves, gestiona fondos europeos.
La Sepi despachó los insólitos registros policiales en su sede y en algunas de sus participadas sin un solo comunicado oficial de explicación. La ministra de Hacienda y actual número dos del PSOE, María Jesús Montero, se limitó a desmarcarse de Fernández, pese a que lo nombró ella y mantuvo su puesto vacante durante 16 meses. Fernández, que había sido el interventor de sus cuentas como consejera de Hacienda andaluza, tuvo que dejar la presidencia de la Sepi en octubre de 2019 al ser imputado por la mina de Aznalcóllar, pero Montero rehusó sustituirlo con la confianza de devolverle a su puesto en cuanto fuera desimputado.
Se atribuye a Fernández que mantenía influencia en la gestión de la Sepi en la sombra durante todo ese tiempo. En marzo de 2021 y ante lo anómalo de la vacante, Montero lo reemplazó finalmente por la actual presidenta de la Sepi, Belén Gualda.
Es llamativa la detención de Fernández por corrupción no sólo por su formación de interventor guardián de la cuentas públicas, sino porque la presidencia de la Sepi es el puesto mejor pagado en el Estado, por encima de los 200.000 euros brutos anuales. Otra pecularidad es que este funcionario andaluz constató que no podía volver a la Sepi, pidió permiso a la Oficina de Conflictos de Interés del Gobierno para trabajar en la singular empresa navarra Servinabar, en la que Cerdán posee, según la UCO, un 45% del capital.
Fernández trabó en paralelo una relación con otra persona de confianza de Cerdán, Leire Díez. Ésta trabajó inicialmente en la citada Enusa y después saltó a Correos. Allí inició una rápida carrera y, al poco de llegar, como publicó este diario, logró que el entonces presidente y ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano, apartara al director de Innovación para darle ese cargo a la fontanera.
El Gobierno que dio a los miembros de ambas tramas poder y cargos públicos en tan estratégicos puestos se desvincula de todos ellos actualmente.